Por Mami Kanguro desde Argentina
No hay nada más hermoso que convertirse en madre: estuvimos esperando a nuestro bebé nueve meses, pasamos por muchas etapas y nos sobrepusimos a un sinnúmero de temores. Leímos cuanto libro cayó en nuestras manos y ¡al fin llegó nuestro bebé a nuestras vidas!
Pero aquí nos enfrentaremos a la sociedad y las pautas que nos impone. Hoy les contaré alguna de las máximas que debemos cumplir para encajar, para ser las mujeres-madres que todos esperan que seamos.
Y, aunque no estés de acuerdo con ellas o las evites, no podés dejar de conocerlas.
Máxima #01: Vos no sabés cómo tenés que criar a tu bebé ni que es lo que más le conviene.
Todo comienza con una pregunta inocente: detrás de la pregunta viene el consejo. Detrás del consejo, la teoría. Porque lo que he descubierto es que hay teorías para todo. Y ahí vienen las famosas frases que no nos gusta oir: ¿Que duerme con vos? ¿Todavía toma teta? ¿Toma mamadera, por qué? No hay forma de conformar a todo el mundo, pero sobre todo, no hay forma de que eviten aconsejarte (aunque no se lo hayas pedido) y no pueden dejar de opinar de lo mal que estás haciendo tu trabajo como madre: que lo estás mal acostumbrando a los brazos, que ese nene no va a ser independiente y miles de cosas más. Lo que me intriga es lo siguiente: si a la gente le cuesta hablar sobre política o religión, ¿por qué se creen con derecho de meterse en la intimidad de tu hogar, en tus relaciones más íntimas y decirte cómo tenés que vivir?
Máxima #02: El bebé debe ser independiente lo más rápído posible.
Mis hijas tienen una gran confianza en sí y seguridad en la vida, y eso me encanta. Pero me hace gracia cuando la gente habla de ciertas cosas que fomentan la independencia de los bebés. No lo cargues en brazos mucho que te va a tomar el tiempo. Como si no necesitar la teta o los brazos o el contacto físico, lo hicieran más “inteligente”. ¿De verdad alguien cree que un niño de dos años puede ser independiente? El bebé necesita de los brazos y el cuidado de la mamá, no puede subsistir sin nuestra ayuda. ¿Qué necesidad de dejarlo llorar porque pide lo que necesita? Mientras más atención le pongas a tu bebé, más sano y seguro crecerá, ¡no tengas la mínima duda!
Máxima #03: La mamá debe volver a ser la de antes aunque esté recién parida.
Una viene de atravesar un parto, pero no falta alguien que a los pocos días te dice “¡Ay… todavía estás hinchada!". Así que chicas, a no descuidarse… que no hay excusa para no estar flaca, sexy y lista para encargar al próximo heredero a partir de las dos horas después del parto. No van a faltar las opinólogas que nos digan qué dieta seguir para bajar esa espantosa barriga que nos cuelga, o aquellas que nos pregunten (con mala intención) de cuántos meses estamos. O no faltará la divina que nos cuente cómo quedó de flaca después de tener a su bebé y que salió del sanatorio más flaca que antes de quedar embarazada. Yo les digo: si no tienen cosas buenas para decir, ¡no digan ¡nada!
Lo importante es no dejarse vencer por la mirada de la sociedad y lo que intenta imponernos. Disfrutemos más de la vida que es demasiado corta y merece la pena ser vivida bien, a pleno, con más gozo y menos culpa. ¡A disfrutar de nuestros bebés!
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