HERÁCLITO DE ÉFESO
Hράκλειτος o Eφέσιος
Hράκλειτος o Eφέσιος
Pintura de Rafael.
Tenemos en Be Bloggera a nuestra "bloggera in-chief", cuyo nick es LMM, que significa "La Mujer Mutante". Esto no es novedad, ni va con ánimo de chupar las medias. Lo que me hizo pensar al conocerla de modo virtual esto de auto-definirse como un ser "mutante", en especial si una es mujer, a través de su seudónimo, una imagen con la que se presenta e identifica en el ciberespacio, y que nada tiene que ver con el pelado Heráclito, y sobre todo, por sus escritos, es que se trata de una muy buena manera de abordar la vida, de pararse frente al mundo. En filosofía llamaríamos a esto una cosmovisión; y ésta, para mí, es interesante. Su nick parece posmo, pero no lo es en lo más mínimo: la idea del ser como "entidad mutante", es decir, en constante fluir y adaptación al cambio permanente, se remonta a pensadores como Heráclito, filósofo griego del siglo IV antes de Cristo, para quien:
"el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa." ...
Este fue uno de los primeros filósofos físicos, como los llamó el genial Aristóteles, según el cual el mundo natural procede del "fuego, como "metáfora" de movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas."
"Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Λόγος (Logos). Este Logos no sólo rige el devenir del mundo, sino que le habla (...) al hombre (...), aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas viva relegada a su propio mundo, incapaces de ver el real. Si bien no despecha el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia (...)
Al uso de los sentidos y de la inteligencia, hay que agregarle una actitud crítica e indagadora."
Quizás lo más conocido de su obra se resume en:
"Soy del mismo modo que no soy
Todo fluye, nada permanece
Quien escucha, no a mí,
sino al Logos,
podrá decir:
Todo es Uno
Todo es Uno
No puedes cruzar dos veces el mismo río,
pues nuevas aguas fluyen hacia ti
Es preferible ocultar la ignorancia, pero es difícil
hacerlo relajado ante una copa de vino..."
Espero que sigan despiertos, porque existe un cierto prejuicio de que la filosofía es aburrida... Pero intentaré bajarla a una lectura aplicable a nuestra compleja pero simple humanidad... Esta idea de los contrarios es para mí fascinante, ya que no concibo al ser humano sino como una unidad dual, una combinación no siempre bien equilibrada de luces y sombras, de fuerzas o polaridades opuestas y complementarias. Y, desde ya, esto no sale de mi cabeza: aquí me asiste todo lo que aprendí y sigo aprendiendo de otro gigante y deslumbrante pensador, Carl Gustav Jung, que me ha ayudado muchísimo a entender mi realidad constantemente fluctuante entre la luz y la sombra.
La filosofía, "el amor por la sabiduría", no sirve como regodeo intelectual a menos que la apliquemos a nuestra vida de todos los días. Y todos los días, lo que la vida nos trae a baldazos, de ese agua en la que no has de bañarte dos veces, es CAMBIO. Y en el caso de las mujeres me parece que es aún más cierto, o al menos más evidente que en los hombres. Fluimos con la oscilación menstrual de nuestras hormonas, con nuestros humores, con nuestras edades, nuestras lunas, con nuestros roles múltiples y variados, pero intentando combinarlos en una sinfonía que a veces resulta disonante por su multiplicidad... A mí me subyuga la noción de la mutación constante del ser mujer, sobre todo cuando de la característica femenina más distintiva de nuestra especie se trata: el ser madre.
La maternidad es una mutación incomparablemente honda, de resonancias salvajes y místicas, que primero se manifiesta físicamente, en la forma visible y corpórea de una mujer que se infla como un globo para albergar a otro ser en gestación, y que psicológicamente desestructura al "yo-mujer" que conocíamos hasta que el crío asomó por donde pudo, y con el que luego tenemos que re-crear nuestro "yo-mujer", y re-inventarlo con el plus del crío, que ha llegado para ocupar el centro de nuestro universo y sacarnos a aullidos del trono de nuestro egocentrismo. Esto también lo aprendí vivenciándolo acompañada de los escritos de una especialista en maternidad y crianza argentina, jungiana y maravillosa: Laura Gutman.
Y aún sin hijos, mujeres y hombres "parimos" muchos "entes", y maternamos o paternamos otros tantos: nuestros oficios y profesiones, nuestras casas, nuestros viajes, nuestros producciones manuales y artísticas, nuestros vínculos, nuestras mascotas, nuestros sueños... la lista es infinita...
Resulta por lo menos paradójico, entonces, que la reacción que el CAMBIO, que nos desvivimos por generar en nuestra vida para alcanzar trascendencia, éxito y felicidad, nos produce muchas veces sea rechazo, ansiedad, miedo, sentido de vulnerabilidad, de falta de sosiego y de armonía. Y esto que es paradójico, es también muy entendible y humano, ya que somos una contradicción andando un camino en donde nuestra única brújula es el alma, y hay que ponerle el oído, hay que escucharla, porque es la morada del cuerpo que habita el ser...
Es por eso que tantos geniales pensadores de los tiempos recónditos de la historia, y otros más contemporáneos, han dedicado sus vidas a estudiarlo, y hoy por hoy, los libros que encabezan las listas de best-sellers en todo el planeta no hacen otra cosa que vendernos ideas en envase de autoayuda para enfrentar y contemporizar las crisis vitales, que no son otra cosa que el CAMBIO, la ley natural de la vida...
Somos seres mutantes, fascinantes, contradictorios, duales, bipolares y frágiles... y muy pero muy valiosos.
Y a vos...
¿cómo te pega el CAMBIO?
Fernanda "A boca de jarro", desde Buenos Aires, Argentina.
La filosofía, "el amor por la sabiduría", no sirve como regodeo intelectual a menos que la apliquemos a nuestra vida de todos los días. Y todos los días, lo que la vida nos trae a baldazos, de ese agua en la que no has de bañarte dos veces, es CAMBIO. Y en el caso de las mujeres me parece que es aún más cierto, o al menos más evidente que en los hombres. Fluimos con la oscilación menstrual de nuestras hormonas, con nuestros humores, con nuestras edades, nuestras lunas, con nuestros roles múltiples y variados, pero intentando combinarlos en una sinfonía que a veces resulta disonante por su multiplicidad... A mí me subyuga la noción de la mutación constante del ser mujer, sobre todo cuando de la característica femenina más distintiva de nuestra especie se trata: el ser madre.
Es por eso que tantos geniales pensadores de los tiempos recónditos de la historia, y otros más contemporáneos, han dedicado sus vidas a estudiarlo, y hoy por hoy, los libros que encabezan las listas de best-sellers en todo el planeta no hacen otra cosa que vendernos ideas en envase de autoayuda para enfrentar y contemporizar las crisis vitales, que no son otra cosa que el CAMBIO, la ley natural de la vida...
Somos seres mutantes, fascinantes, contradictorios, duales, bipolares y frágiles... y muy pero muy valiosos.
Y a vos...
¿cómo te pega el CAMBIO?
Fernanda "A boca de jarro", desde Buenos Aires, Argentina.
Gracias Fernanda por la Mención, me encanta que hables sobre el tema que trata todo mi blog, de mutaciones y cambios, aunque lo miro de una manera personal y también global cuando observo el entorno en realidad. Me encanta la filosofía también, me gusta y me entretiene leerte y no es por tirar flores pero aprendo de tus post un montón, no conocía el significado de la palabra posmo y me llevaste al diccionario a buscarlo xD jeje.
ResponderEliminarGracias nuevamente, es un gran gran regalo de cumpleaños, me haces estar tan de acuerdo con mi visión, de La Mujer Mutante . Merci y abrazos
La idea, en serio, no era la de ser una "chupamedias", como decimos los argentinos cuando intentamos quedar bien con alguien, sino realmente reflexionar sobre tu postura de vida como una postura piola, especialmene si de ser mujer se trata. Tal vez tengo un defecto profesional que se nota al escribir: yo soy educadora, y al final siempre estoy enseñando y aprendiendo al mismo tiempo, por eso uso tanta negrita y qué se yo: porque es así como aprendo lo que luego enseño. Y me alegro de que hayas aprendido algo, aunque vos querés ser una "hippie... moderna": creo que eso es también muy "posmo" ("posmoderno"), muy sabio (los hippies la tenían clarísima en muchos aspectos que vos desarrollas en tu último post), y muy filosófico...
ResponderEliminar¡Feliz cumple: otra mutación más! Y gracias!!!
Un abrazo y una torta de cumple con velitas para soplar y pedir los tres deseos...para que se hagan realidad en mutaciones palpables y etéreas.... las del alma!
Fernanda "A boca de jarro".
Siii mucha razón en eso en todo caso te cuento que la entrada de la Hippi la escribió "la papio" el merito es todo de ella en la entrada "QUIERO SER UNA HIPPIE MODERNA" saludos sabia Fer
ResponderEliminarUy, perdón... exceso visual. Creí que era tuya. Va para la Papio entonces, que también la tiene clarísima...
ResponderEliminarDisculpas:"Errar es humano, perdonar... DIVINO"
Saludos de la "burra" Fer...