ABRAZOS GRATIS

Hace un tiempo me detuvieron en la calle, en la vereda más bien dicho, y me ofrecieron un abrazo. Alguna vez me cuestioné qué haría si me pasaba eso –época en que se mostraba en la prensa grupos haciendo esto en las calles del mundo– y mi respuesta fue “obvio que lo doy, ¡qué rico! ¡AMO LOS ABRAZOS!”. Pero no fue así. Justo en el momento en que una chica –de no más de 20 años, con un delantal que decía “algo” sobre “algo” y estaba claramente en una actividad con un grupo de personas de sus mismas características– irrumpió en mi concentrado paso por el llamado mundo exterior diciéndome “¿quieres un abrazo?”, yo reaccioné como siempre reacciono a cualquier estimulo intempestivo: doy un paso atrás, miro la escena con suspicacia y digo que no a cualquier cosa. Cuando ella se despidió y me deseo buen ir (que te vaya bien, me dijo), seguí mi camino y me quedé pensando en lo estúpida que fui, una persona me ofreció una muestra de cariño gratuita y yo dije que no. Claro, no conocía a esa chica y mi desconfianza generalizada no me deja mirar con objetividad cuadros evidentemente inocentes, así que mi reacción era obvia… latera, fría, egoísta, pero obvia al fin.

Antes de seguir miren que hermoso esto:



Escuché por ahí, no sé dónde, que un abrazo es el momento en que dos cuerpos se hacen uno. Y me quedé pensando. Me detuve a recordar los abrazos que he dado en mi vida, con cuantas personas me he unido de esa forma. He dado tantos abrazos. Algunos tímidos y otros apretados. Abrazos felices, con la adrenalina que te hace saltar, y abrazos con tanto dolor que falta fuerza para sostenerse. Abrazos con rechazo y abrazos obligados. Abrazos de hija y abrazos de madre. Abrazos tiernos y abrazos calenturientos. Abrazos de hola y abrazos de adiós. Abrazos y más abrazos, todos tan distintos, pero con algo en común: todos honestos, todos con mis brazos.
Creo que las instancias en que he dado más cariño ha sido a través de un abrazo y, sin duda, las veces que he sentido amor verdadero ha sido a través de esa unión de dos cuerpos, un abrazo.
Ahora le recomiendo dar un abrazo al más próximo, y si no hay alguien cerca, guarde ese abrazo para el primero que pase cerca suyo.
Yo soy abrazólica (léase como en AA), ¿y tú?
PD: Un abrazo a tod@s los lectores, de esos bien apretados (sí, ando mamona, ¿y?)




CONVERSATION

3 ya son Blogger@s:

  1. Gracias por tu abrazo a la distancia, recibe otro de parte mía. Recuerdo efectivamente de esas personas en la calle que andaban con el cartel "abrazos gratis" y siempre me acercaba a dar un abrazo a cada uno de ellos. Lastima que hoy en día ya no se ve nada de eso, o por lo menos no he visto. Por otro lado, creo que todos los abrazos son verdaderos ya que si no lo fueran no se darían o no?, además en todas las muestras de cariño físicas siempre existe el abrazo, como tal dices "...se hacen uno...". Creo que la base de la vida es el amor y unos de los pilares es la muestra de cariño que se demuestra con un abrazo.

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  2. me encantan los abrazos!!! profundamente contenedores, ricos, transmiten mucha energía. Creo q es importante ser capaz de abrazarse a una misma, especialmente cuando más lo necesitamos. Precioso tema

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  3. A aaaa, que lindo, gracias por el abrazo, me emocione con el vídeo, a veces por la rutina y el día a día estamos tan solos de piel que no nos damos esos momentos que de verdad son importantes como mostrar cariño o dar un abrazo, me encanto tu entrada.

    Abrazos

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