Por @CotiCots desde Chile
El viernes recién pasado fui a una fiesta electrónica en Picarquín y mientras caminaba bajo las estrellas, respiraba aire puro, disfrutaba de la naturaleza y dormía en una carpa, rodeada de montañas y muy buena onda, escuché a una niña decir que se perdería esa noche, que haría una bomba letal de alcohol y que al primero que le hablara, le diría que sí... luego le mandaría esa foto al "desconsiderado" que la había dejado la semana pasada.
Desde una carpa cercana alguien le recomendaba que no lo hiciera, que era arriesgado y desubicado para su edad, prestigio laboral y amor propio. Pero ella insistía en hacer hasta lo imposible para probarle a su ex que estaba mejor sin él.
Eso me dio bastante para pensar, porque es impresionante el riesgo que se corre al aparentar lo que no somos, en alguna medida la billetera pasará la cuenta, el entorno comienza a hacerse a un lado porque ya no reconocen lo que definía a esa niña que ahora "está con el alma rota", el cuerpo también pasa la cuenta para las que se vuelven 100% gym y para las que se vuelve 100% carrete, para todo extremo, hay un precio que pagar.
Si bien hay etapas felices en una relación, hay que entender que los términos muy pocas veces son consensuados y por lo mismo siempre hay alguien que sale dañado, que siente que le falta la mitad de lo que era y que ahora lo abruma una desorientación gigante, porque no saben hacia donde ir.
Ahí es importante entender la etapa en la que están, buscar el o los motivos que llevaron al término, asumir la responsabilidad y buscar el camino más seguro para seguir adelante sin exponer sentimientos, billetera, integridad física ni amor propio.
El dolor en algún punto comienza a decantar, las cosas se van entendiendo y se recupera el gusto por los días. Por eso, creí necesario contarles las advertencias, consejos y recomendaciones que recibió mi vecina de carpa esa noche.
A la mañana del sábado, mientras todos contaban lo que habían hecho en la primera noche de fiesta, reían con las anécdotas, seguían buscando al famoso Oscar y reponían energías con algo de comida, apareció la "novia despechada" diciendo que ¡había sido la mejor noche de su vida!
Bailó, gritó y saltó todo lo que quiso, se mantuvo siempre acompañada de su grupo de amigos, no tomó alcohol, usó la ropa más linda que había llevado y rechazó muchas invitaciones extrañas. Se dejó llevar por la energía y valoró mucho los consejos que recibió de sus amigos, pero dijo que valoró mucho más las advertencias que recibió de personas completamente desconocidas y lo más relevante es que apagó el celular y no envió fotos al ex.
A la conclusión que llegué ese día es que el universo sigue siendo completamente mágico, que las cosas no pasan al azar y que sus constantes comentarios de "autodestrucción fiestera" eran gritos silenciosos pidiendo ayuda. No era coincidencia que pasara y me alegró mucho saber que optó por ella, en lugar de optar por apariencias.
Es mejor tener pocas personas al lado, que te quieran, apoyen, admiren y conozcan, en lugar de vivir el tiempo gastando las energías en apariencias. Lo mejor es optar por una desintoxicación emocional, disfrutar los días despacito, tomar las mejores decisiones para no dañarse nuevamente y encontrar nuevamente el rumbo. Recién ahí, cuando los días vuelvan a sonar interesantes, cuando se recupere la alegría y se mantenga intacto el amor propio... habrá llegado el momento para amar nuevamente. Solamente hay que dejarse sorprender con lo que sea que traiga el destino.
Les dejo un enorme abrazo y espero que tengan una maravillosa navidad, con olor a pan de pascua y calor de hogar ;)
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