Por @p0ps_ desde Chile
Como publiqué hace unos días en twitter, hace un tiempo atrás leí un artículo publicado en otro blog chileno, llamado "casi tan importante como el amor", en él se hablaba de la comunidad de destino.
Citaré textual, lo que para el terapeuta del autor, Sr. Rodrigo Guendelman, es la comunidad de destino: "es una especie de baúl, de clóset gigante, de container que almacena todo lo que hemos vivido en nuestra historia ya sea como pololos, novios, matrimonio (o convivientes), padres y abuelos. Como familia". Continuado el artículo, argumentaba que era esto lo que finalmente lograba sostener a las parejas en los momentos de crisis. Así es, uno hecha mano a la comunidad de destino, la pone en una balanza y ve qué pesa más, quedarse ahí o salir de ahí. Y claro, para un matrimonio de 50 años de relación, obviamente, la comunidad de destino tiene haaarto que afirmar (eso entrando en la generalidad de estar mirando siempre el vaso medio lleno).
Bueno, hace algo más de un año este artículo me pareció maravilloso, creí haber encontrado una razón casi tan de peso como el amor para poder justificar nuestro nuevo re-encuentro. La comunidad destino, así planteada como en artículo, es algo que tiene un valor incalculable y que, por supuesto, debería pesar tanto más que cualquier crisis de pareja.
En nuestro caso, luego de tantos años de relación, había mucha comunidad de destino, llamadas por teléfono a deshora, amigos en común, viajes, carretes varios, cumpleaños de la familia, celebraciones cumpleañeras nuestras, nacimiento de sobrinos, la llegada de Jacinta a nuestras vidas, el terremoto, mi cambio de trabajo, sus innumerables ascensos y éxitos, sus desafortunados fracasos, mis éxitos estancados, y mis fracasos diarios, mi estrés diario, almuerzos cotidianos, comunes, poco elaborados, eramos ayudantes de chef cuando nos jurábamos en Hell's Kitchen, la decoración de nuestro departamento, las hamburguesas a deshora, las largas visitas al supermercado, mis clases de manejo en la carretera, la elección y posterior compra de mi primer auto, los besos apasionados, los besos fomes, las cosquillas, las patadas en la noche, las miradas antes de salir a bailar, los bailes tontos en el pasillo del departamento, el cambio de letra de muchas canciones, las bromas que le hacíamos a la Jacinta, nuestros secretos, tantas cosas más. De que había comunidad de destino, la había.
La diferencia radicaba en que no era casi tan importante como el amor, era menos importante, y cuando el amor no existe, entonces, ¿igual puedes recurrir a la comunidad de destino?
Cuando uno quiere que algo se acabe, es simple, no hay recuerdo que pese, uno se enfoca en el presente y en el futuro y le da pa'delante, sin importar lo que al otro le suceda, sin importar lo que el otro sienta o piense. Y así fue. No hubo recuerdo en estos 4 años de relación, ni en los casi 3 que vivimos juntos, ni en los 10 años de "amistad" que valieran un poco la pena para detenerse y pensar: en verdad, ¿quiero tirar todo a la basura?
No hubo ni un argumento para poder derribar esa pregunta, ya no existió el "mira, todo lo que hemos construído", ni el "hemos perdido 8 meses de nuestra vida, pero tenemos 30 años o más para poder estar juntos" (aludiendo a nuestro tiempo separados, en donde, dejo en claro que la Santa no fui yo). Cuando el amor se acaba, cuando la fe se acaba, no hay nada, nada a lo que uno pueda recurrir para salvar esa relación, y es ahí cuando la frase "la esperanza es último que se pierde", justamente, no sirve de nada.
En estos momentos mi comunidad de destino DUELE mas que la cresta. ojalá no tuviera la tuya que es tan grande!!!!!!! me muero!
ResponderEliminarcomunidad de destino hoy para mi SUCKS jaajjajaajjajaa
Ánimo, linda!
EliminarLa diferencia entre nosotras es que tu tienes razones de peso para querer estar y no querer estar, a la vez.Y eso, socia, debo decírselo, con todo el cariño que le tengo, es mucho más heavy metal.
Sin embargo, sabes que estoy contigo!
Un beso!
Y la leí y te dije que era heavy...es terrible. Imagina cuando se cree que hay comunidad, pero sólo la hubo por una parte ya que, la otra mentía en todo.
ResponderEliminarUn abrazo amiga nos vemos mañana.
Ayyy, Gaiiia, por DioR, te admiro tanto.
EliminarTu entereza, tu valentía!
Yo en tu lugar, no sé que hubiese echo.
Un abrazo apretaoooo!
Preciosa POps: me da penita que una entrada tan bien escrita sea producto de tus circunstancias. Hubiese preferido leerla en otra parte, bajo la pluma de otra mujer cuyo corazon se hiso aniecos, y no tener la certeza que ese dolor, esa perdida, ese constante reply que el cerebro maldito nos proyecta al final de una gran Epica ( si, epica, es toda una vida, una identidad que se pierde), proviene de ti, hermosa. La lucidez con que describes el dejavu de recuerdos en espectacular, asi lo vivimos muchas cuando, despues de todo de lo todo, el otro se marcha sin mirar atras.
ResponderEliminarMi querida LuxeChileno-Hamburguesa!!!
EliminarSin duda, lo que dices es cierto, a mi también me duele ser yo la que cuenta la historia.
Sin embargo, estoy segura, segura que todo pasará, es la única convicción que tengo al amanecer de cada día.
Te quiero mil y te mando un beso y abrazote de esos chilenos!
Pienso en esa "comunidad de destino", en los recuerdos, momentos, risas, llantos, besos... y todo eso parece ser una carga cuando no hay amor. Si el amor se acaba no vale la pena luchar por lo que "se debe" o por lo "correcto", al final se convierte en un peso que termina doliendo más que la decisión de un final.
ResponderEliminarHay que dejar el pasado en el pasado, porque o si no, no estás lúcido, el Mal de Diógenes no sirve en el amor porque como dice una canción por ahi: "sumar tiempo no es sumar amor"
Y como te escribí una vez por ahí: pasa, todo pasa, lo bueno y lo malo pasa. Besos bella!
Así es querida, Churrito, sumar tiempo, no es sumar amor!
EliminarHay que dejar el pasado atrás y confiar más en DIOS.
Un abrazo, linda!