Mi atracción por la complejidad, los dilemas existenciales y los misterios de la vida es innegable. Muchas preguntas formuladas me han llevado a explorar el mundo para buscar las respuestas. Explicaciones teóricas me sobran (los textos acumulados en mi pieza lo certifican) y discursos por doquier he ido escuchando. Pocas cosas me han logrado remover. Dentro de ellas, esta frase, recitada por uno de mis profesores, logró abrir mis ojos y sorprenderme:
"Se necesita entrar en la complejidad, caer en el insomnio para no automatizarse. Se necesita profundizar para luego volver a lo pequeño, porque lo pequeño es hermoso"
La verdad es que toda la idea me llevó a pensar en la importancia de los detalles, de las sutilezas de la vida. Muchas veces he pensado que detrás de grandes preguntas, existen grandes respuestas, pero no siempre es así. De hecho, la mayoría del tiempo resulta ser todo lo contrario.
Es cosa de pensar en todos aquellos momentos, aparentemente nimios, pero que nos conmovieron: la palabra exacta en un momento difícil, la sonrisa de un niño después de un mal día, el abrazo de un amigo que no veías hace mucho tiempo, compartir un rico helado con gente que quieres, comerte un chocolate viendo tu programa favorito, disfrutar de una ducha luego de un día agotador. Todos aquellos son regalos de la vida, si es que logras verlos y agradecerlos, y mejor aún cuando puedes darlos sin pedir nada a cambio.
Aunque la noción de "los detalles marcan la diferencia" puede ser un tema trillado, si nos miramos, podremos ver lo difícil que es ser simple, poder agradecer el día a día, lo cotidiano de nuestra existencia. No se trata de hacer vista ciega a los problemas o minimizarlos, sino que verlos, entrar en ellos, para no "automatizarnos", y luego ser capaz de regresar a lo pequeño.
Así que mi invitación es que tengan el corazón abierto para recibir a estos pequeños con alma de grandes, que los compartan, los disfruten y los agradezcan. Puede ser que estas lucecitas les ayude a encontrar el camino de regreso a casa. Nunca se sabe.
Es cierto lo que reflexionas. Me ha pasado que por andar fijada en alcanzar una meta se me escapan los detalles de los cuales hablas, sin darle importancia a esos mínimos momentos que tantos nos llegan a hacer faltan cuando dejan repentinamente de estar en tu vida.
ResponderEliminarBella entrada!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBienvenida VOCES!!!
ResponderEliminarMe has tocado el alma con tu entrada. Es difícil ver lo importante dentro de tanto urgente... aunque a ratos se ven luces de lo que te hace realmente feliz. Acepto tu invitación conscientemente y comprometiéndome a sacar el filtro de la banalidad.
Nuevamente, BIENVENIDA!
muy buen escrito rocio ...interesante y claro
ResponderEliminarpara mis los detalles son !IMPORTANTES ! UN BESO
Vita, enchúfate!!! jajaja. Es una entrada de VOCES.
ResponderEliminargracias x los comentarios! es bkn tener este espacio
ResponderEliminarun abrazo!
Bienvenida Voces, tu entrada es muy importante, la capacidad de sorprendernos se esfuma rapidamente con nuestra automatización. Hay que tomar esas buenas costumbres de la religión como agradecer cada día, cada comida, y apreciar a quienes nos rodean y sus gestos, apreciar la vida que es corta y esta llena de detalles. Salir a caminar solo por el gusto de respirar y ver como los arboles son arboles, o como los insectos disfrutan de su vida que es corta y efimera para nosotros. En fin, ... saludos y felicitaciones por la entrada
ResponderEliminarMi libro favorito desde la infancia se llama "Ami, el niño de las estrellas", se trata de un extraterrestre con apariencia de niño que visita a un niño terrestre y le enseña algunas cosas y este tema de los detalles, de las cosas importantes las explican diciendo que vivimos en un constante estado de hipnosis... les voy a poner un fragmento para que vean de que hablo:
ResponderEliminar-Todas las personas son hipnotizables -dijo Ami-, además, todas están hipnotizadas...
- ¿Qué quieres decir?... Yo no estoy hipnotizado... estoy despierto.
Ami se rió bastante de mi afirmación.
- ¿Recuerdas cuando veníamos por el sendero?
-Sí, lo recuerdo.
-Allí todo te pareció diferente, todo te resultó hermoso, ¿verdad?
-Ah, sí... parece que ahí sí que venía hipnotizado... ¡Tal vez tú me hipnotizaste!
- ¡Estabas despierto! ahora estás dormido, creyendo que la vida no tiene ninguna maravilla, que todo es peligroso. Estás hipnotizado, no escuchas el mar, no percibes los aromas de la noche, no tomas conciencia de tu caminar ni de tu vista, no disfrutas de tu respiración. Estás hipnotizado con hipnosis negativa, estás como esa gente que cree que la guerra tiene algún sentido "glorioso", como los que suponen que quienes no comparten sus hipnosis son sus enemigos, como quienes piensan que lo que se lleva puesto por fuera le otorga algún valor a la persona; todo eso es hipnosis, todos están hipnotizados, dormidos. Cada vez que alguien comienza a sentir que la vida o un momento es hermoso, entonces está comenzando a despertar. Una persona despierta sabe que la vida es un paraíso maravilloso y lo disfruta de instante en instante... pero no pidamos tanto en un mundo incivilizado... Pensar que algunos se suicidan... ¿te das cuenta qué barbaridad?
Yo he estado varias veces despertando, creo que últimamente llevaba varios meses despierta pero hace algunos días volví a apagarme.
ResponderEliminar¡Qué reflexión tan hermosa sobre la importancia de los pequeños detalles en la vida! En Detallosfera.com, ofrecemos regalos personalizados que capturan esos momentos especiales y únicos. Descubre más en nuestra tienda.
ResponderEliminar