Por MamáOso desde Chile.
"Pero si tu vida es perfecta!" Eso me dijo hoy una compañera de trabajo mientras le contaba que me había desvelado hace dos días atrás y que soy un desastre emocional. ¿Curioso, no? A mí me parece que soy demasiado buena, una total “poker face”, para guardar mis emociones en el lugar donde trabajo. Francamente no encuentro éticamente correcto andar contándole mis penas a las personas con las que trabajo. ¿Pero significará entonces que ellos ven desde sus ojos que mi vida es perfecta como madre? Están un poco equivocados.
"Pero si tu vida es perfecta!" Eso me dijo hoy una compañera de trabajo mientras le contaba que me había desvelado hace dos días atrás y que soy un desastre emocional. ¿Curioso, no? A mí me parece que soy demasiado buena, una total “poker face”, para guardar mis emociones en el lugar donde trabajo. Francamente no encuentro éticamente correcto andar contándole mis penas a las personas con las que trabajo. ¿Pero significará entonces que ellos ven desde sus ojos que mi vida es perfecta como madre? Están un poco equivocados.
El
tiempo de espera de C fue realmente maravilloso. En esos instantes es cuando
uno se imagina una guagua perfecta, que duerme toda la noche, cariñosa, sin
llanto. Todo parece un sueño, como si fuera perfecta la llegada de un hijo a tu
vida. Sin embargo, lo que venía después no me lo esperaba. Luego de un trabajo
de parto largo, de ocho horas, que implicó la inyección de oxitocina para
comenzar las contracciones, me tuvieron que hacer una cesárea ya que C nunca se
encajó. Él flotaba dentro de mi útero como si nada importara en este mundo. Es
entonces cuando comenzó el caos.
Las
primeras semanas fueron agotadoras. Yo lloraba, C lloraba, los dos llorábamos.
Era un desastre. Las noches eran eternas, ya que nunca se podía quedar dormido.
Me caían las lágrimas mientras trataba de hacerlo dormir en el coche a las 11
de la noche. Esa semana una señora iba a comenzar a trabajar con nosotros y
ayudar en la casa, pero nunca llegó. Más estrés. Yo figuraba en pijama,
sosteniendo a C, durante todo el día.
Todo
parecía un sueño, me sentía atrapada, con este hijo que, por maravilloso que
era, no lograba darme un minuto de descanso. Pasaba pegado al pecho todo el
día, tomaba como una hora, y dormía media hora. ¡MEDIA HORA! ¡Como iba a lograr
descansar cuando mi hijo dormía media hora! No faltaban las veces que lo
comenzaba a bajar a su cuna y de repente ¡PUM! Abría los ojos y me sonreía.
Hasta ahí llegó su siesta.
Lo
que quiero decir, es que no fue fácil el comienzo de la maternidad. Hablo
también con la vida de pareja. Esta ha cambiado por completo, no tenemos el
mismo tiempo para dedicarnos a simplemente rascarnos la guata juntos. Todo gira
en torno a nuestro querido C. Si bien no me quejo, no soy muy buena con los
cambios bruscos. Me remueven entera y resuenan en el alma. Sufro.
Con
todo esto ocurriendo, decidí pedir ayuda. Llamé a una amiga que se especializa
en el tema de apego y maternidad para que me viera. Ella me ayudó a desahogar
las penas mediante el diálogo, además de tomar Flores de Bach. Gracias a su
tiempo y dedicación, pude tranquilizarme y las siguientes semanas fueron
mejorando.
A
pesar de que todo fue mejorando, todo en mi vida ha ido cambiando. Algunas
cosas para peor, otras para mejor. No siento que tengo la vida perfecta. Como
todos, tengo problemas, a ratos estoy sensible, lloro. Es tan normal que toda
madre primeriza, en plena época de puerpuerio (que dura aproximadamente dos
años), debe recordar e internalizar como gran parte de lo que nos toca vivir.
te leo y me doy cuenta lo sacrificado y bello que es ser mamá, creo que es un trabajo muy duro pero lindo. Es injusto que la gente piense que es fácil. Lo único que te puedo decir es que lo des todo y mucho animo en la etapa de ser mami. Me gustan mucho tus entradas, aprendo de lo que alguna vez viviré.
ResponderEliminarbesos
Hola linda, gracias por tu comentario. La maternidad es un sacrificio del ego, uno deja de pensar en uno mismo (por eso en general andamos menos arregladas!), y otra personita pasa a ser el centro de nuestro universo. Como tu dices, es duro, pero es tan hermoso, ya que hay tantas cosas que uno agradece y sonríe cuando pasan (cuando tu hijo sonríe por primera vez, cuando camina, gatea, etc). Todos sus logros son como logros personales de uno. Gracias por tu ánimo, la verdad es que las cosas de a poco van mejorando, pero es un cambio brusco. Hay gente que lo hace propio y hay otras madres que prefieren seguir con su vida como si nada hubiera pasado. Yo decidí que este cambio me removiera el piso para aprender a amar aún más profundo. Que rico que disfrutes de las entradas! Besos y cuídate!
EliminarUy que fuerte pero aunque no soy mamá entiendo. Creo (por lo que he vivido en mi entorno) que la maternidad es algo increible en terminos de emocionesy amor....pero agotador, porque ya no te preocupas de ti sino que debes preocuparte de un otro que depende de ti....eso me hace ruido y por eso me cuestiono si yo lo podré aguantar....pero creo que siempre el amor es mas fuerte...y tu estas demostrandolo! Animo bella!!!!
ResponderEliminarHola Ajonjolí, gracias por tu comentario! La maternidad ha sido un viaje realmente hermoso para conocer el nuevo yo... y el antiguo que uno de repente deja sepultado por años. Me ha removido el piso de manera muy fuerte, y esto me ha ayudado a poder amar con más profundidad. La maternidad es increíble, los logros son un logro más al corazón de uno. Hay gente que prefiere seguir la vida como si nada hubiera pasado. Yo decidí sumergirme en el mundo de la maternidad y eso hace que uno se cuestione muchas cosas. Un hijo es una bendición. Todo es un caos, pero el amor de un hijo a una madre es totalmente no reemplazable. Parte de amar de verdad es desprenderse de uno mismo y preocuparse del otro, creo que esa es la muestra más grande de amor para nuestros hijos. Besos y gracias por tu ánimo, todo va mejorando de a poco!
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