Cuando menos lo esperas...

Cuando se me ha perdido algo importante como un par de llaves o el celular, típico que lo revuelvo todo y me doy mil vueltas sin encontrar nada sino hasta que, después de darme un break por sanidad mental y ocuparme en otra cosa que no sea jugar "Buscar a Wally" con mis cosas es que de la nada se me prende la ampolleta y me digo "Pero obvio, si dejé mi billetera con todos mis documentos y mi recién-cheque-sueldo en el OTRO bolso, el grande, cuando salí al súper". Y así con las cosas materiales, los sentimientos también son expertos en hacernos jugar malas pasadas, haciéndonos pasar horas desvelándonos por la falta de X (agregar aquí lo que les sea escaso y/o problemático en este momento) sin siquiera un mínimo rayito de sol que se vislumbre en el horizonte de nuestras resoluciones emocionales y mentales.
Los CÓMO, CUÁNDO, DÓNDE, CON QUIÉN, (etc) podremos resolver lo que nos perturba la psiquis y el corazón son una carga que, al final de todas las noches insomnes, se convierte en un poco práctico costal de tierra que no nos deja hacer mucho de nada y llena de suciedad todo lo que hacemos ( a esas alturas, MAL hacemos). Cuando ese pesar, ese costal se vuelve insostenible por su peso, finalmente debiésemos resignarnos y dejar que la gravedad nos gane la batalla de no poder arrastrarlo más. Yo por mi parte muchas veces he terminado de puro cansancio dejando ese montón de tierra  en un rincón y devuelvo mi atención en todo lo que habría descuidado por culpa de mi sobre preocupación frente a lo que no podía inmediatamente resolver, por más horóscopos, consejos familiares y de amigos, horas de lectura de psicología online y recocidos análisis de todo lo que debía no haber hecho para que lo no funciona nunca se hubiese averiado. Y es en ese momento en que me fijo que OH, SORPRESA, el mundo ha seguido su curso sin mí, con tantas cosas nuevas de las que me había perdido y que ahora me animo a retomar y aprender al revés y al derecho, queriendo ser parte de esos espacios tanto más grandes e interesantes y por sobre todo DISPONIBLES que la solución a mi desgastado problema. Y mientras me meto de lleno en nuevos proyectos y nuevas experiencias, ese montón de tierra sigue ahí en su rincón oscuro, acumulando moho y quién sabe qué otras cosas.
¿ Dónde habré dejado mi cerebro?

Pasa el tiempo y el montón de tierra es olvidado, hasta que un día, por accidente una abuelita que habita ahora en la casa se topa con una puerta por detrás del cuarto del lavado. En su curiosidad abre la puerta que no presenta mayores trabas. Dentro del cuartito existe una planta rodeada de tierra. Una pequeña ranura abría facilitado luz solar durante todos estos años y la humedad propia del lugar alimento suficiente para que el pequeño habitante germinara. En uno de sus tallos un ramo de flores violeta se encuentra abierto de par en par, maravillando a la abuelita con su hermosura. " Qué bellas flores, las pondré en el jardín para que así todos las puedan ver" dijo la abuelita.


....Pero antes de que esa abuelita sea abuelita, que esa tierra tenga flores y que se planten en el jardín, me ha tocado que siempre, al tirar la toalla, al olvidarme de lo inolvidable, es que me encuentro con puertas escondidas, tesoros inesperados. Cuando he dejado de buscar respuestas es que he encontrado una nueva vida que acoge y acompaña a la anterior.






CONVERSATION

6 ya son Blogger@s:

  1. Primeraaaaaaaaaa xD eso espero, como siempre tu y tus maravillosos juegos de palabras, donde lo salado se mezcla con lo dulce, amiga, consejos no te puedo dar porque a mi también me pasa, pero el malabarismo no conduce a nada, pasa la aspiradora antes de que salga el hongo y el pus,no tires la toalla y persevera, siempre podrás volver al mundo y ponerte al día. TU CACHAY...PERSEVERA

    pd: siempre es agradable encontrarse con tesoros y sorpresas, yo también comenzare a despejar mi suelo interior para ver si me encuentro con un rayito de luz lleno de vida y ganas

    ResponderEliminar
  2. liiiiiiiiiiiiiiiinda gracias por tu barra, pero al parecer me salió muy emo mi entrada jajajaja, ya que ando súper japi por la vida. Es más que nada una reflexión a partir de mil cosas ya que se me están dando muchas oportunidades muy buenas en estos meses y me acordé de lo poco que se ven las cosas de las cuales solía preocuparme.

    Igual pasaré la aspiradora, no sea que me salgan polillas en el clóset o gusanos debajo de la cama.

    :)

    ResponderEliminar
  3. (me permitiré ser LO rota en mi comentario) ME CAGASTE!!! me paso la vida tratando de entender cosas que no tienen sentido ahora... cuando abro los ojos todo cambio su rumbo y me tengo que subir corriendo al tren del disfrute. Espero que mis montones de tierra den pensamientos (que lindas flores!).

    ResponderEliminar
  4. jajajajaja amé tu cometario rociosalazarp!, como dice ( decía) doña Celia Cruz "la vida es un carnaval..."

    :)

    ResponderEliminar
  5. me encantó!
    sobretodo porque yo suelo buscarle la 5° pata al gato, y cuando la encuentro... habiéndome demorado mil tiempo, empiezo por la búsqueda de la 6°... soy agotadora, exigente, quisquillosa, enrolla'... pero he aprendido a mirar en chiquitito y disfrutar de los momentos que te da la vida, sin cuestionarse tanto. Las cosas son como son y a veces, es mejor no saber...

    ResponderEliminar

Todo comentario que no tenga relación con el post o sobrepase los límites de la libre expresión, será moderado y no saldrá publicado.

Back
to top