Por Mandy desde Luxemburgo
Ya ha pasado casi una década desde el exitazo que fue "Mean Girls", película que encendió a Lindsay Lohan como toda una estrella en Hollywood. Pero ahora lo único que se asocia a su persona es nada más que otra recocida historia sobre los excesos del mundo del espectáculo gringo: las drogas, problemas financieros, cárcel, escándalos de todo tipo y una rehabilitación tras otra. Lo que menos se rescata es su carrera y toda la red subraya su decadencia artística.
Esta semana se estrenó la última película de Lindsay, "The Canyons" y, a diferencia de sus últimos mediocres proyectos-intentos-de-come-back ("Liz & Dick" fue un horror de horrores que sólo puede ser disfrutada con harto alcohol en el cuerpo), esta es una película con mayor densidad tonal, una fresca presentación visual y narrativa, en la raya entre cine arte y telenovela de bajo presupuesto, y actuaciones a tono con el recordado talento de antaño de la señora Lohan.
A pesar de la pésima crítica que ha recibido durante las últimas semanas y el demoledor perfil que The NY Times publicó allá en enero sobre el desconcertante comportamiento de la actriz durante el rodaje (leer en inglés acá), "The Canyons" me convenció.
Y acá van mis razones:
Primero la historia. Sí, es un cliché de cómo la sed de fama, poder y dinero corrompe a la gente, pero las distintas historias fluyen coherentemente, un in crescendo de trampas sin salida, vidas vacías y perdidas, escapes frustrados y sueños rotos. El desenlace lo puedes ver a mil metros, pero eso no quita la incomodidad latente y el genuino desengaño que los personajes deben sortear a lo largo de la trama. Incluso las escenas más "obvias" no están a falta de una crudeza emocional tal que dan deseos de que algo o alguien salga a salvar, no tan sólo las vidas sino el "alma" de los protagonistas.
Segundo, las actuaciones. O sea, no partamos por Lindsay sino por su co-estrella porno James Deen. Quien esperaría que alguien que se gana la vida haciendo "otra clase" de películas pudiese transmitir un convincente carácter psicópata, constantemente al borde de la violencia (verbal y física). Los actores secundarios están OK, no son la gran cosa pero no son tan malos como para distraer de la credibilidad de la trama. De hecho, a medida que avanza la historia, el cartón se deshace y salen a relucir las verdaderas emociones de todos y vale que ninguno de los actores cojea en las escenas más fuertes.
Una de las escenas de "The Canyons" |
Y doña Lohan, a todas luces, es la estrella de esta película. Su rostro maltrecho por años de excesos y dudosos retoques cosméticos, solamente agregan mayor verosimilitud a su personaje; complejo, decaído, con momentos de luz y oscuridad profunda, pero por sobre todo, de desesperación cruda. Es la encarnación de la supervivencia cuando todo lo que queda en la vida son las apariencias y los engaños.
Por último, el soundtrack es propio de esta época. Semi hipster-tero, semi ochentero-revival, 100% electrónico, mucho sintetizador y ruidos reiterativos, como los latidos del corazón artificial que habita en cada uno de los personajes.
En resumen, "The Canyons" no es una GRAN película, pero no es un adefecio como la ha calificado la crítica internacional. Yo les sugiero atreverse, con la mente abierta y sin esperar que les cambie la vida, puede que se lleven una sorpresa.
Pueden ver "The Canyons" en el enlace de más abajo. Aparecen muchos pop-ups, pero son inofensivos y fáciles de cerrar: http://viooz.co/movies/20834-the-canyons-2013.html
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