Enviado por Viviana Acosta R desde Colombia
El receptor de la llamada se desespera pues no quiere contestar ese teléfono enloquecedor que no hace más que sonar, y sonar, y sonar. En algún momento, decide contestar.
Un teléfono que suena insistentemente, el emisor de la llamada se enoja porque no le contestan y vuelve rellamar en repetidas ocasiones.
El receptor de la llamada se desespera pues no quiere contestar ese teléfono enloquecedor que no hace más que sonar, y sonar, y sonar. En algún momento, decide contestar.
Al establecer la comunicación, y luego de escuchar ’Alo!’ el
receptor, alega…
_Por qué carajos no
contestabas.
Y la respuesta que obtiene es…
_Porque estaba
tratando de suicidarme.
Luego de eso, la corta llamada experimenta un sepulcral silencio por
unos cuantos segundos, cada uno analiza la voz que ha escuchado,
concluyen que a ninguno de los dos se les hace familiar la voz de su interlocutor.
Quien realizó la llamada preguntó con quien hablaba, el receptor
responde, con voz depresiva…
_Magnolia.
_Magnolia.
_Escúchame, Magnolia, con mucha atención, yo soy Sebastián,
evidentemente me he equivocado de numero y lo marqué repetidas
veces, no sabes quién soy, no sé quién eres, pero lo que sí sé y tengo
extremadamente claro, es que sea lo que sea lo que te pase, nada, nada en absoluto
es motivo suficiente para que intentes acabar con tu vida. Dime donde estas, no
me cuelgues el teléfono y seguiremos hablando hasta que me lleves hacia a
ti. ¿Lo harás? ¿Me llevarás hasta a ti?
¿Se supone que un mini relato? Creo que eso que cuentas sucedió una vez en realidad.
ResponderEliminarBesos ^^
dónde, cuándo? quiero saber más!!!
Eliminartodo lo que uno escribe sale de alguna parte, la realidad los sueños etc. También quiero saber más :) se salva????
EliminarLas experiencias son la mejor fuente de inspiración
EliminarMe encantó!!!
ResponderEliminarTan mágico y lindo, muy buen relato <3
Y LO LLEVO HACIA ELLA!!?!?!!?
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