Por Vampirella desde España
Cuando mis amigas empezaron a tener pechos (yo fui de las últimas), tuve una inmensa curiosidad de saber cómo eran (para saber si yo los iba a tener así también). Cuando al fin me salieron los míos, me dolían mucho; creí que moriría, pero al decírselo a mi madre, se rió y me dijo: "Ya te estás haciendo mujer." Entonces, comenzó la inquietud, ¿yo iba a tener los pechos igual que los de mis amigas?
Ahí empecé a mirarme en el espejo, no por ego, sino por el morbo que me daba al mirar esos bultos míos. Cuando era pequeña, siempre decían que yo era una niña rara; yo tenía una serie de curiosidades respecto al sexo, ya que en aquel entonces, nadie hablaba de ello. Llegué a inventarme un príncipe azul o como lo queráis llamar, con el cual me inventaba infinidad de historias, que siempre terminaban en la cama.
Yo era de las curiosas que se escondía en el cuarto de baño para leer la revista "El Jueves", que me la prestaba mi vecino; o para leer las historias de "Zipi y Zape", porque todavía era menor de edad.
Cuando mis amigas empezaron a tener pechos (yo fui de las últimas), tuve una inmensa curiosidad de saber cómo eran (para saber si yo los iba a tener así también). Cuando al fin me salieron los míos, me dolían mucho; creí que moriría, pero al decírselo a mi madre, se rió y me dijo: "Ya te estás haciendo mujer." Entonces, comenzó la inquietud, ¿yo iba a tener los pechos igual que los de mis amigas?
Ahí empecé a mirarme en el espejo, no por ego, sino por el morbo que me daba al mirar esos bultos míos. Cuando era pequeña, siempre decían que yo era una niña rara; yo tenía una serie de curiosidades respecto al sexo, ya que en aquel entonces, nadie hablaba de ello. Llegué a inventarme un príncipe azul o como lo queráis llamar, con el cual me inventaba infinidad de historias, que siempre terminaban en la cama.
Por supuesto que las historias se pusieron diferentes conforme fue creciendo. Al principio, solo hablaban, porque no sabía muy bien lo que era el sexo, hasta que vi una película porno y descubrí más "cosas". Para entonces, ya les ponía posiciones y gestos. ¿Para qué negarlo?, ¡realmente, yo era rara!
Simultáneamente, evitaba a los chicos que querían algo más conmigo porque había escuchado que podría quedar embarazada. ¿y quedarme yo sin libertad alguna?; vámos, ¡ni soñarlo! También me decían rara porque compraba la revista "Super Pop", solo para ver las fotos de los chicos melenudos; pues los prefería con melenas largas, en vez del pelo corto. Mientras más rockeros eran, ¡más me gustaban! Ese era mi ideal de un príncipe azul.
¿Era yo una chica rebelde? ¡Tal vez! Todavía me gusta el Rock, pero no llevo ni tachuelas, ni pintas de descuidada. Me gusta la música, pero no el modo de vida. Sin embargo, no me hubiese importado haber estado con alguno de esos rockeros, pero en aquel entonces, yo era demasiado pequeña para estar con ellos.
Simultáneamente, evitaba a los chicos que querían algo más conmigo porque había escuchado que podría quedar embarazada. ¿y quedarme yo sin libertad alguna?; vámos, ¡ni soñarlo! También me decían rara porque compraba la revista "Super Pop", solo para ver las fotos de los chicos melenudos; pues los prefería con melenas largas, en vez del pelo corto. Mientras más rockeros eran, ¡más me gustaban! Ese era mi ideal de un príncipe azul.
¿Era yo una chica rebelde? ¡Tal vez! Todavía me gusta el Rock, pero no llevo ni tachuelas, ni pintas de descuidada. Me gusta la música, pero no el modo de vida. Sin embargo, no me hubiese importado haber estado con alguno de esos rockeros, pero en aquel entonces, yo era demasiado pequeña para estar con ellos.
Las aventuras de Zipi y Zape estaban geniaales...!!!Yo en Argentina las leía... :))
ResponderEliminar