La obra se compone por dos relatos que hablan sobre el romance simbólico y la complejidad de las acciones humanas. El primero de ellos “Prohibido llorar por las rosas blancas”, se destaca por presentar un final rico en interpretaciones. ¿Puede un hombre que ha sido plantado en el altar perdonar a su mujer? Derek aguardaba por Abril en la iglesia pero ella jamás apareció. Luego se negó a darle explicaciones y decidió jamás volver a verlo. Durante años él solo ha podido plantearse una pregunta: por qué Abril desapareció aquel día. La vida le dará la posibilidad de conocer la respuesta. ¿Será una razón lo suficientemente poderosa como para perdonarla? "Las doce y las libélulas, es el segundo relato de esta obra". Su complejidad radica en la profundidad de la psiquis humana, los misterios que encierra cada hombre, la alteridad y la forma en que la visión del otro y la vida pueden cambiar en apenas doce horas, en un mismo espacio, con una sola persona como compañía, siempre que las almas decidan encontrarse.