Por Mami Kanguro de Argentina
Estos son algunos de los beneficios de dormir junto a nuestros hijos:
El colecho es compartir la cama familiar. Si bien los seres humanos colechamos desde el comienzo de los tiempos por una cuestión tan básica como la supervivencia, de un tiempo a esta parte se ha demonizado: se lo vincula erróneamente con la muerte súbita, está rodeado de mitos como que malcría a los bebés o que atenta contra la intimidad de la pareja. Todos los que colechamos coincidimos en un punto: no se puede dormir mejor y más tranquilos que estando juntos.
Estos son algunos de los beneficios de dormir junto a nuestros hijos:
- Compartir el sueño produce más despertares sincronizados que cuando se duerme por separado. Cuando un miembro de la cama se movió, tosió o cambió las fases de sueño, el otro miembro también ha cambiado, a menudo sin despertar.
- Cada miembro de la cama tiende a menudo, pero no siempre, a estar en la misma etapa de sueño durante períodos más largos al dormir juntos.
- Al compartir el sueño los bebés pasaron menos tiempo en cada ciclo de sueño profundo. Para las madres que se preocupan de que obtienen menos sueño profundo, hay estudios que mostraron que compartir la cama, las madres no duermen en profunda total.
- Al compartir el sueño la mamá se despierta menos y si amamanta lo hace sin trasladarse, lo que favorece el volver a dormirse rápido.
- Al compartir el sueño, los bebés tienden a dormir más a menudo en sus espaldas o de lado y menos a menudo boca abajo, un factor que podía reducir el riesgo de SIDS.
- Una gran cantidad de contacto mutuo y la interacción se produce entre el sueño de los partícipes.
- El colecho trata de una opción que, practicada con seguridad, ofrece muchas cosas a favor a las familias. Y sobre el sexo o la intimidad de la pareja, habrá muchas soluciones que seguro que podemos implementar sin renunciar a dormir todos juntitos.
- Los niños se sienten mejor: El llanto de un bebé a veces responde a necesidades físicas, pero en otras ocasiones es por miedo, frío, dolor, necesidad de contacto y mimos o incomodidad. Cuanto antes atendamos estas necesidades, sean materiales o emocionales, menor será el tiempo en el que el niño esté sufriendo ese problema y menos llorará, pues si no lo atendemos pronto puede que luego se sienta nervioso o asustado, y le costará mucho más dejar de llorar y sentirse tranquilo y confortado.
- El colecho facilita la lactancia y la alimentación nocturna: La lactancia es un proceso natural que es óptimo cuando se produce a demanda, pues es la succión del bebé la que regula la producción y favorece el mantenimiento de una relación adecuada de la oferta disponible de leche. A más succión habrá, si no hay inconvenientes médicos o posturales, más leche.
- La familia recupera el tiempo perdido: Nuestros hábitos de trabajo hacen que muchas familias puedan disfrutar de pocas horas al día juntos. Con el colecho se les ofrece una oportunidad de recuperar ese tiempo perdido y compartir más contacto físico y emocional.
Y vos, ¿compartís la cama con tu bebé?
No sabia de todos los beneficios que pueden haber al compartir la cama, me parece genial. Cuando tenga hijos lo aplicaré. Gracias
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