Por La Churro desde Chile
Debido a mi bien dotado ex novio, por aquella época solamente tenía en mi reserva preservativos tamaño XL. Una noche estuve con un amigo “de tamaño promedio”. Cuando él fue a sacarse el condón, éste había desapareció misteriosamente. Dimos vuelta la cama buscándolo, pero nunca apareció. A la mañana siguiente fui a orinar cuando… Ooops! Apareció el elemento misterioso. ¡El condón había quedado dentro mío toda la noche!
Nuevamente me sucedió que no tenía más profilácticos y la pasión aún no cesaba. Mi compañero de aquella anoche comenzó a insistir “pero Churro, así no más, si no pasa nada…”. Yo solamente repetía no, no y no. Él seguía en su discurso: “Si es una sola vez, ya po, por favor, de verdad que no va a pasar nada…”. Era tanta su insistencia y falta de criterio que comencé a enfurecerme. La discusión terminó cuando le lancé la ropa por el pasillo del edificio mientras le gritaba “¡nunca más vuelvas sin un condón!”.
Para finalizar, un clásico que a todas nos ha sucedido. Fui a comprar preservativos para mi reserva y la farmacia estaba llena. Cuando finalmente me atienden, lo que buscaba estaba en otra sección. El vendedor se retira para traer mi producto, tras un par de segundos, me grita desde el otro extremo del local: “¡Señorita! ¡¿Cuáles son los condones que le gustan?! ¡¿Estos o estos otros?!”. Todas las miradas inquisidoras se dirigieron a mi cara. Quería que me tragara la tierra.
Debido a mi vida
licenciosa, hace un par de años mi más querida prima me dio una pequeña cajita
de plástico verde. Fue quizás uno de los mejores regalos que me han hecho. ¿Por
qué? Era un "guarda-condones". En este contenedor caben tres preservativos para
llevarlos cómodamente en la cartera, sin el peligro que les afecte el calor o se
rompan los envases. Los hombres que han sabido de la existencia de la Cajita Mágica, como me gusta llamarla,
quedan sorprendidos y maravillados. No entiendo bien por qué, bajo mi perspectiva,
debería ser "normal" que toda mujer esté siempre lista como buena chica exploradora.
Si bien tengo la precaución de estar prevenida ante cualquier sorpresa que me pueda traer la noche, los accidentes siempre ocurren, sobre todo a mí. Aquí les cuento algunos breves y simpáticos relatos de condones.
Para uno de mis cumpleaños terminé la celebración como corresponde: me fui a casa con un hombre y tuvimos una noche de buen sexo. Pero quedamos con gusto a poco. Busqué, pero ya no quedaba protección. Ante tal decepción él me dijo... “No importa, usemos el mismo condón de nuevo”. Me quise morir. Obviamente, nunca más lo invité a celebrar conmigo.
Me atreví a probar los preservativos con sabor. ¡Terrible! Fue como chupar una frutilla envuelta en una bolsa plástica. Lo peor fue el olor a fresas que quedó impregnado en todas partes. Hasta el día de hoy en mi casa no se explican por qué el sofá olía tan bien.
Debido a mi bien dotado ex novio, por aquella época solamente tenía en mi reserva preservativos tamaño XL. Una noche estuve con un amigo “de tamaño promedio”. Cuando él fue a sacarse el condón, éste había desapareció misteriosamente. Dimos vuelta la cama buscándolo, pero nunca apareció. A la mañana siguiente fui a orinar cuando… Ooops! Apareció el elemento misterioso. ¡El condón había quedado dentro mío toda la noche!
Nuevamente me sucedió que no tenía más profilácticos y la pasión aún no cesaba. Mi compañero de aquella anoche comenzó a insistir “pero Churro, así no más, si no pasa nada…”. Yo solamente repetía no, no y no. Él seguía en su discurso: “Si es una sola vez, ya po, por favor, de verdad que no va a pasar nada…”. Era tanta su insistencia y falta de criterio que comencé a enfurecerme. La discusión terminó cuando le lancé la ropa por el pasillo del edificio mientras le gritaba “¡nunca más vuelvas sin un condón!”.
Para finalizar, un clásico que a todas nos ha sucedido. Fui a comprar preservativos para mi reserva y la farmacia estaba llena. Cuando finalmente me atienden, lo que buscaba estaba en otra sección. El vendedor se retira para traer mi producto, tras un par de segundos, me grita desde el otro extremo del local: “¡Señorita! ¡¿Cuáles son los condones que le gustan?! ¡¿Estos o estos otros?!”. Todas las miradas inquisidoras se dirigieron a mi cara. Quería que me tragara la tierra.
Tras todas estas historias, solamente una reflexión final... No importa cuántos "fail" les ocurran, no olviden estar siempre protegidas.
jajajajja, que buenas historia y más de alguna me suena familiar. Siempre hay que estar protegidas :) :)
ResponderEliminarSi al final, a todas nos pasa... el problema es que sólo a mí me pasan todas juntas jajaja.
EliminarGracias por tu comebtario. Besos.
cual es el afan de mirar a alguien con ojos acusetes cuando compran condon en una farmacia? Es lo que todos deberían hacer!!
ResponderEliminarBuenisimas historias!!!! la de la perdida del condón, dimelo a mi =S ajjajajaj
besitos!!
Así es! Deberían mirar con malos ojos a las que NO compran preservativos. Aplauso para las mujeres que se atreven a ir a la farmacia y sufrir con las "bromitas" de los vendedores.
EliminarEsto es de los mejores post que he leido nunca!!! Me acabo de enamorar de tu blog :D TE SIGO!!Yo tengo un blog que une moda e ilustración y además hablo de mis locuras en general ;D. Suelo ver a bloggers como tú para buscar ideas y tendencias... ahora te sigo. Pásate si te apetece, estaré encantada de recibirte ;D Te espero!! Muchos besos♥♥
ResponderEliminarOh! Muchas gracias linda! Para eso estamos, para escribir sobre y para chicas "como uno". Que lindo saber que nuva gente se suma a las fans de Be Bloggera.
EliminarEncantada de seguirte! Déjame en link de dónde puedo leerte.
Besitos, y nuevamente, muchas gracias por tu lindo comentario <3
Me reí demasiado con tus historias. Y el ex bien dotado jaja que buena.
ResponderEliminarExcelente idea la de la cajita, mujer precavida vale por dos.
Con respecto a comprar preservativos siempre me atienden señoras con cara de "eres una cochina" las mujeres tenemos derecho a voto y no vamos a poder comprar condones. Gente del año uno.
Me encanto tu entrada de hoy
Besitos
Hay que estar siempre lista, obvio. En algunos sex shop he visto que venden de este tipo de cajitas, te lo recomiendo, es muy práctico.
EliminarY como le comenté a Ajonjolí, deberían mirar con malos ojos a las que no compran protección.
Gracias por tu comentario. Besos!
Jajajajjaja de veerdad me divertiste con tu historiiia jejejjejeje El mejor post de este tema que he leido... OMG!.. la farmacia es una clásica jajjajajja!.. Y siii super super bien!.. Siempre lista, siempre protegida y nunca con "dolores de cabeza"..
ResponderEliminarjajaja muy bien! Gracias por tu cometario ;)
Eliminartranqui, churrito, no eres la única a la que le pasan todas juntas... yo incluso podría añadir alguna que otra más.
ResponderEliminarjajaja hagamos un complilado entonces. Cuenten! Cuenten!
EliminarQuerida Dora, la exploradora...
ResponderEliminarme encanta que lleve sus DOn-concitos en su bag roja...
¿Dónde están los Don-concitos? Ahiiii!!! yaaaay!!!
jajajaja...
Me encantan tus historias, eres muy divertida para contarlas, ni te explico como reir con el "es como chupar una frutilla envuelta en una bolsa" wuajajajajajjaja NOOOOTAAAAABLEEEE!... No podrías haberlo descrito mejor!
La churro Segura, vivió muchos años!!!
wajajajaa me reí mucho con lo de Dora!!! buenísimo!!!
EliminarMuy divertidas tus historias, nunca me agrado como miran a una niña comprar condones... Así que vivan las pastillas XD
ResponderEliminarDe los blog mas interesantes que he visto, lo suelo visitar con frecuencia
ResponderEliminarSigue asi!!!
jejjej hola Churro,,que buen post,,,,me he reido con tu historia,,,,en cada párrafo, y expresón,,,la lectura e enganchó, ó mejor dicho la intriga de saber lo que pasaría en el siguiente renglón,,,,,,jejejje he disfutado mucho con tu relato,,,,por la forma en la que lo has contado,,,,besitos,,,
ResponderEliminarhttp://www.evanidades.com