Ahora que ya soy un poco más libre durante dos semanas, me quiero poner al día con todos Uds. Y voy a partir por una situación que se repite más de lo que uno cree y que me ha dado vueltas hace mucho tiempo.
Es sobre aquellos afectos, que normalmente son los que uno considera como esenciales para su vida, sobre todo los que vas adquiriendo, así que excluyamos a los familiares, que vienen siendo casi inherentes.
Esos de amigos, de pololos, que se hacen innegables. Son de los buenos amores. Eso creo yo. O creía. Hasta ahora. No es que me haya pasado algo puntual o especifico, si no que mirando situaciones pasadas o de cercanos, me he dado cuenta como esos amores de los buenos, sin querer queriendo se transforman y nos traicionan, nos esclavizan, en vez de hacernos más libres y felices.
Se tornan como una obligación, no de manera evidente, más bien una necesidad obsesiva. Y esto no se presenta cuando la cosa va bien dentro de la relación, obvio que no, si no cuando aparece alguna “alarmita” o mensaje de alerta. Y es ahí, cuando la frase: “No, hoy no te puedo ver” o “Pucha voy a salir con amigos” se transforma en casi tu condena a muerte. Y piensas, “¿Qué voy a hacer el sábado en la mañana, si no me va a llamar para que almorcemos juntos?”(Cuando antes de tener esa relación te pasabas feliz de la vida los sábados en pijama chateando, viendo tele o durmiendo hasta las 6 de la tarde) y de ahí en adelante la cosa se vuelve tortuosa, de todas maneras. Y le das vueltas y vueltas a una situación que no tiene más drama que no verse por algunas horas o quizás por un día, pero para ti se vuelve una tragedia griega.
Y lo peor viene cuando se los cuentas a tus cercanos. A esa amiga que siempre te escucha, ya sea de copuchenta o de buena onda, y le comentas tu peor pesadilla “Y me dijo que hoy no nos veríamos para almorzar. ¿Cachai? Que desconsiderado, yo que doy todo por él y lo espero y programo mi vida y ¿Qué hace? Se va con sus amigos, no piensa en mí” y al terminar tu relato casi pensando en el suicidio miras la cara de tu amiga o escuchas su tono de voz en el teléfono como queriendo decir “Esta sí que es tonta. ¡Penosa!” o tu mamá que ya te conoce, y sabe cuando pasa eso te mira solo con cara de “Pobrecita” pero no de pena, si no de patética. O quizás nadie lo hace, pero como uno sabe que es súper estúpida y arrastrada esa actitud, te persigues más de la cuenta.
Es ahí, donde yo creo que uno debe parar. Si uno pasa más de un sábado sufriendo por ello y no hace nada al respecto, ese amor del bonito, se vuelve todo lo contrario. Y quizás no sea de un día para el otro el cambio, pero intentar cosas de a poco, como por ejemplo si él sale, tratar de armarte un panorama entretenido que haga pasar el tiempo más rápido y así hasta que te acostumbres a calmar esa ansiedad inútil y neurótica, que creamos las mujeres “enamoradas”.
¿Les ha pasado algo así alguna vez?, ¿Lo han escuchado de alguna amiga angustiada? ¿Qué harían? Cuéntemelo todo, que muero de curiosidad por entenderme o entendernos a nosotras, las mujeres.
Cómo me llega tu entrada Natmom! Mi pecado muchas veces ha sido lo que tan bien relatas...y bueno, entre otras cosas, me terminó dando una buena patada ya saben donde. Pero pasa lamentablemente con muchas mujeres, que para ellas el otro es la otra mitad y para ellos somos una cosa más entre mil entretenimientos. Me cuesta decirlo, pero puede que los hombres tengan razón en no darse enteros a una mujer y esperar que ella se transforme en una "mejor amiga". Por un lado es objetivamente tóxico plantearse una relación Yoko-Ono/John Lennon y por otro, aferrarse a una persona como el todo es dejar de lado todo lo demás que nos es valioso y maravilloso en este mundo, dejar de lado una parte de nosotras como seres capaces de amar la vida en general y saber apreciarla en su magnitud y no tan sólo a través de una sola persona ( por más maravillosa que ésta sea).
ResponderEliminarAmé tu entrada :)
Sí, suena familiar. Creo que todas y todos hemos pasado alguna vez por algo así. No es fácil darle órdenes cerebrales al corazón, decirle: "¿Pero no te dás cuenta que esto te está laStismando?" Lo que por ahí sirve es conectarse con el valor propio, con el amor y el respeto por uno mismo, y después, desde ahí, es más fácil ver cómo se sobrelleva un vínculo tan asímetrico en el dar y recibir.Pero no me quiero poner a dar consejos del corazón, porque cuando doy consejos algunos se me enojan. A mí me llevó mucho tiempo aprender a quererme a mí misma y a entender que sin ese amor no podía amar bien nadie, y nadie me iba a amar como yo necesitaba. Pero eso es lo que me pasó a mí. Igual pasé por lo que te pasa, lo entiendo, se lo que sufre, y me parece que es un valioso testimonio y una catarsis terapéutica el compartirlo.
ResponderEliminar¡Gracias por abrir así tu corazón!
Fernanda "A boca de jarro".
OO si una vez tuve una amiga que era así vivía en función de su pololo y si el no la pescaba ella moría, es complicado pienso que uno tiene que mantener su equilibrio poseer también un mundo interior rico y sano, pues tampoco puedes pretender que tu pareja deje de hacer las cosas que siempre hacia por que ahora esta contigo, tiene que ser un compartir y un ceder también, así como uno no puede dejar de hacer o ser por tu enamorado, es super complejo el tema pero existen mujeres que se ahogan en el amor por su pareja y no existe nada más que eso, yo las llamo a cultivar su mundo interior y a seguir haciendo las cosas que hacían cuando estaban solas, ahora si bien, se trata de que de verdad el pololo o el novio acostumbra a dejarte siempre sola y siempre siempre prefiere estar con otra gente que contigo eso es una mala señal y debes dejarlo YA -..
ResponderEliminarEntiendo perfectamente esa situación ya que muchas personas a las que conozco actuan de esa manera... en mi caso creo que nunca me he sentido asi... ya que la unica vez que me sucedio sufri de tonta porque yo sabia que asi sería mi pololo era un pelmazo... por otro lado me pasa algo muy distinto y no se si a alguna le pasara lo mismo... con las personas que he conocido y amado (hombres)se crea un lazo poderoso que se ve terminado tras la separación, pero al transcurrir el tiempo vuelvo a pensar en como estará esa persona y al momento de contactarla (ya sea por mi cuenta o coincidencia) aflora toda mi preocupacion por su bienestar... es como que me afectan sus problemas a pesar de que ya no lo quiera como a un hombre... es raro y no puedo darle una explicacion...
ResponderEliminarCreo que a la mayoría nos ha pasado, o nos pasa lo que planteas... me siento identificada con eso, pero al mismo tiempo, cuando esos sentimientos afloran, sé que no puedo ser tan posesiva, y que incluso a mi me gustaría tener un día para dedicarlo a mis amigas, o a cuidar la relación de hermanos, o incluso para estar sola... y no por eso querría menos a mi pololo.
ResponderEliminarEs cosa de no perderse en la relación, ni de volverse dependiente, porque ahí se sufre y se ahoga al otro... hay que respetar las libertades igual, tal vez sería raro estar con alguien demasiado independiente y distante, pero un día así no le hace mal a nadie.
Y Mariel, lo ue planteas intento procesarlo, y aunque me pasa a veces lo mismo, no me voy a lo último que haces, de preocuparme mucho del otro... creo que soy orgullosa y me gusta poner puntos finales a las viejas historias, aunque admito ue a veces por curiosidad me pregunto o directamente pregunto que ha sido de ellos, pero sólo queda ahí... el orgullo y el "es o no es" me hace mantener una distancia q creo es más sana. Ten cuidado con eso ;)
Saludos! :)