Durante mi vida, he tenido muchísimos pololos (comparado a otras amigas) y no es que sea de relaciones cortas tampoco, porque casi todos, han sido pololos oficiales; de esos que van a tomar oncencita a la casa, que le presentas a tus amigos, que se va de vacaciones contigo y tus papás y compartes navidades y años nuevos… Si, muchos… y de esos. Es que crecí en bajo la premisa del “pololeé harto, mijita, no mah”, si pueh, aconsejada por abuelas, tías, amigas de mamá, mamá, y toda la millonada de mujeres de mi familia, y cercana a ella. Lo que quizás no consideré para esta premisa es que la mayoría de esas mujeres tan importantes en mi vida, o estaba sola, mal acompañada, o separada de hecho, o legalmente, o divorciada o simplemente, viuda.
Que importante hubiese sido haberse dado cuenta de esto antes, porque creo que esa hubiese sido la única manera de poder parar de buscar al príncipe azul. Si eso le sumamos toda la publicidad de Ken en Mattel y Disney, es evidente que me tenía que confundir.
Antes de haber iniciado mi vida de “pseudo-housewife” a los 25 , creí que ya en relaciones amorosa lo había experimentado y vivido todo. Y que ya no buscaría más, porque, los príncipes no existen. Y me quedé, con quién creí que era lo mejor para mí. Y en ese momento lo fue. Sumado a eso, mis amigas se casaban, tenían hijos, y establecían sus vidas con sus respectivos novios. Yo también quería lo mismo. Pero muchas veces, los sueños, distan mucho de la realidad, y no fue distinto para mí. Ahora que estoy de regreso en la casa de mis papás y que a los 27 años, no tengo la vida resuelta ni tampoco creo estar cercana a tenerla, como muchas de mis amigas. Creo que hubiese sido valioso, poder haber escuchado, con más claridad, lo que esas mujeres me quisieron decir.
Es cierto, con cada relación uno crece y la ventaja es que puedes ir descartando aquello que sabes que no te gusta, y no volver a repetir el patrón, pero el costo, igualmente es alto. A estas alturas, hubiese preferido no tener tantos pololos. Hubiese preferido saber amar intensamente a cada uno, haber disfrutado más sus virtudes, en vez de fijarme tanto en sus defectos. Me la hubiese jugado por no encontrarle la 5° pata al gato a todo y hubiese vivido más a pleno mis emociones. No hubiese estado con algunos, lo reconozco, porque creo que muchos de “esos” pagaron el precio de mi no poder estar sola y de mi búsqueda ansiosa por quedarme con el mejor de los mejores. Yo quería mi príncipe azul.
Y es que no vale la pena buscar tanto, y tener tanto “ensayo-error”, es simple, te mareas, es como cuando compras zapatos, no puedes ver y probarte tantos, porque después no puedes elegir. Y no es que yo haya querido elegir, es que simplemente, estaba pendiente del defecto, de lo que no me gustaría y cuando lo encontraba, listo, ya no era él. Y empezaba la búsqueda de nuevo, porque ya tenía clarito como el agua, que el que estaba al lado mío, ese, no era, pero tampoco lo dejaba, por si acaso.
Hoy, ya no quiero eso, hoy sólo quiero un hombre de carne y hueso, que me ame intensamente, que respete mis decisiones y mis fenómenos, que me pueda abrazar para contenerme, para consolarme, para darme cariño o simplemente para amarme. Que no cuestione tanto mis acciones, que más allá de entender, pueda amar mis cambios, y sentirse orgulloso de mi crecimiento. Que sea mi compañero, mi cómplice y todo lo demás. Que disfrute de la vida, de la simpleza, que ría de los absurdos, que invente estupideces para hacerme reír. Yo a cambio estoy dispuesta a entregarme como soy, con todos mis absurdos, con toda mi preocupación excesiva, con mi amor intenso y desbordante, con mis paranoias y mis dulzuras. Estoy incluso dispuesta a ser paciente, a no arrancar a la primera, incluso a vendarme, para no andar en busca de los defectos. Hoy no espero perfección. Hoy no espero a un príncipe azul.
Amé tu entrada me dio mucho que pensar, es como verse al otro lado del espejo ( mi situación es inversa en cantidad pero similar en resultado).
ResponderEliminarQué bien pones en palabras lo que muchas hemos sentido y concluido a partir de nuestras historias amorosas, por lo menos la mía.
muy buena entrada
ResponderEliminarme identifico a mil contigo sobre todo en el ultimo parrafo
la verdad que nunca se sabra que la decision que tomas al elegir a alguien es correcta...yo he caido mil veces....y la verdad no hay formula..lo incondicional es dificil de encontrar....porque a veces creamos una imagen de alguien .....solo la creamos..no es real...
animo....! exito...un beso
Muy buena entrada, pienso y estoy segura de que todas las mujeres buscamos el príncipe azul y soñamos con casarnos y vivir felices por siempre.
ResponderEliminarCreo que el secreto esta en ser tolerante, nadie es perfecto y lo más importante es el amor, entender que las personas crecen y amar las diferencias del otro. Si la balanza pesa más del lado bueno pienso que estas en buen camino.
A lo mejor el ser perfecto es precisamente no serlo, por algo somos como somos.
Así que te deseo toda la suerte en la búsqueda de tu hombre perfecto, tu príncipe azul.
Mil gracias, me encanta que les haya gustado...
ResponderEliminarVita, sabes que? Creo que la incondicionalidad, a veces raya en la paranoia, y es tan difícil distinguir el límite entre lo sano y lo insano...creo que es imposible, siendo humanos, no poner condiciones al amor... si no, sería tan fácil encontrar.
Y aunque no lo crean, yo si ya encontré a mi hombre normal (L)estoy en el proceso de no arrancar a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera jajajajaja
Es como un karma eso del principe azul, todos quedamos cagados por alguna mina solterona que creo el principe azul, uno cumple con lo basico intentar ser buena pareja y hacer un poquito mas feliz la existencia de 2 almas que confluyen!!!
ResponderEliminarfelicidades p0ps! gran entrada!
Pd: un vasallo negro te sirve?
Es una buena entrada, muy fácil de leer y muy entretenida, además que refleja muy bien tu visión sobre los hombres. Felicidades p0ps_.
ResponderEliminarSalud!
Interesante entrada, ciertamente ser demasiado idealista te lleva a muchas desilusiones.
ResponderEliminarSuerte con su no tan principe, no tan azul :P
Ummm no podias haber relatado mejor la historia de mi vida, jejejejeje, lo bueno es que ya entendí que no existe ese famoso principe, ya no leo cuentos de hada, hoy pido lo que necesito y eso es alguien que me ame, me cuide y me valore, que no quiera matar mi esencia y a quien yo pueda amar tranquilamente
ResponderEliminarno es por ser mala onda...
ResponderEliminarpero que alegría no sentirme la única!!!
un cigarro menos! XD
No eres la única, aunque siento que sigues soñando cuando pides a un hombre no tan príncipe XD... es bastante presión para un hombre el tener todas esas características todo el tiempo, y además, depende mucho de ti, más que de él. :S. Por ejemplo yo tengo mucho de eso pero a veces gano y otras no (canción de machos style)... y es que las mujeres son tan complejas que se ven limitadas cualquiera de las características que mencionas al momento de enfrentar situaciones sin salida :S donde no parecen ser suficientes... creo que te falto "que sea tolerante y tenga paciencia"
ResponderEliminarRepetido y poco creativo.. perdón está muy repetido y tipificado "Ya no busco al principe azul" que yo sepa esa epoca nunca existío ... en la realeza europea tal vez .. tal vez........... y no creo que sea tu caso.. perdón nuevamente si es muuy pesado lo que dije pero es lo que creo..
ResponderEliminarRepasando!!!
ResponderEliminarpucha que escribí lindo!!!
Wena Natalia!
ResponderEliminarNo había visto tu publicación.
En todo caso, solo para aclarar, no hablo de generalidades en esta entrada, hablo de lo que me ha pasado a mi, a lo mejor contextualizado en algo que si claro, como mencionas, es bastante típico.
Saludos, y gracias por postear y leerme!