Vamos de nuevo con el análisis de una palabra compleja. ¿Se han escuchado diciendo “es verdad” ante cualquier cosa que les parece real? Pues hablar sobre verdades no es hablar de realidades, es harto más engorroso de lo que se cree y harto menos liviano que un calificativo. Al hablar de verdad nos encontramos con un universo (eterno, se subentiende) de percepciones, sensaciones, creencias… nos encontramos con la vida misma plasmada en una opinión.
En un periodo de dos semanas –pequeño, considerando que me encuentro en una etapa “zen” en donde trato de elegir mis batallas– me vi discutiendo dos veces sobre este tema. En ambas oportunidades me deshice tratando de explicar que tu verdad no es mi verdad y que si mi opinión es distinta no es necesariamente errónea o falsa (sí, me salí completamente del contexto de la conversación, pero creo que vale la pena esclarecer nuestro medio de comunicación para no enfrascarnos en faltas de respeto o descalificaciones que sólo nos harán ofuscarnos). Pero, sin mediar aviso, ambos interlocutores saltaron sobre mi diciendo “¡pero si esa es la verdad!”, frente a lo que no me queda más que asumir que no entendieron lo que yo decía o no quisieron aceptar mi opinión… quizás ni siquiera me escucharon. El tema es que me hace ruido que al momento de plantear que mi verdad es distinta a la del otro aparezca, en frente mío, el autoritario que todos tenemos dentro (no lo niegue, todos tenemos un poco de “aquí no se mueve ni una hoja sin que yo lo sepa”) y me refrieguen en la cara que, poco menos, no sé nada de nada. Sí, soy una ignorante sin remedio aparente, pero creo que en esta oportunidad me avala la palabra en sí.
Según mi opinión, la verdad es tan personal como cualquier pensamiento que podamos tener, como cualquier sentimiento que expresamos o como cualquier juicio que podamos hacer de alguna persona o evento. Claro está, que para vivir en sociedad hemos tenido que ponernos de acuerdo en unas cuantas verdades, a veces racionalizando en positivo u otras sólo acatando por presión social y/o policial; pero cuando hablamos de percepciones de la realidad, en cuanto a sentimientos o acciones, no podemos ser tan egocéntricos como para IMPONER VERDADES al mundo.
Yo no he vivido lo que tú has vivido, ¿qué me hace merecedora de la verdad absoluta en tu vida? Nunca usaré tus zapatos, por favor no pretendas usar los míos.
"Yo no he vivido lo que tú has vivido, ¿qué me hace merecedora de la verdad absoluta en tu vida? Nunca usaré tus zapatos, por favor no pretendas usar los míos."
ResponderEliminarMuy bien dicho!
Pero ponerme en tus zapatos y que tú te pongas en los míos por unos momentos puede ayudarnos a ambos a entender porqué creemos que nuestra verdad es la única y tolerarnos mejor. O no?
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo en el punto de que cada uno tiene su verdad bajo su percepción, pero para llegar a un acuerdo lo que normalmente se hace es ponerse de acuerdo en los hechos observables para poder llegar a un entendimiento. El mundo no lo construimos de verdades individuales, sino de acuerdos. Personalmente a mi no me gusta que se mantengan las verdades personales sobre situaciones porque generan discusiones y niveles insatisfactorios de comunicación, por eso es importante luego de dar un punto de vista, el acordar una realidad, y ese proceso algunas personas no lo entienden para nada y se queman en intolerancia.
ResponderEliminarLas verdades,, respecto a eso soy sumamente empatica, desde que tengo noción de mi persona que mi madre me lleva diciendo que su verdad no es la mía, porque hemos tenido vidas completamente distintas , lo que no quiere decir que una este mal y la otra bien, pienso que todos tienen su verdad y hay que saber comprenderla desde la verdad de uno, mediante la apertura y la empatia.
ResponderEliminarA veces si me ha tocado escuchar esa frase pero como medio de escusa, como mi verdad no es igual a la tuya no comparemos o no haré lo que tu dices que tengo que hacer y a veces suena un poco a más escusas para no querer mejorar su situación o su forma de ser.
Concuerdo con todos, pero creo que hay un nivel medio gris, que si bien es cierto que lo que prima no es "ganar" qué es "más verdad" sino tratar de llegar a un acuerdo, hay veces en que una de las partes asume su verdad como más importante ( sea por tener más experiencia o vivir ciertas situaciones de modo más extremo, etc)pero no por eso hay que anular la verdad del otro. Es en esos casos que por lo menos yo preferiría ser firme y rescatar que sí existen diferencias entre la verdad de cada un@, antes que se produzca un debate de escala de valores, sobre qué modo de experimentar la "realidad" es más válido o no. En otras palabras, antes de querer coexistir hay que reconocer que existen diferentes formas de experimentar la vida, y que ninguna es más o menos válida que otra. Sólo al salirnos de nuestras nubes de ego es que podemos mirar a otros como un camarada y no un contrincante.
ResponderEliminarY excelente entrada, que ha generado tantos puntos de opinión :)( verdades distintas)
ResponderEliminarBuenisimo, "es verdad". Creo que por eso mismo no existe la objetividad... nada nos dice que no veamos, saboriemos y percibamos distinto.
ResponderEliminarSi es cierto, desde el punto de vista individual "la verdad" es de cada uno. Pero tampoco vivimos solos en nuestro pequeño sistema también somos parte de otro sistema llamado "sociedad". Pensando lo anterior se puede decir que existe el "acuerdo" donde ninguna de las dos partes pierde ni gana, sino hay una ganancia compartida y una derrota compartida también. Es verdad que hay situaciones donde eso no se comparte (por ejemplo el trabajo) y solo premia "la verdad" del que tenga un mayor poder impuesto por este sistema gigante. En definitiva, priva mucho el momento la situación en que te encuentres ya que por ejemplo en una relación de pareja jamas se habría unido si no hubiera existido un acuerdo donde las partes se ven beneficiadas mutuamente.
ResponderEliminarLa verdad de cada uno la tomo como "experiencia" cada vez que la escucho y no como un "disparo" de otra persona con respecto a lo mio. En general, la vida me ha enseñado que escuchar, absorber experiencia, tener sociabilidad y empatía se saca mejor provecho de mi "propia vida" sobre todo en la toma de decisiones importantes.
La verdad, me encantó tu entrada..., jajaja... ya, ahora en serio; pienso que algunos confunden la verdad con un juicio de valor u opinión sobre algún tema, situación o concepto. Y claro, en lo concreto, y sin el ánimo de ser polémico, para algunos Pinochet es lo más parecido al demonio made in Chile que ha existido y para otros una especie de mesías militar y con bigote. ¿Quién tiene la razón (o quien dice la verdad)? Asumo que nadie en un 100%, y aún así me sigo asombrando por la cantidad de personas que, por sus historias de vida o ideología adquirida con los años, son capaces de ofuscarse fuertemente al discutir temas parecidos a este..., sin embargo no los juzgo, pues si lo hacen, sus razones tendrán (cada quien escoge sus batallas, como dice Rocío). Por mi parte, hace años que no trato de convencer a nadie. No me gasto en justificarme si resulta que me gusta algo que puede ser horroroso para otros ni tampoco me creo mejor o peor que el resto por mi filosofía de vida. Se me ocurre que entrar en la dinámica de explicar a otros que "mi verdad no es su verdad y viceversa" es también tratar de convencer al resto que yo tengo la razón frente al concepto "verdad"..., quizás mi argumento suene muy pro al no debate de ideas, pero al final del día me conformo con saber que mi verdad es relativa aún cuando el de lado duerma tranquilo creyendo que su verdad es absoluta, lo cual, al fin y al cabo, es parte de la relatividad. Cada quien con sus verdades...
ResponderEliminarSaludos!
Buena Enrique el BeBloggero xD!!!... estoy de acuerdo, con ustedes así que debe ser verdad... XD!!!!!!!!
ResponderEliminarPara mí , hay verdades personales y colectivas , las que se pueden mantener en el tiempo o simplemente cambiar. Las experiencias de vida , te ayudan en el proceso de desarrollarte como persona y a ir cambiando el pensamiento , los ideales y hasta la forma de sentir o percibir el mundo.
ResponderEliminarHoy mi verdad me acerca a una realidad que jamás pensé que fuese a ser parte de mi vida y la misma , me aleja de lo que siempre, por tradición familiar , creí.
Por último, pienso que si el "mundo" se tomara un minuto en la vida para reflexionar respecto de este tema, seríamos sociedades mucho más tolerantes , abiertas y dialogantes.
Un abrazo
Bueno, todos dan excelentes opiniones y muy validas, a mi todo lo que he leído desde a la entrada a los post me recuerda mucho al dilema del prisionero, XD
ResponderEliminarRocío comparto tu concepto de verdad, sin embargo yo hablaría de interpretaciones (más mejor), lo que llamas "mi verdad" yo llamaría "mi interpretación" (más pulento) y es lógico que sea diferente a la tuya (más diversidad), cada cual interpreta los hechos de la manera que su universo se lo permite, en ese sentido me parece súper ilustrativo el ejemplo del Enrique (más Kikorio), ahora bien, como sea que le llamemos no me parece correcto pasar la aplanadora a quien no interprete lo mismo que yo (más pollo).
Comparto lo que dice Viviana y creo que la verdad cambia a la luz de las evidencias (más claro echarle agua) y probablemente lo que piense hoy será diferente a lo que piense mañana y ambos pensamientos serán verídicos (más consecuentes).
En conclusión (mas no la verdad, solo mi interpretación): Por más que modifiquemos o adaptemos justificaciones nunca podremos cambiar los hechos y precisamente en los hechos es donde radica mi verdad.
(más difícil escribir en el celular ohh... He escrito esto como 4 veces y siempre me queda diferente, ... de verdad)