Todos los días me miro al espejo y siento que no soy la misma del día anterior. Y no hablo de imperfecciones en la piel, ni de arrugas ni de canas. Tampoco hablo de ropa, ni de kilos, ni de accesorios. Hablo de cambios internos que me he permitido vivir, cambios en el espíritu.
Hace unos años, y por un largo periodo, cargué la bandera de la consecuencia como parte de mis valores personales, sin darme cuenta de que no hay ser humano que pueda sobrellevar el mismo discurso por mucho tiempo sin volverse narcisista (patológicamente hablando, se subentiende que todos tenemos algo de eso). La obsesión que trae consigo el priorizar ser el mismo de la semana pasada, del mes pasado o del año pasado te lleva por un camino de automutilación continua en donde se reprime el tan ansiado crecimiento.
Pues, me di cuenta de que tengo derecho a cambiar y de que si ayer pensé que algo estaba mal, hoy puedo decir –con la propiedad que me otorga la experiencia y el conocimiento de mi esencia– que eso mismo está bien. Porque de eso se trata este pasar, de poner en práctica lo vivido, hacer posibles los cambios que nos acercan a la sabiduría… y quizás mañana piense algo distinto.
Alguna vez escuché que la máxima tragedia de la vida es que siempre algo cambia. Sí, hay cambios que duelen, pero sin cambios no hay aprendizaje, no hay crecimiento, no hay vida… se me viene a la cabeza una linda canción, un himno sudamericano: “Cambia, todo cambia”; escrita por un poeta chileno (el poco conocido Julio Numhauser) y cantada por “la Negra” desde Argentina (nuestra Mercedes Sosa), uniendo las fuerzas de la última punta del mundo en una canción que cobró vida propia y que comparto con ustedes:
Es una versión antigua, con el sentir chileno de fondo.
… Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño… ya no soy ni el fantasma de lo que fui, hoy soy otra y me siento más entera, más completa.
Uno aprende y se supera a diari segun las experiecias que le toca vivir, como dicen por ahi lo unico constante es el cambio!!!
ResponderEliminarEl "cambio" es un tema que da para mucho, sobre todo cuando se relaciona al comportamiento del ser humano. En primera instancia, no todo cambio es "bueno" o es para "mejor" (qué es bueno o qué es mejor, ni idea, viva la relatividad); lo cierto es que hay seres que evolucionan en el tiempo y otros que involucionan, y lo que es peor, ni siquiera son conscientes de ello.
ResponderEliminarPor otra parte, están las personas poco flexibles ante el cambio y que hacen de su escenario perfecto la inercia. El confort de estar "bien" o, al menos, cómodo y tranquilo con su rutina diaria, es fatal cuando se tiene la aspiración de avanzar hacia un futuro "mejor" que el presente.
Ahora bien, respecto al cambio de opiniones o percepciones de vida, creo que existe una delgada línea entre la inconsecuencia y el legítimo derecho de cambiar de parecer sobre un tema. Se me ocurre que ser consecuente con uno mismo es el centro, sin caer en el juego de abanderarse o casarse con una idea determinada y mucho menos tratar de convencer a alguien que nuestra forma de ver las cosas es la correcta (hay personas que se esfuerzan por interpretar un rol de estandarte ideológico -cual sea-, sin saber que la mayoría de las veces su radicalismo espanta).
El concepto "CAMBIO" provoca diferentes reacciones en las personas. Para algunas es sinónimo de progreso y bienestar, mientras que para otras implica mutación(que palabra más fea), incertidumbre, riesgo... En síntesis, no todos están preparados para el cambio, pero es mejor hacerse idea, pues la vida es dinámica y da muuuchas vueltas..., tantas que marea.
SALUDOS!
:)
Excelente tema, te encuentro razón.
ResponderEliminarPrimero uno a cada hora ya ha cambiado, ayer fuiste y ahora eres, y cada día eres una persona distinta, porque no eres la Rocio de ayer, al final lo único que te da la identidad en tu nombre y en base a tu nombre podemos decir, Rocio es así y asa. El cambio es inebitable, siempre estamos cambiando, es cosa de observar nuestro cuerpo, nuestro cuerpo es la forma mas literal y física del cambio, nuestras uñas crecen nuestro pelo cae y vuelve a nacer y así, entonces es lógico que lo haga tu yo interno, el tu Rocio, en completo como todo lo que eres, es tan cierto que uno va con sus ideales por delante y diciendo por ejemplo , el YO NUNCAAAAA, y la verdad es que la experiencia y las cosas vividas te hacen darte cuenta de que puedes llegar a ser diferente, pero más que diferente, alguien mejor, alguien que ha crecido como persona, que tal vez ahora ya no dice, YO NUNCA, o ya no juzga porque es imposible ponerse en los zapatos del otro pues habría que vivir otra vida y ser la otra persona, y tu eres tu.
Por otro lado siempre escucho decir, la gente no cambia, incluso a mi misma y es ahí donde me cuestiono, "La gente no cambia, solo mejora o empeora, crece o no crece" esta frase mas bien la digo porque creo fielmente de que como esencia no cambiamos, en lo esencial, es por eso que los viejos dicen que se les paso volando la vida que ayer eran de 20 y ahora sus cuerpo los limita a hacer cosas. Por que sus cuerpos cambiados los limitan a hacer lo que sus espiritus jóvenes esenciales podrían hacer.A lo mejor 80 años es muy poco tiempo para, cambiar, aprender, crecer, y ser viejos.
Me gusto tu entrada me hizo pensar, aun mas de lo que pienso todo el día jajajaj, se noto?