Por @la_papio, desde Chile
A diario soy testigo de un tipo de maternidad que aún no ha sido consumada, mujeres que sin haber dado a luz o sin haber adoptado a un hijo tienden a comportarse como cuidadoras de todo lo que las rodea. No pueden estar tranquilas si no están presentes en estos cuidados, si no se están haciendo cargo de las situaciones, si no pueden tener el control sobre todo lo que las rodea. ¿Sientes que eres la madre de tu pareja, de tus amigos, de tus mascotas o hasta de tus propios padres?
Muchos motivos pueden estar detrás de una sobre-preocupación por las cosas, como haber vivenciado contextos caóticos y habernos formado así con la necesidad de ponerle un orden al mundo, lo que al mismo tiempo lograría calmar nuestras ansiedades. Por otro lado, también múltiples circunstancias pueden hacer que tengamos literalmente que hacernos cargo de situaciones, personas y cosas, sin que lo hayamos querido. De esta forma quiero hacer la distinción entre quienes tienen la obligación de preocuparse de cosas y quienes tienden a preocuparse de las cosas naturalmente.
Una persona, por ejemplo, pasa el día preocupada de los problemas que tiene su familia nuclear, luego se preocupa de que todo quede perfecto en su trabajo, teniendo que hacerse cargo de aspectos que nadie resolvió o que fueron resueltos mal, según su parecer. Posteriormente se preocupa por arreglar su casa, realizar la lista de deberes que tiene pendientes, además de asegurarse que la vida de su pareja marche bien y no tenga ningún inconveniente. Sumado a esto se pregunta cómo le habrá ido a su amiga con ese gran problema que estaba teniendo y se pregunta si debería ir a verla para ayudarla. Y así podríamos agregar un etcétera.
En el otro lado que quería ejemplificar está esa persona autosuficiente a la que todos recurren porque ven que está mejor parada en el mundo que el resto o que es la mejor persona para acudir. Circunstancialmente a esta persona le han pedido dinero prestado, que vaya a cuidar tal día a su sobrina, que vaya a regarle las plantas a su amiga, tiene que llevar al padre a emergencias cuando algo le pasa porque todos los demás están muy ocupados y además su mejor amiga está mal y le pide alojamiento por un mes.
¿Te sientes identificada con alguna historia? ¿Tiendes a sobrepreocuparte por las cosas o sueles ser la cuidadora o responsable de otros? Si alguna de estas cosas te pasan es probable que seas una persona sumamente fuerte, responsable, que hayas logrado muchas cosas y que estés trabajando desde siempre en esta vida. ¿Descansas? ¿Tu mente descansa? ¿Tu cuerpo descansa? Es probable que no, o que no lo hayas hecho en mucho tiempo. Pues te digo, hazlo. ¿Qué esperas?
Muchos conocemos por lo menos a una persona como ésta, siempre en movimiento, siempre pendiente, siempre preocupada de que las necesidades de los demás estén satisfechas. Esto es agotador, exige un gran trabajo no sólo el preocuparse, sino que también el actuar por el bienestar de otros. Es algo muy bonito y que trae sus recompensas, pero que al mismo tiempo, dependiendo del ritmo y de la misma capacidad, puede ser llevar a un gran desgaste. Es por eso que es importante darse cuenta de quienes están en estas dinámicas o si nosotros mismos lo estamos. A veces hay que ser generoso y los mismos cuidados que les damos a los demás convidarlos también con nosotros mismos, o al revés... lo mismo que recibimos, retribuirlo. Eso ayudaría en mucho, ¿no?
Una persona, por ejemplo, pasa el día preocupada de los problemas que tiene su familia nuclear, luego se preocupa de que todo quede perfecto en su trabajo, teniendo que hacerse cargo de aspectos que nadie resolvió o que fueron resueltos mal, según su parecer. Posteriormente se preocupa por arreglar su casa, realizar la lista de deberes que tiene pendientes, además de asegurarse que la vida de su pareja marche bien y no tenga ningún inconveniente. Sumado a esto se pregunta cómo le habrá ido a su amiga con ese gran problema que estaba teniendo y se pregunta si debería ir a verla para ayudarla. Y así podríamos agregar un etcétera.
En el otro lado que quería ejemplificar está esa persona autosuficiente a la que todos recurren porque ven que está mejor parada en el mundo que el resto o que es la mejor persona para acudir. Circunstancialmente a esta persona le han pedido dinero prestado, que vaya a cuidar tal día a su sobrina, que vaya a regarle las plantas a su amiga, tiene que llevar al padre a emergencias cuando algo le pasa porque todos los demás están muy ocupados y además su mejor amiga está mal y le pide alojamiento por un mes.
¿Te sientes identificada con alguna historia? ¿Tiendes a sobrepreocuparte por las cosas o sueles ser la cuidadora o responsable de otros? Si alguna de estas cosas te pasan es probable que seas una persona sumamente fuerte, responsable, que hayas logrado muchas cosas y que estés trabajando desde siempre en esta vida. ¿Descansas? ¿Tu mente descansa? ¿Tu cuerpo descansa? Es probable que no, o que no lo hayas hecho en mucho tiempo. Pues te digo, hazlo. ¿Qué esperas?
Muchos conocemos por lo menos a una persona como ésta, siempre en movimiento, siempre pendiente, siempre preocupada de que las necesidades de los demás estén satisfechas. Esto es agotador, exige un gran trabajo no sólo el preocuparse, sino que también el actuar por el bienestar de otros. Es algo muy bonito y que trae sus recompensas, pero que al mismo tiempo, dependiendo del ritmo y de la misma capacidad, puede ser llevar a un gran desgaste. Es por eso que es importante darse cuenta de quienes están en estas dinámicas o si nosotros mismos lo estamos. A veces hay que ser generoso y los mismos cuidados que les damos a los demás convidarlos también con nosotros mismos, o al revés... lo mismo que recibimos, retribuirlo. Eso ayudaría en mucho, ¿no?
Identificada, soy muy sobreprotectora y me suelo sobre preocupar principalmente por mi familia, al punto de que mi mamá me ha dicho más de una vez que "usted no es mi mamá, ni la de su hermana menor" :/ muchas veces toman a mal nuestro interés en su bienestar y eso también es algo agotador, a veces me digo voy a dejar de ser así, pero al final no puedo jeje. Saludos
ResponderEliminarTe entiendo, a veces los demás lo ven como amenaza o invasión de espacio, mientras nosotras sólo estamos preocupadas por los otros. Bajar la guardia es una gran tarea.
EliminarSaludos!
Me pasa mucho en mi trabajo. Las niñas de las que soy jefa llegan con sus dramas, llantos, problemas personales y todo pidiendo un consejo. Quizás la posición laboral en la que me encuentro hace que me vean más fuerte, sabia o que se yo. Igual es rico, porque se forman lazos importantes y el ambiente laboral se torna agradable.
ResponderEliminarYo creo que va mucho en ser mujer, es inevitable tomar ese rol en algún momento, auqnue no sea de forma biológica.
Claro, y siempre es rico ayudar cuando se puede. Mientras no tengas problemas con eso todo bien.
EliminarSaludos!!
UFFF, no había podido comentar, pero que cierto lo que dices, me llego al corazón :) es tan difícil dejar de ser madre cuando lo haces desde siempre, sobre todo de tus padres, amigos y cuanta otra persona más, no podemos evitarlo, me pregunto si uno podrá cambiar eso? desprenderse un poco? o eso no cambia y solo tenemos que tomarnos unas vacaciones ?
ResponderEliminarYo creo que se puede cambiar, pero de a poco. Hay que preguntarse por qué nos preocupa tanto que las cosas salgan como nosotros queremos o de donde viene la necesidad de ser mamá... Cómo fueron nuestros padres con nosotros? Qué nos faltó? Qué estamos tratando de proteger? Etc. Cuando comprendes de dónde viene puedes hacer algo al respecto.
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