Esta va a ser una entrada mucho más personal a lo que acostumbro escribir, pero como estamos en una comunidad femenina me sería grato tener otras perspectivas sobre los asuntos que relato a continuación. Ha sido una semana compleja, con muchos cambios y muchas puertas que se empiezan a abrir, pero que no sé cuál cruzar primero. Entrevista de trabajo ( uno realmente muy bueno), ayudando a los papis de los bebitos que cuido a cambiarse de casa, confirmación de fechas para postular a una universidad en Chile a fines de año y mi papi que se va a operar de tres hernias. Tantas cosas juntas me tienen la cabeza hecha sopa, apurando decisiones que no tenía idea que tendría que tomar tan luego, poniendo mis capacidades a prueba, poniéndome a prueba conmigo misma.

Vamos por parte. Lo del trabajo, si me lo dan podré por fin planear qué hacer con mi vida este año, ya que aunque el dinero no hace la felicidad pucha que ayuda a consolidar sueños, sueños de volver a Chile lo antes posible y empezar a vivir mi vida de verdad, sola y no a cuestas de nadie. Mi relación con los bebitos que cuido me ha impulsado a replantearme tantas cosas, que ya estoy grande, que quiero ser mamá ( llega a ser ridículo sentir como "tira el útero"), más ahora que tengo a otras mujeres jóvenes en mi vida, de mi edad, se han aventurado en el territorio maternal, lo que me han hecho pensar "¿ Bueno, y yo?" ( cuándo, cómo, por qué, etc). A eso se le suma que tengo 100% confirmada fechas y becas para estudiar nuevamente en Chile, una oportunidad que no quiero dejar pasar ni loca, poder darme un nuevo impulso y experiencias y sacarme todo el jugo que sé que tengo de aportar más profesionalmente. Y en eso me complico ¿qué será mejor, hacer carrera o ser madre primero? Lo que más tiene sentido ahora es aprovechar el estudio  en primera instancia, pero... 

En eso llego a mi última novedad semanal y es que a mi papá lo van a operar como por 4 vez en tres años, y el ya pasó la tercera edad hace rato. Poder ejercer lo que a mi me gusta y tener el orgullo de ser una profesional de tomo y lomo es algo súper importante para mi, pero tener una familia también lo es, más ahora que con cada operación de mi papá siempre pienso que tal vez esa sea la última vez que lo vea. Fuerte, pero ya me ha hecho pasar sus sustos y aunque está sano dentro de todo, la edad pesa y si el ya no está, aparte de la pena mi familia se vería súper reducida. Hija única viviendo en Luxemburgo con mi mami, sin tíos, ni primos ni abuelos por parte de mi papá y toda mi familia desparramada por el mundo por parte de mi mamá, se me complica mucho pensar en postergar indefinidamente hacer mi propia familia. Sé que algunas mujeres darían todo por estar en una posición tan privilegiada como la mía ahora, con la oportunidad de poder decidir entre estas cosas. Pero, si vuelvo a mi hogar y entro a estudiar y, oh sorpresa, el amor de mi vida me invita a hacer nuestras vidas juntos, hacer familia .... es un caso muy extremo, más ahora que se supone que estoy soltera, pero esta ha sido una semana rara, ha sido un año y medio súper raro, entre terremotos, despedidas, muertes, madres primerizas, bebés, nueva casa, nuevo país, nuevo idioma, corazones rotos, matrimonios finalizados, celebraciones en islas paradisíacas, proyectos virtuales... no me extrañaría que esta tendencia de todo lo malo y bueno junto siga dándose por un buen tiempo más.

Si tuviera una varita mágica, haría todo junto! pero como esto es la vida real, me complico, ya que son todas opciones que me encantan, pero para las cuales tengo que estar segura de cómo proceder y, por sobre todo, qué actitud tomar: seria, a vivir la vida, mamona, súper energética, tranqui, o todas juntas.