Por ClaU desde Chile

Este fin de semana, fue en Chile la maratón de Santiago; 25 mil personas inscritas y varios miles más que asistieron sin inscribirse. Me alegra que se esté masificando el tema de las corridas, y aplaudo que tanta gente se esté sumando a participar en estas actividades y a realizar actividad física. En mi caso, muy profesora de educación física seré y muy de moda estará trotar (ahora llamado más estilosamente running), pero lo que es yo, me carga. Y no es un tema de que me canse o de que no me gusta el lugar donde lo haga, simplemente me aburre.

A veces me da risa cuando gente me invita y yo les digo que no me gusta; el primer comentario obvio es "pero si eres profesora de educación física, cómo no te va a gustar" y los más superficiales son "pero si esta súper de moda hacerlo", y yo les explico que simplemente no es lo mío. En un post anterior les conté cuanto amo andar en patines y lo otro que me encanta es andar en bicicleta, claro, quizás alguien que le gusta correr puede pensar lo mismo de mí, que es una lata hacer esas cosas, pero ahí está la gracia, en la diversidad de gustos y en aceptarlos.

El año pasado acompañé a una corrida a una amiga con su bebé; me pidió que la acompañara y yo le dije que me daba demasiada lata (pereza), pero si quería yo iba en patines al lado de ella llevándole el coche (carrito del bebé). Para nosotras fue entretenido porque así ella corría con los brazos libres y su hijo estaba con ella, además yo ni siquiera tenía que moverme mucho ya que sólo con el impulso de los patines llevaba el mismo ritmo que ella por lo que además no era un riesgo para los demás corredores ni nada por el estilo. Hasta ahí, no le íbamos haciendo daño a nadie e íbamos felices a nuestro propio ritmo, lo malo era la cantidad de insultos que recibí de gente que estaba MIRANDO, me gritaban que con patines era muy fácil (me hubiera gustado saber cuántas de esas personas sabían patinar o hubiesen echo 21kms), que así lo hacía cualquiera, que estaba haciendo trampa y un montón de cosas más. Igual en más de algún caso tuve muchas ganas de contestarles pero finalmente preferí que no me afectara y entendí que es un tema de costumbre. Hace 10 años atrás, cuando andaba corriendo alguien en la calle, las bromas y gritos eran los mismos que recibí yo andando en patines, mientras no tengamos la instancia de una actividad exclusiva para nosotros creo que si lo hacemos sin perjudicar ni interferir, no hay ningún problema. ¿Cuál es mi sueño? Una corrida en patines como las que hacen en Buenos Aires, juro que el día que haya una de esas acá seré la primera en inscribirme, si estamos tan cerca, ¿qué nos falta a nosotros para tener una?