Por La Pelu desde Chile
Queridas #BBGirls, ¿cómo están?, ¿cómo las ha tratado la vida?
Acá vengo, humildemente, a presentarles un nuevo capítulo de La Ruta del Arcoíris. ¿Cuántos llevaremos ya? Y todo para que vayamos poco a poco siendo mejores personas, pero no intachables, si igual es entretenido ser #Nasty a veces. Al menos que podamos manejarnos con lo que somos... ¿o no?
En fin, acá me tienen, Tequila en mano, cosechando los limones que me está mandando la vida. Me siento en una cancha de tenis enfrentándome a esas máquinas que lanzan pelotas sin parar. Y yo sin raquetas, porque claro, no me estaría quejando si me defendiera como la Kournikova. Yo voy recibiendo en la cara los limones mientras me voy metiendo para adentro el Tequila, así intentamos aprovechar el jugo que explota en cada reventón.
¿Les ha pasado que tienen ese tipo de rachas? Que están bien, tranquilas, porque aunque las cosas no son maravillosas tampoco son una mierda. Uno se siente que flota de espalda, no despreocupado pero tampoco en alarma, piolita (como se dice en Chile cuando las cosas van parejitas). ¡Hasta que saz! (si este post además tiene efectos especiales). ¡Suapa! Te llega el primer limón en el rostro. Uno no es ninguno, pero estás sacándolo cuando te llega el otro en la espalda. Y de repente eres tu contra La Vega Central que te lanza lo que pilla. Dicen que si la vida te da limones hay que hacer limonada, pero para superar ciertas pruebas uno necesita un incentivo más que llenarse de vitamina C, así que saquemos mejor el Tequila, un shot y entonémonos un poco para reírnos de nuestra propia desgracia.
FUENTE: wiselwisel.com
¿Les ha pasado que tienen ese tipo de rachas? Que están bien, tranquilas, porque aunque las cosas no son maravillosas tampoco son una mierda. Uno se siente que flota de espalda, no despreocupado pero tampoco en alarma, piolita (como se dice en Chile cuando las cosas van parejitas). ¡Hasta que saz! (si este post además tiene efectos especiales). ¡Suapa! Te llega el primer limón en el rostro. Uno no es ninguno, pero estás sacándolo cuando te llega el otro en la espalda. Y de repente eres tu contra La Vega Central que te lanza lo que pilla. Dicen que si la vida te da limones hay que hacer limonada, pero para superar ciertas pruebas uno necesita un incentivo más que llenarse de vitamina C, así que saquemos mejor el Tequila, un shot y entonémonos un poco para reírnos de nuestra propia desgracia.
Así ha sido últimamente. Ahora, ustedes dirán ¿y qué se hace para salir de ese estado? Bueno, les cuento que hoy mi primera sensación al despertar fue de angustia. Lloré en la ducha, mientras me secaba el pelo, mientras me vestía, en la oficina... no podía dejar de llorar. Por un lado creo que es bueno, porque uno bota. Limpia el alma. Y después renaces. Al menos eso me pasa a mí.
En un comienzo, cuando ves todo negro te pones a rabear por todo. Le hablas al universo estupideces tan melodramáticas que después te llega a dar vergüenza. Frases como: "¿Quieres castigarme?, ¡entonces castígame! ¡No quiero seguir!". "Todo yo, siempre yo, en cambio esta mina (cualquiera que vaya manejando un auto relativamente decente y vaya con cara de satisfecha) debe tener la vida arreglada, sin problemas ni preocupaciones, debe tener plata para ir una vez a la semana a hacerse las uñas, por lo bajo... ¡yo no quiero eso!, ¡no te pido tanto!, sólo quiero estar tranquila y llegar a fin de mes". Luego no falta la que te dice: "Ay, pero weona, piensa que hay gente peor que tú... los niñitos de África no tienen qué comer". Y acá tienes dos opciones, o te haces el Hara Kiri por quejarte mientras en África no tienen qué comer o reaccionas como nadie espera que reacciones, como una desalmada (opción que generalmente tengo) y le dices: "Me vas a perdonar pero me importan un pito los niñitos en África, con mi desgracias no van a comer más y si el universo me da lo que pido, no van a comer menos. No es que no me importe, es que lo que me afecta o no a ellos no les soluciona nada. Al menos si a mi me va mejor podría hacer algo para ayudar a un otro que lo necesita y que el universo tiene en el olvido" (no soy tan desalmada ¿vieron?).
Y así, uno va pensando en estos limones y sus soluciones. Claro que uno llega a esto cuando ya caminó por las paredes y bajó la escalera como araña. Porque seamos francas, cuando comienzan a llegar los limones, antes de sacar el Tequila te transformas en una teleserie Venezolana y en todos sus personajes. Desde la maldita lisiada hasta la Carminha (por lo mala, aunque no sea venezolana).
Yo ya estoy pensando en las soluciones, más empoderada, más tranquila, sin hacer pucheros. Veremos si los limones dejan de caer en algún minuto.
Buaaaaa, jajajja que me reí con tu entrada. Me parece genial y a masticar esos limones al seco, que limonada ni tequila, hay que comerlos enteros :) a estar bien no más y disfrutar el momento. Lo malo pasa con el tiempo y se supera, esa la es la gracia, no quedarse pegada con las codas.
ResponderEliminarPero piensalo bien queridi, tanto limón no es malo, porque le da sabor a la vida. O acaso prefieres una vida parejiiiiiita, donde lo más importante del día es que se te quebró una uña?
ResponderEliminarA veces lo malo no es tan malo, nos recuerda que estamos vivos y podemos sentir.
Tranquilidad no más, eres una gran mujer y yo sé que le darás buen provecho a tanto jugo. Besitos mi bella
ajajaj lindas gracias por sus comentarios!! pero si, quiero que lleguen a veces más bendiciones que obstáculos! En fin, estaré de pie siempre =) esta entrada es para quejarme jajajajaja
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