Por Ailén Rodríguez desde Uruguay
Juego, compras, sexo, relaciones. Entre otros servicios que podemos encontrar en la red.
¿Cuantas nos vimos enredadas en el Candy Crush, cuántas no podemos parar de comprar en páginas en china, o establecemos vínculos por internet que no nos aportan nada?
¿Cuantas nos vimos enredadas en el Candy Crush, cuántas no podemos parar de comprar en páginas en china, o establecemos vínculos por internet que no nos aportan nada?
No sé cuántas, pero lo que sí se sabe es que uno de cada 5 españoles sufre de adicción sin sustancia. ¿Qué es eso? Es adicción a cosas no tangibles como productos ofrecidos en la red.
Millonarias sumas son las que mueven diversos juegos a través de la red, van desde juegos en facebook donde puedes acelerar y mejorar tu calidad de juego si consigues monedas/creditos (o similares), a plataformas de poker virtual donde se pagan sumas desmesuradas bajo la promesa de ganar mucho dinero.
Lo que antes era tangible, como el casino, ahora se encuentra al alcance de la mano tan solo creando una cuenta de Paypal o teniendo una tarjeta de crédito internacional.
El perfil de las personas, a nivel psicológico afirman los especialistas, no se ha modificado sustancialmente, pero sí, en cierta medida, la posibilidad de conexión permanente ha profundizado ciertas patologías.
En el caso de nosotras, ya no precisamos salir de casa para hacer shopping, simplemente entramos a una de las múltiples tiendas on-line y podemos llenar el carrito en un abrir y cerrar de ojos.
A través del e-banking (banca on-line), podemos recargar nuestra tarjeta de crédito, por si no nos queda saldo, debitando directamente de nuestra cuenta bancaria, por lo cual el control que podríamos tener si fuéramos verdaderamente a un shopping lo perdemos ya que podemos tener acceso directamente a nuestro sueldo en un abrir y cerrar de ojos.
El bombardeo permanente de ofertas de cosas no tangibles, que técnicamente saciaran nuestras necesidades, generan nuestra carrera, en contra del tiempo, la moda, el juego, el sexo, que nos terminan agotando, dándonos cuenta a la larga que tenemos un vacío enorme que no dará más que una sensación de insatisfacción de la cual, a la larga, no sabremos como salir.
La compulsión se basa en los principios de dependencia, necesidad y deseo, y está más dirigida a la reducción de la ansiedad que a la obtención del placer, es decir, está reforzada negativamente. En cambio, en la adicción se dan tanto componentes relacionados con la reducción de ansiedad o dolor como con la búsqueda del placer. Es decir, mezclaría tanto conductas impulsivas como compulsivas, y refuerzos negativos y positivos.*
¿Cómo evitar convertirse en un adicto a elementos sin sustancia? Los especialistas aseguran que es necesario evaluar qué tiempo y qué uso le damos a ese tiempo en la red. Antes de gastar un centavo, debemos analizar en profundidad si verdaderamente lo que vamos a adquirir a cambio vale el esfuerzo que nos cuesta ganarlo. Por supuesto que estos ejercicios trascienden a nuestra vida en la red y aplican como herramienta en la vida cotidiana y tangible.
Nada es apocalíptico, por lo cual nada indica que por comprar en la red o ser habitual a un juego, implica que uno sea adicto, el tiempo que uno dedica y la necesidad incontrolable que lleguemos a sentir, es la línea que separa el uso común del patológico.
Como siempre les digo, un uso responsable de las tecnologías de la información nos dará un rédito saludable, además de aportar a nuestra recreación y diversión.
*¿Adicción a internet? en Reflexiones de un psicologo evolutivo
Yo creo que la diferencia entre usuario y adicta es el uso que se le de, si lo usamos para diversion o para educacion esta bien, pero basar toda nuestra vida en ello, tanto la vida social como la vida normal es el error.
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