Por Tania Yesivell desde Honduras
Un libro sobre personas que aman...
Resumen del argumento:
Mientras Daniel analiza los hábitos de un lagarto y sostiene una conversación con Sofía, el autor encuentra oportunidades para contar la historia entre ellos dos.
Podría decirse que es la semilla de una historia de amor pero Daniel, Sofía y el lagarto, no son los únicos elementos de la historia. Las vidas de los personajes sufren cambios sorprendentes por motivos bastante distintos.
Esta narración es una historia de amor bastante larga, considerando las pocas páginas en las cuáles fue contada.
No quiero decirte algo que ya hayan dicho en el cine o en la tele o en la radio o lo hayan escrito en el periódico o en una revista o lo haya leído en una novela o en un cuento. Quiero para ti algo único, inimitable.
Opinión personal:
Encontré algo hermoso desde la primera página: la relación entre los protagonistas es algo especial que podría convertirse romance pero que no sería menos bello si no llegara a hacerlo. No puedo explicarlo aunque no me sorprendería que ustedes sepan a qué me refiero.
También encontré rápidamente algo que criticar: a menudo extrañé los signos de interrogación y, de vez en cuando, los de exclamación. También es inusual el estilo, con esos comentarios de amigos y fragmentos del pasado filtrándose en la narración sin avisar; pero, poco a poco fui comprendiéndolo y llegó a agradarme.
Fue grato leer reflexiones y algo bonito con un lenguaje cotidiano, aunque sí tuve que buscar el significado de algún término que en mi país no se usa.
Ya me había hecho a la idea de ponerlo entre mis libros favoritos, cuando ocurrió algo muy extraño, un evento inesperado y que en principio me pareció gratuito. La historia lo necesitaba, sí, pero ¿tenía razón de ser? Nunca leí cual era.
A partir de ese momento, como si el autor hubiera tenido tanta prisa como yo por pasar esos tiempos difíciles, el ritmo se perdió y hasta pude ver alguna tilde fuera de lugar. ¿Qué fue lo que pasó? Los pequeños detalles no desaparecieron por completo, pero algo simplemente falló.
La novela se recupera más adelante, pero la forma en que yo la veía ya había cambiado.
Quizá estoy juzgando ese lapsus con demasiada dureza o quizá fue más que eso y echó a perder el libro. Tal vez seré capaz de saberlo más adelante, cuando haya tomado un poco de distancia.
Por el momento, recomiendo “El amor es como un pan con mantequilla” por las frases citables, por el Daniel romántico (cursi, le dice más de un personaje) y por la definición de amor que da Sofía y que rige a la historia.
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