El fin de semana pasado fui invitada a la boda de un primo. Todo estuvo bello y agradable. Sin embargo, fue un poco abrumador. Ver tanta familia y tanta tradición junta me hizo cuestionar un montón de cosas.

He visto que en algunas series de TV gringas hay capítulos de bodas y siempre se bromea con las "revelaciones" que alguien tiene al estar inmerso en ese ambiente nupcial, y la verdad, a mí nunca me había sucedido... Hasta ahora. Casi siempre las bromas radican en la "alergia" que genera este tipo de compromiso, este no fue mi caso. Mi revelación fue más bien dirigida al evento en sí, no al matrimonio como relación.

Ultimamente todos mis contemporáneos se están casando, yo también pretendo hacerlo en un futuro no muy lejano, pero se han dado cuenta ¿Cuánto sale casarse? La cantidad de dinero que se gasta en la celebración de una boda es INMENSA! Y la verdad, a mí me duele la guata pensar en gastar tanto... Además de empezar a hacer la lista de invitados que: A quién dejamos afuera, que si invitamos a éste no podemos dejar a este otro de lado y la tía Periquita que no la ves hace mil años, tampoco puede faltar...Uf! Del terror!

La boda de mi primo sirvió para darme cuenta de lo que quiero y no quiero hacer cuando me tenga que casar.

Mis revelaciones fueron las siguientes:

Quiero casarme con el hombre que amo rodeada de puras personas con buenas vibras para nosotros.

Quiero que sea algo íntimo y ondero.

Quiero acomodarme a un presupuesto aterrizado y que nadie se ofenda porque no le llega invitación.

Quiero tener fotos memorables para mostrárselas a mis nietos.

No quiero que estén presentes personas que no estimo, personas que no me agradan o que no veo nunca.

No quiero gastar una millonada en una fiesta que durará unas horas y que pagaré por años. (Somos asalariados así que para una fiesta de 200 personas tendría que recurrir a créditos)

No quiero bailar vals con nadie.
No quiero que me saquen la liga ni tirar el ramo.

No quiero parecer novia de pastel.
No quiero que la fiesta termine siendo el "intento de" porque no podía gastar más.

En fin...esas son sólo parte de las tantas cosas que pensé. No se si fue una "fiebre de boda", la preocupación porque pronto tendré que preparar la mía o sencillamente soy una mujer super enrollada... Ustedes qué opinan? Alguna pasó por esto alguna vez? O estoy siendo víctima de algún tipo de wedding fever?