Por Ailén Rodríguez desde Uruguay
Desde el surgimiento de la telefonía celular y los gadgets tecnológicos, la ciencia ficción ha dado paso a la realidad, haciendo tangibles los sueños de muchos.
Conexión permanente, teléfonos inteligentes, computadoras super slim, todo para que la tecnología nos acompañe en la cotidianidad. Pues bien, en esta carrera contra la realidad y el tiempo, surge de mano de los ingenieros de Google los Google Glass.
Último gadget de la tecnología que nos permitirá mediante parpadeo acceder a múltiples funciones, tales como llamadas, cámara de fotos, mensajes, y hasta un gps, transparente a medida que caminamos por la ciudad...
¿Cuánto nos falta para convertirnos en CYBORGS?
En el 2013 comenzó la comercialización de este novedoso producto, solamente para desarrolladores, por la módica suma de U$S 1500.
Se pondrá a la venta para consumidores (o al menos eso se espera) en el correr de 2014. Google Glass nos brindará la posibilidad de tener un smartphone en un lente, con características como cámara de 5mp, conexión de datos, bluethooth, almacenamiento de 16gb con 12gb en nube, esto es, absolutamente todas las prestaciones de un teléfono estándar de nuestro tiempo, llevado a un accesorio cotidiano y con accesibilidad hand free (funciona mediante comando de voz y parpadeo ocular).
¿Pero como afecta esto a nuestra vida?
Se ha comprobado que el uso permanente de las pantallas (en un primer momento de las PC y más tarde agravado por los teléfonos móviles), degeneran la vista con más aceleración que en tiempos en donde el bombardeo de luz de que proviene de las pantallas era menor.
Potenciado eso al acceso casi permanente que proveería un lente, en donde visualizamos una pantalla a escasos centímetros del ojo, es de calcular que los efectos no pueden ser muy buenos. Si bien, dado que esta tecnología no ha sido probada más que por desarrolladores, arriesgar un efecto secundario sería un atrevimiento. Pero sí podemos decir que aumenta el vínculo que tenemos con los aparatos. Pensar en GPS. Imagínense, vamos caminando con un mapa casi añadido a nuestra mente, porque podremos ver por un ojo el enrutamiento de nuestro entorno con un cálculo de tránsito, luces, accesos a lugares públicos, etc.
Viajar y descubrir una ciudad dejará de ser una aventura, ya no por el gps que podemos mirar con eventualidad, sino que lo podremos convertir en un paraíso cyborg... No sabemos que pasará con las normativas de tránsito. Hoy en día está prohibido hablar por celular y manejar en algunos países (como aquí en Uruguay), incluso está prohibido el manos libres. Cosa que me parece más que coherente dado que si hacemos otra cosa además de manejar, estamos distrayendo la atención que esa tarea requiere.
Ya no habrá problemas para escribir un mensaje y estar en una reunión, porque no será falta de respeto dado que se hará mediante parpadeo y nadie será capaz de percibirlo. Eso, sacar fotos, hacer una multiplicidad de cosas sin que nadie siquiera se percate.
Como todo, la utilidad de las herramientas tecnológicas está marcado por como nosotros las utilicemos y cuan críticos, en el buen sentido de la palabra, podemos ser de ellas.
Veremos el devenir de este gadget en este 2014 que se nos acerca... Mientras usemos lentes para protegernos del sol y del verano dejando un poco lejos los smartphones.
Google Glass no funcionará con meros parpadeos. Para empezar el hecho de que la pantalla esté siempre encendida no es correcto. Esta en un stand by y cada acción requerirá un control de voz, salvo las de navegación de menú. Se ha especulado y fantaseado mucho con google glass y creo que tu articulo adolece de lo último.
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