Bad Roommates: Viviendo con el enemigo.

La convivencia es un tema muy complicado, sobre todo cuando se trata de la pareja. Pero hoy no me enfocaré en esa situación, sino en lo que sucede cuando convives con amigos, conocidos, no conocidos, inquilinos, familiares, etc.

Encontrar una persona que sea como tú, o compatible con tu manera de vivir, creo que no es tan fácil como aparenta ser. La experiencia (vivir con familia, hermanos, sola, amigos y conocidos) me acerca cada vez más a la decisión de querer vivir sola cuando dependa solo de mí, económicamente. 



He tenido de todo tipo de situaciones, desde vivir mega ultra feliz con alguien que va a mi mismo ritmo y comparte las mismas metas y gustos que yo, hasta no poder compatibilizar ni los tiempos en que vive cada uno, la manera de hacer las cosas ni considerar un respeto hacia el otro.

Si hay condiciones imprescindibles para instaurar una buena convivencia, creo que son el respetar los espacios, tanto los personales como los comunes, y respetar al otro, o sea, estar consciente en todo momento que estamos viviendo con otra persona, y por tanto darse cuenta que no todas las decisiones que se toman corren por cuenta de uno, y haga lo que haga, o no haga, siempre afectará a otra persona. 

Ilustración de The Visual Alchemist
Por mi parte creo que todas las veces que no ha resultado una convivencia, o ésta, siendo buena se ha tornado nociva, ha sido por no cumplir una de estas dos leyes del buen roommate. Creo que a veces pecamos de no darnos cuenta donde termina el espacio propio y comienza el ajeno, y no hablando estrictamente de lo físico, sino que en todo aspecto, ya que a veces nos metemos donde no debemos, o hacemos cosas que invaden a otro, generando incomodidad y enojo. Lo mismo se aplica con nosotros, ¿No es incómodo que de repente nos encontremos con que se han metido en nuestras cosas, o no han respetado el límite de las cosas?

Totalmente desagradable es vivir con alguien que pasa a llevar todo lo anterior y parece no importarle tanto las consecuencias de sus actos, como si podrían incomodarte o no a ti. Por todo creo que uno debe conocer bien con quien va a convivir, saber en qué se está metiendo uno, para tener en cuenta si será algo soportable, compatible o definitivamente romperá los lazos que tenían o que están tratando de crear. Piense bien con quien se mete en estos casos, o trate de que ambos estén en la misma sintonía, o si no es posible que termines viviendo con un enemigo.




CONVERSATION

3 ya son Blogger@s:

  1. uff tu entrada me hace recordar cuando viví por tres mese en EEUU en el frió mismo a más de 30 grados bajo cero, casi en Canada y con 7 si 7 roommates, fue de verdad no se no tengo palabras, todos desconocidos a excepción de mi amiga de la universidad que ya era complicado vivir con ella por tema desorden, ni te imaginas, osea, cero respeto con la privacidad con espacios comunes importante como baño, living, cocina. Al final opte por pasar el menos tiempo posible en mi casa y usarla como para dormir solamente porque de verdad fue muy duro, estuve que ser demasiado tolerante y paciente para no explotar de la histeria, yo super limpia y ordenada viviendo con la mayoría que no estaban ni ahí, comiéndote tu comida, dejando el baño para la embarrada y etc etc etc. Lo peor que uno puede hacer es vivir con gente que no conoce o que no es compatible con uno. Menos si no son tolerantes pues ahí todo mallllllllllllllllll

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  2. Yo por mi parte, cuando estoy de visita siempre trato de preocuparme de no pasar a llevar los espacios de los demás, al punto de que mi "persona" visita puede hacer creerle a los demás que soy súper ordenada cuando en realidad soy todo menos ordenada ( en un campamento de voluntarios durante un verano me gané un diploma "Miss limpieza" que ahora guardo entre los miles de cachureos que tengo acumulados en mi pieza)

    También me acordé de cuando me media hermana se vino a Chile de visita por 5 semanas....del terror. El baño lleno de pelo, productos del aseo por la casa, le presté una plancha de pelo nueva y se la hechó, alegaba por todo ( la micro, el aire, la gente, los autos,los viajes largos, etc) pero igual quería salir todos los días a lugares en la punta del cerro y yo explicándole que iba a tomar tiempo llegar, pero igual alegaba....horrible. Además, cada vez que trataba de "ayudar" cocinando o lavando la ropa, dejaba la embarrada en el piso lleno de comida o usaba la ducha para lavar su ropa (???) y dejaba el piso del baño lleno de agua.... como mi papi también estaba no dije nada por que si hubiese abierto la boca creo que hubiese sido peor ( ya que más encima el temperamento de mi hermana era tan apacible como el de un toro, se enojaba por todo). Eventualmente le comuniqué mi descontento y su respuesta fue " es que tu no estás acostumbrada a vivir con una hermana"


    ......


    PD: mi media hermana ya pasó los cuarenta hace rato.

    PD: súper pelador mi comentario :P

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  3. jjajajjaa, pucha creo que somos muchas las personas que hemos pasado por malas convivencias... Cuesta adaptarse al otro o vivir con normas de acuerdo para no perjudicar al otro. Igual creo que con los años todo mejora y nos hacemos más conscientes de que hay un otro afectado, o bueno, quisiera creer que sí sucede, aunque es relativo, siempre lo es.
    Saludos chicas!

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