Por Angela Claverie desde Chile
A muchas nos ha pasado, la balanza nos muestra que estamos por sobre el peso que el médico o nosotras mismas hemos determinado como "ideal" para nuestro cuerpo, ¡y nos sentimos pésimo! Anhelamos ese día cuando la pesa marque el número que soñamos e imaginamos lo flacas y regias que nos veremos entonces.
En esos momentos, nada parece salvar la situación de cómo sentirnos mejor con nosotras mismas; hoy, aquí y ahora, tal cual como nos vemos. Muchas caemos en un extraño "limbo del sobrepeso"; incluso, cuando apenas tenemos 4 ó 5 kilos de más, en el que no nos sentimos dignas de vernos bellas, escondemos nuestra belleza tras prendas feas y holgadas. Es casi como un autocastigo, nos culpamos por no poder llegar al peso que queremos tener; y mientras no lo obtengamos, renegamos de la belleza que, como mujeres, siempre tenemos.
Desplazamos hacia ese futuro soñado la posibilidad de encontrar prendas que nos favorezcan, dejamos de ir a la peluquería para que nos den un nuevo look porque creemos que con los kilos extra, nada nos lucirá bien. Incluso, rehuimos reuniones sociales, donde nuestra apariencia sea especialmente importante, como las citas románticas o las juntas con amigas que no nos han visto en un buen tiempo.
Lo que lamentablemente no entendemos es que, mientras nos sigamos sintiendo feas, las posibilidades de ir bajando de peso se hacen más complicadas; y ese "limbo", al final termina siendo un círculo vicioso. Tristemente, olvidamos que las mujeres nunca dejamos de ser bellas. La belleza no depende sólo de la apariencia y de los kilos; la belleza es una vibración interior, ¡una actitud!
La mujer que de verdad se quiere, emana hermosura por cada poro y en cada gesto
A veces, nos sorprende encontrarnos con gorditas que se ven estupendas y elegantes; son "rellenitas sabrosonas", que además tienen tremendo arrastre entre los hombres. Seguramente, su médico les diría que tienen sobrepeso, y obviamente, no cumplen con los cánones de belleza que la publicidad nos mete en la cabeza; pero de todos modos, ¡se ven preciosas!
¿Qué es lo que las hace tan bellas y tan deseadas?
Su alegría interior, su respeto por sí mismas, ¡el amor que se tienen a toda prueba! Han aceptado el peso que muestran en el presente, quizás de todos modos estén intentando bajar unos kilos o quizás no; pero están orgullosas de la mujer que son, de su belleza interior, se sienten merecedoras de cada piropo y de todo lo bueno que la vida tiene para ofrecerles. No temen al espejo porque reconocen la hermosura que hay en ellas, sólo por el hecho de ser mujeres, y están ansiosas de mostrarla al mundo hoy y siempre.
Incentivadas por esa actitud de vida, ellas buscan aprender qué ropa y peinados les quedan bien en el cuerpo que tienen ahora, en el presente. Se prueban muchas prendas hasta que dan con aquellas que las hacen sentir hermosas, que resaltan sus mejores atributos y hacen menos notorios, los no tan buenos. No les preocupa si antes compraban prendas talla "M", y ahora deben revisar si hay "XL" o más grande. No les importa si deben entrar al probador con ropa de cortes y estilos que nunca antes usaron. Aman el cuerpo que tienen hoy, y amarán el que tendrán en un año, aunque la balanza siga marcando lo mismo.
Ellas sienten que son dignas de prendas adecuadas y bellas para vestir su cuerpo, que merecen ir a la tienda o a la peluquería, a "jugar", probándose cosas distintas a las usuales; en la búsqueda del estilo que más les favorezca ahora. No se frustran ante una montaña de ropa que no les quedó bien; siguen adelante, disfrutando la aventura de la búsqueda, entusiasmadas por descubrir la nueva belleza que tienen para mostrar, aún con sus nuevas medidas aumentadas.
Su belleza no tiene que ver con la cantidad de presupuesto con el que cuentan. En tiendas económicas y hasta en las de ropa reciclada, pueden encontrar prendas maravillosas. Ellas saben que, atreviéndose a buscarlas, ¡las encontrarán! Si ellas, con todos esos kilos, pueden verse así de femeninas, sensuales y poderosas, ¿cómo es que nosotras no?, porque ellas no están posponiendo vivir y gozar la vida en pro de un ideal lejano.
¿Y si nunca bajamos esos kilos que nos sobran?
¿Vamos a vivir para siempre ocultas, tras una apariencia desprolija?; ¡la vida es ahora!; ¡ése debería ser nuestro lema de hoy en adelante! Entonces, la próxima vez que te cruces con una chica rellenita que se vea atractiva, piensa en todo lo que puedes aprender de ella.
Ellas son un precioso ejemplo de la alegría de ser mujer,
de la sana autoestima, y del valor incalculable de vivir en el presente.
Me llego al alma, precisamente en esa situacion he vivido toda mi vida. Siempre he pensado que cuando tenga 15 kg menos sere feliz y me vestire mejor y ese dia nunca llega.
ResponderEliminarExcelente entrada.. me identifico co cada palabra. me ha hecho pensar mucho al respecto Y debo cambiar mi modo de ver las cosas y apreciarme, sino jamas sere feliz.
Saludos
Maravilloso post :) gracias por compartirlo
ResponderEliminarBravo
Somos lo que irradiamos desde adentro... esa chispa y amor propio es que lo que resulta atractivo a muchas personas... hay que amarse ahora y siempre ;)
ResponderEliminarMe encantó la entrada!
Muchas gracias x sus comentarios sobre mi escrito... la importancia de vivir el presente y disfrutarlo es fundamental para una vida plena y sana, física, emocional y mentalmente!
ResponderEliminarQuiéranse!!