Ayer fui a un seminario de mi casa de estudios, en el que se trató el tema del abuso sexual. Y aunque se trataron diversos aspectos del tema, como el rol del estado en casos de abuso, el perfil de quién abusa, como es la relación y los personajes implicados en el proceso, entre otros, el tema me hizo recordar aspectos que vivimos a diario, con distintos tipos de abusadores.
Me perdía en el tema, cuando una especialista habló de pronto de la ley del silencio, que se produce entre víctima y abusador, y de cómo ésta mantiene la situación. ¿Cómo podría hablar la víctima si por ejemplo al hacerlo destruiría un hogar, una familia o una relación?
Luego de esa interrogante, me di cuenta que esa Ley del silencio no es sólo característica de situaciones de abuso, sino que también se da en otras circunstancias y problemas. ¿Cuántas veces nos quedamos callados para aminorar conflictos? ¿Cuántas veces no acusamos ni hacemos ver los errores de otros, o de nosotros mismos, para no romper lazos?
Recordé entonces un conflicto pasado… A veces es demasiado difícil reconocer que el círculo o la relación que creamos no es ni será la que ideamos. Cuesta hablar sobre aquellos conflictos que romperán los lazos de una situación ideal pero alejada de la realidad. A veces vivimos en un mundo de fantasía y vemos todo potencialmente, esperando que las cosas o personas crezcan junto a nosotros, pero muchas veces no sucede así, y tenemos que dejar refugios y círculos atrás.
¿Es mejor mantener una mentira, esperando en la creencia de que las cosas son, cuando no lo son, o declarar la realidad originando el quiebre inminente de muchas cosas? Dicen por ahí que sin el quiebre del cascarón, no podremos conocer la verdadera vida.
Partiendo desde la premisa de que hay tantas verdades como personas en este mundo, creo que es mejor decir esa verdad. Conflictos por decir mi parecer he tenido muchos (demasiados), pero no he perdido relaciones importantes por esos pormenores. Aunque he aprendido con los años que la forma de decir las cosas es tan importante como el fondo... bajo algunas formas no se ve el fondo, por más trascendental que este sea. Estoy completamente dispuesta a "realizar quiebres" si así es necesario, le tengo cero miedo al conflicto.
ResponderEliminarConcuerdo completamente con rociosalazarp, el medio es siempre tan importante, o incluso más importante, que el mensaje. Hay veces en que la verdad sólo será tomada en cuenta si se expresa con muuuuucho tacto y, en otros momentos hay que ser súper frontal para decir las cosas. Pero al final del día, si hay algo que nos tiene podridas hay que expresarlo, aunque hay que saber discernir entre abusos reales y no tan sólo pataletas de nuestras niñas malcriadas internas ( tampoco es bueno caer en el otro extremo, de quejarse por todo). Pero la entrada de la_papio hace hincapié en los silencios que guardamos frente a las injusticias y los abusos,silencios que a veces ejercemos por no querer herir a los demás que viven en una irrealidad.
ResponderEliminarExcelente entrada, me encantó.
Claro, igual concuerdo con ambas. Esta entrada se enfoca más a los abusos, y a no querer verlos, identificarlos, al no decir "sí, algo está pasando de verdad".
ResponderEliminarNo digo que todo conflicto termine en abuso o nazca de él, sólo que sí hay personas que abusan y lo disfrazan a veces con caritas de ángel, hasta con no querer hablar el tema. Bueno, puede suceder de muchas maneras...
Bueno, las relaciones interpersonales son difíciles y también pueden ser simples. Ahora, es cierto que muchas veces callamos para no enfrentarnos a un conflicto y no explote la olla, por mi parte eso no suceso por eso generalmente me enfrento a conflictos, diálogos y hasta peleas. Si me preguntas a mi al final que es mejor, no lo se, he intentado quedarme callada pero siento que soy como una bomba de tiempo que en cualquier momento estallara y dejara la grande, pero cuando no me guardo nada también pasa que ocurren confrontaciones, distintas formas de pensar y ver las cosas, no se, I am lost
ResponderEliminarMe encanta que hables de que hay OTROS abusos. Personalmente, hubo un tiempo que hice a callar a todo piropero callejero. Todos esos imbéciles que se acercan para decirte "rica" al oído.... yo les respondía algo de vuelta. A los que te hacen "psst" les decía que de esa manera se llama a los ANIMALES... etc etc etc. Sé que suena absurdo (en verdad lo es un poco) pero te juro que siento que, como mujeres, parecemos ganado en mostrario, en vitrina.
ResponderEliminarYo soy bailarina: ando siempre derecha. Y andar derecha resalta TODO. Y si resalta todo, NO ANDAS TRANQUILA por la calle.
Para mi, eso es también abuso y me apesta. Y no hay nada que hacer excepto taparse. La verdad.... a veces, cuando tengo que ir al centro, ENVIDIO a las musulmanas.
te juro...
BESO! buen tema, excelente!
Marwa.
Es cuático el tema del silencio, el caso de los abusos y maltrato he estado viendo mucho en casos clínicos, y es brígido lo importante q es poner palabra para crear realidad, xq así como ciegos no podemos ver, al ponerle nombre, las cosas adquieren realidad. Creo q es cierto lo q dices de q esta ley de silencio se recrea en otros contextos, y lo más difícil es asumir verdades q duelen, pero creo que es mejor sufrir por una verdad, q vivir engañado todo el tiempo =)
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