Se siente contusa, maltrecha y ajada; no logra retornar a los días alegres. Quiere disfrutar de sus tostadas francesas en el Bistro de la Barra, pero la miel ya no es tan dulce como la recordaba hace un año.
Piensa en los kilómetros que tuvo que recorrer para llegar a esas vacaciones soñadas, el ticket lo canjeó con millas de incontables viajes anteriores que dejaron de ser significativos, porque se transformaron en el medio para llegar a ese punto desértico, ese punto donde conoció a su Guardián... ese punto en que se le quebró la vida.
Quiere conservar el paso de su Guardián, ese que le dijo que la acompañaría hasta que el sol se apagara, pero no supo leer que su sol era perecedero.
Las vacaciones terminaban, el sol se iba agotando. Ella le quiso dar las fuerzas que a él le hacían falta, pero en él no habían ganas de continuar.
No insistió.
Dejó las tostadas a un lado, definitivamente la miel perdió su sabor.
que heavy!!!
ResponderEliminarme recordó a Marc Anthony en NO ME AMES...
Me gustó!
ResponderEliminarrecordé ciertas cosas...
después de todo...
todas hemos tenido "un guardián"...
que no ha tenido ganas de continuar...
Saludos!
omg, estas historias así me recuerdan de repente esas historias de amor y desamor en blanco y negro...
ResponderEliminarexcelente cuento, gracias Amaranta
gracias chicas!! que bueno que les gustó =)
ResponderEliminarVaya, tiene mucha sensibilidad en las letras señorita Amaranta :P
ResponderEliminarGracias Simón =)
ResponderEliminaresta muy lindo XD
ResponderEliminarsiga asi!! =)
Amaranta, estuve mirando tu blog y me gustó, pero no está actualizado, ya no escribes?.
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