Por Mandy, desde Luxemburgo

Y bueno, llegó por fin el día en que me atreví a dar el siguiente gran paso y juntarme en persona con uno de mis pretendientes. Hace semanas me venía mandando mensajes con algunos, unos bien frescolines y otros más inocentones, pero entre todos ellos uno resaltaba y hacía mi cabecita bum bum bum. Un francés, de ojos verdes y amplia sonrisa. En su perfil mostraba que leía a Hemingway y que era un aficionado piloto de aviones a escala. Además de caballeroso con sus mails, resultó ser medio geek... perfect. Me escribía todos los días y al completar la semana me invitó a salir. ¡Qué emoción! 

¡¡¡OMG!!!

Con los nervios recordé un capítulo de Sex & the City donde Carrie, decide ir a una cita-simulada antes de su cita principal ya que sus amigas, le aconsejaron salir primero con otra persona y así no tener "energía de citas acumulada" antes de juntarse con el hombre que verdaderamente le gustaba. Así que en el día de mi cita con El Francés, me junté más tempranamente con otro caballero, El Empeñoso, cuyo perfil online no me apetecía  mucho en realidad (tipo Cara CV), pero que al igual que El Francés le había puesto harto empeño mandándome mails y mostrándose interesado..... una nunca sabe, podría resultar ser mejor en persona que El Francés y me terminaba enamorando... o teniendo sexo salvaje a la luz de las velas ju ju jui. 

A las 2.55 pm llegué a la Place d´Armes de Luxemburgo y como venía levemente adelantada me puse a vitrinear por una galería contigua con vista a la fuente donde quedamos de juntarnos con El Empeñoso. Exactamente a las 3pm en punto apareció él, por lo menos 12 cm. más bajo de lo que decía su perfil, con un abrigo de amplias hombreras que rozaba el suelo, y un nerviosismo latente que se desbordaba por sus tiritones guantes de cuero e incesantes ajustes de sus lentes. Y a pesar de que técnicamente tenía 30 años, su toque anticuado y reservado le sumaba unos 15 más. Se me pasó por la cabeza dejarlo plantado por pastel, pero me dije "nunca tan bitch" y me dirigí hacia él.

Le di un toque por la espalda y le dije "Hello, I´m Mandy, nice to meet you". Les juro que al pobre Empeñoso casi se le salen volando los lentes de susto. Él decidió estirarme su mano ( ¿era esto una entrevista laboral?) mientras yo me inclinaba hacia abajo para darle un beso en la mejilla, por lo que quedé unos 3 segundos en el aire con el cuello estirado y El Empeñoso casi me agarra una pechuga... ¡Fantástico! Mientras nos dirigíamos a un café, El Empeñoso me miraba y me miraba, tropezándose más de una vez por las antiguas sendas de piedra a los costados de la Place d´Armes. Entramos al lugar y él no sabía por donde avanzar y/o sentarse (así que yo voy a tener que dirigir toda la cita, pensé). Nos apretujamos en un cómodo rincón junto a una ventana, yo pedí un pastel de fresa y él algo que no le gustó. Tratamos de hablar un rato, pero su aparente leve sordera me obligaba a repetirle mis preguntas y comentarios varias veces y podía ver mis ojos reflejados en la laguna que se formaba en su frente. Algo le entendí de que yo era muy bonita, pero mi lástima se había hace rato transformado en desesperación e impaciencia, quería irme ya, esto era un desastre y hacía mi mayor esfuerzo por no quedarme pegada mirando la ventana de puro aburrimiento.

Apenas se terminó su café pedí la cuenta, pero El Empeñoso insistió en pagar y por primera vez en toda la velada se vió más seguro cuando sacó su billetera y se dirigió personalmente a la caja a pagarlo todo. Traté de poner mi mejor cara para no reflejar exteriormente lo bitch que me sentía por dentro. Me despedí lo más cordialmente posible y, mientras el El Empeñoso armaba argumentos para una segunda cita, a mi no se me ocurrió nada mejor que decir lo más terrible que le puedes decir a una persona que no te interesa: "te llamaré". Ahora entiendo por qué hay personas que usan esa nefasta fracesita... ¿Cómo haces para decirle a alguien que no piensas nunca más verlo ya que lo encontraste tan intensamente aburrido?  Bueno, no tuve mucho tiempo para reflexionar sobre mi parada de mujer frívola y mentirosa ya que, una nueva cita me esperaba en pocas horas y tenía que volver a arreglarme para la noche y verme perschfectars.