Creo que a todas nos ha pasado alguna vez. En algún momento de nuestras vidas nos hemos preguntado ¿Y si tuviera que verme en pelota frente a un montón de gente, lo haría?. Sea porque tienes la oportunidad de ir a una playa nudista, o te ofrecen mucha plata por participar en un experimento sin batas médicas, o la obra de teatro/película sería más efectiva con una escena de desnudo... aunque tengamos que considerar también el contexto, si es por dinero, salud, experiencia o amor, el hecho es que ante la posibilidad de exponer nuestra desnudez frente a varios extraños a la vez ( cambiarse rápidamente en un camarín no cuenta, hablo de pasar horas prolongadas completamente desnudas frente a otra gente)... ¿lo haríamos?

El domingo recién pasado estuve con una amiga chilena que hizo una parada en Luxemburgo dentro de su recorrido por Europa. Por supuesto, como buen país nórdico en el que me encuentro, a pesar de que quedaban tan sólo 3 días para el inicio de verano, llovió casi todo el fin de semana. Más encima el domingo no hay nada abierto y ya nos habíamos recorrido la ciudad 3 veces y aunque mi amiga fue súper buena onda y cordial, sospechaba que Luxemburgo le quedó un poco chico...muy chico ( de verdad, es muy chica la ciudad). Sabía que en el centro deportivo, EL lugar abierto ese día que no era la iglesia, hacían masajes ricos dentro de un complejo de sauna y jacuzzi. Mi mami algo me había dicho que los saunas eran mixtos y que la gente andaba sin ropa adentro de los saunas, pero que el jacuzzi era con traje de baño y los masajes daba lo mismo, ya que eran individuales. No la pensé dos veces y partimos.

Hice la reserva y tras el pago nos dieron unas pulseritas magnéticas. Nos mandaron a un rincón del centro, no había nadie, y había que pasar por un torniquete que giraba al poner la pulsera contra un censor. Todo súper normal hasta ahora. Entramos por una puerta a un camarín, nadie de nuevo, y nos pusimos los bikinis y pasamos por otra puerta que daba a la entrada de una recepción súper linda y pelolais con música relajante y fuerte olor a aromaterapia, con dos hombres de polera y shorts y al costado se veían unas duchas y varias puertas de madera con ventanitas. Los hombres a penas nos vieron pusieron una cara de sorpresa, lo que me debió haber dado la señal de alarma, pero no nos dijeron nada, solo sonreían, demasiado. Nos acercamos preguntando por los masajes y uno de ellos, de lentes, nos preguntó quien quería partir y yo le indiqué a mi amiga que pasara primero. De ahí el mismo caballero nos ofreció unas batas y una toalla para que "nos la pusiéramos encima si queríamos".

Mi amiga partió y yo me dirigí a buscar el famoso jacuzzi. Vi a un hombre con una toalla a la cintura lavándose sus pies en una especia de lavadero patístico comunitario bien bonito, con plantitas y mosaicos, pero no divisé a nadie más salvo otro hombre, también con una toalla a la cintura, metiéndose a un sauna. Claro, me dije, una vez adentro se supone que se puede andar en pelota para disfrutar más de los beneficios, así que hasta que no me sienta cómoda mostrando todo a pepito, diego y juan me salto el sauna para otra visita ( tan huasita yo). Por atrás de las piletas para los pies encontré el jacuzzi y me metí solita. Rico el jacuzzi, muy rico. Pero no había pasado un minuto y el otro hombre de la recepción llegó al lado mió y me dijo con mucha calma y sonriendo " en este lugar se debe sacar el traje de baño". Yo puse mi mejor cara de " a sí, verdad" y pensando "¿en que chucha me metí que hasta el jacuzzi es en pelota?".

Bienvenida, ahora sácate la ropa, ahora.

De puro nerviosismo salieron volando rápidamente mis prendas que puse lo más escondidamente debajo de mi pompis. Por unos segundos me quedé bien quieta en el jacuzzi pensando si no debiese salir al tiro a ponerme mi bata cuando llegó una señora, quien me saludó y se sentó AL LADO MÍO, por lo que ya no podía llegar y levantarme. Un minuto no más pensé, quédate un minuto más y sales a ponerte la bata antes que llegue un hombre guapo, regio y empelo.... Y LLEGÓ UN HOMBRE GUAPO, REGIO Y EN PELOTA. Me puse súper roja y él, como es costumbre en Luxemburgo, me saluda igual que la señora y yo por dentro "NO VOY A PODER SALIR NUNCA DEL JACUZZI SIN QUE ME VEA TODO EL POTO ( blanco más encima por el bronceado en bikini que me quedó de la otra vez)". Miré instintivamente hacia el lado para que se me pasara la cara roja de tomate Y OTRO HOMBRE REGIO ESTUPENDO DUCHÁNDOSE. Miré hacia el frente y metiéndose a una piscina ( fría?) un señor más viejo, como de la edad de nuestros padres, profesores del colegio ( así me inundaban los pensamientos) en su gloria y majestad. En toda mi vida había visto la cantidad de penes en vivo y en directo, TAN CERCA, que había ahora visto en tan sólo 2 minutos ( vi muchos más después).

Igual, pero sin los calzoncillos...

Yo siempre me había jurado súper hippie, de hecho me dio lata haberme perdido la oportunidad de formar parte de el grupo Tunick cuando él vino a Chile. Siempre he querido ir a una playa nudista. Entonces, ¿Por qué tan cartucha? ¿ Fue porque me pilló desprevenida? ¿ Y por qué todos estos hombres insisten en saludarte?

¿ Y cómo va a reaccionar mi amiga cuando se de cuenta que la vine a meter a este lugar?