Por Tania Yesivell desde Honduras
Se dice que nadie puede ayudarte a escribir...
La otra versión es que los escritores no tienen vida social, por pasarse el día entre libros. Escribir es una tarea que exige mucha concentración y, el proceso creativo puede exigir que te encierres o que hagas callar a tu familia. Además –y esto lo ignoran muchas personas– para escribir hay que prepararse: conocer el tema, comprender al ser humano, desarrollar un estilo... Eso implica mucha investigación, mucha lectura, ¡mucho tiempo! Así pues, tienen toda la razón, esta persona pasa más tiempo entre libros que entre seres humanos. ¿Pero no es común en miles de profesiones pasar más tiempo del que parece saludable con su trabajo?
¿Recuerdan
que les dije que yo solía creer que el oficio de escritor es
solitario? Hoy quiero hablar de esas palabras tan tristes.
Para
empezar, es difícil determinar siquiera de quien estamos hablando al
decir esa frase. ¿De una persona que escribe? ¿Una que lo hace constantemente? ¿Alguien que publicó un libro y ahora sigue con su
vida? ¿Esa celebridad que sólo produce best-sellers?
Aunque
el uso del término todavía se discute, supongo que "escribir" es suficiente en este caso.
Ahora sí, al punto: ¿por qué la insistencia en decir que es un oficio solitario? He leído varias teorías que pueden resumirse en tres.
Se dice que nadie puede ayudarte a escribir...
FALSO.
Nadie puede escribir en tu lugar, pero la ayuda no es eso, ¿verdad?
Por supuesto que tus amigos, así sean escritores, estarán
imposibilitados para escribir tu obra, precisamente porque es tuya.
Pero eso no significa que no te apoyen. Escucharán hasta aburrirse
como un personaje está haciendo algo que no viene bien a la
historia, o que estás desesperado porque te has bloqueado, puede
ser que incluso te animen a buscarle el lado bueno a esa rebeldía, o te den alguna idea para perseguir musas.
Pocos
tienen la suerte de que les acompañe una esposa abnegada que saca de
la basura un borrador para obligarles a terminar esa historia en la
cual ya no tenían esperanzas, pero los conocidos de los demás escritores tienen sus propios métodos.
Es
sabido por todos que el escritor en una criatura incomprendida; y,
desde luego, algunos autores lo son.
Sin
embargo, yo dudo que sea por su habilidad para expresar (aunque solo
sea por escrito) todo tipo de emociones, necesidades, problemas,
aventuras, romances, etcétera. Lo veo contradictorio.
Seguro hay otros motivos.
En
mi opinión, la única relación entre ser incomprendido y ser
escritor, es que la literatura puede ser esa herramienta que al
artista le estaba faltando para comunicarse.
La otra versión es que los escritores no tienen vida social, por pasarse el día entre libros. Escribir es una tarea que exige mucha concentración y, el proceso creativo puede exigir que te encierres o que hagas callar a tu familia. Además –y esto lo ignoran muchas personas– para escribir hay que prepararse: conocer el tema, comprender al ser humano, desarrollar un estilo... Eso implica mucha investigación, mucha lectura, ¡mucho tiempo! Así pues, tienen toda la razón, esta persona pasa más tiempo entre libros que entre seres humanos. ¿Pero no es común en miles de profesiones pasar más tiempo del que parece saludable con su trabajo?
Sí,
a veces dedicarte demasiado a tu profesión puede causar que tus amigos
se distancien un poco. Se compensa hablando con compañeros de
trabajo, ¿saben? Al menos te permite algunos temas comunes. Es algo
que debemos equilibrar en cualquier oficio.
Es cierto que hay ciertas cualidades que hacen falta para ser escritor y, alguna renuncia. Pero, quizá no hay nada "místico" que por fuerza vaya de la mano con la literatura; nada demasiado diferente a lo que aplica
al resto de las ocupaciones.
que interesante nunca lo había pensado, a mi me cuesta escribir más que nada por tiempo, y cuando tengo tiempo se me va pensando en qué escribir T_T
ResponderEliminarUna vida solitaria carece de experiencias y las experiencias, son el alimento de las musas... Hay momentos en los que un escritor debe encerrarse pero para escribir hay que vivir.
ResponderEliminarComo la semana que viene estaré en Marruecos, creo que voy a dedicarte una entrada sobre un lugar muy especial, es un café en un acantilado, allí muchos escritores alimentaron su inspiración, Paul Bowles, Truman Capote, Jack Kerouac, Tennessee Williams, Allen Ginsberg, William Burroughs, Gore Vidal, Gregory Corso, Djuna Barnes, Cecil Beaton...
Me echaré al sol fumando una pipa de kif y veré que me cuentan las musas de aquellos personajes.