Creada por el ganador del Oscar, Ray McKinnon, Rectify se estrenó en Estados Unidos el 2013 y desde entonces ha conseguido seguidores de culto, sin mencionar elogios de la crítica, y hoy ya se encuentra en su tercera temporada. La serie es de tono melancólico bordeando en lo aséptico, pero su desarrollo de personajes es tan conmovedor que consigue un contraste extraordinario con la temática un tanto macabra.
Aden Young entrega una perfectamente matizada interpretación del apático Daniel Holden, agobiado por la culpa y los 19 años de confinamiento; Abigail Spencer combina fragilidad y fortaleza en su rol de Amantha Holden, hermana menor de Daniel y fiel defensora de su inocencia; y J. Smith-Cameron brilla con su incomparable desempeño como Janet Talbot, madre y protectora de Daniel.
Rectify no se enfoca en la búsqueda de la verdad. Si bien el caso de Hanna sigue abierto y es investigado por el sheriff Carl Daggett, la serie esencialmente se concentra en la vida cotidiana de Daniel y su familia, su retorno al mundo real y su incapacidad de dejar el pasado atrás. Su relación con los otros personajes es incómoda, sus costumbres son las de un adolescente, y su mente deambula de forma permanente entre los incontables libros que leyó en prisión y los recuerdos que lo atormentan.
Aunque un tanto deprimente, esta es una de esas series que con el tiempo se vuelven trascendentales. Su número de seguidores es limitado, sin embargo, es muy probable que Rectify —que se supone finaliza en su cuarta temporada— sea recordada por siempre como una de las mejores series de nuestros tiempos.
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