Por Katie Bro desde Colombia
Hoy quiero desahogarme un poco con ustedes, pronto inicio una nueva etapa de mi vida con la que he soñado desde hace mucho y, en estos días, he estado un poco nostálgica pensando en lo que dejo atrás.
Solemos decirnos que no debemos arrepentirnos de lo que pasó pero a veces es inevitable, más aún cuando quieres cerrar un ciclo en tu vida, el ponerte a recordar todas tus vivencias, todo lo que hiciste, lo que dejaste de hacer, las oportunidades que no aprovechaste y que seguro no volverán. Es cierto que si queremos avanzar debemos dejar el pasado allí.
A estas alturas del año, empiezo a analizar todo lo que ha ocurrido durante estos ocho meses, las personas que he conocido, una en especial que pensé que era lo que estaba buscando y es ahí cuando vienen a mí una serie de arrepentimientos:
- Vuelve a mi mente todo lo que compartimos, lo que ahora, después de ver todo desde otra perspectiva, hubiera querido decirle a esa persona en determinado momento.
- Me pregunto una vez más, ¿qué habría pasado si hubiera sido como suelo ser dejándome llevar por los sentimiento sin pensar tanto las cosas? Pero entonces recuerdo que muchas veces había algo en el fondo que me frenaba a ser yo misma, a vivir con intensidad y a demostrar mucho; a lo mejor no quería que me hicieran daño.
- El haber puesto a esa persona en un pedestal hizo que comparara a cada chico imperfecto que se me acercaba con él, les busqué mil defectos (que a lo mejor el otro también tenía) y no quise involucrarme con personas que tal vez eran más apropiadas para mí.
- La desilusión tras esperar que esa persona volviera que, cuando la creías superada, apareciera de nuevo pero no de la forma que hubieras querido.
- Y uno de los mayores arrepentimientos, gastar tantos pensamientos en alguien que quizás no los merecía. Como dice una frase que leí en Instagram hace un tiempo: "El peor arrepentimiento que podemos tener, no es por las cosas equivocadas que hicimos, si no por las cosas correctas que hicimos por las personas equivocadas".
Ahora, cuando dicha persona también cierra su ciclo y ni siquiera te dice adiós, me pregunto: ¿En realidad él valía la pena? Si no tuvo los pantalones para buscarte y luchar por ti. Si le interesabas tanto como lo decía, si él quería algo serio, ¿porqué simplemente desapareció? A lo mejor fue solo palabrería, como decimos por aquí, "un charlatán".
Después empiezo a pensar con cabeza fría y llego a la conclusión de que todo debió de ser así por alguna razón, no valen los arrepentimientos, aunque tuve errores traté de remediarlos y si no hubo solución era porque ahí no había nada más que hacer; si todo eso no hubiera pasado, no estaría viviendo lo que viene ahora, no habría conocido otras maravillosas personas que ahora están a mi lado y que entienden que, de momento, no quiero más que una amistad.
Hoy se cierra un otro, los buenos recuerdos permanecen y ahora lo que queda es mirar para delante; de las experiencias se aprende y probablemente llegaran nuevas personas con las que evitarás cometer tus errores del pasado. Ahora renovaré mis energías y me enfocaré en vivir, en aprovechar todas las oportunidades que la vida me da.
uffffff!! super profundo, entiendo tu sentir, no debe ser fácil dejar algo ir y en esas condiciones tan poco amables. Pero en realidad, lo mejor es no pensar, se que cuesta porque tenemos nuestro orgullo, pero siempre podemos equivocarnos, lo importante es aprender de lo vivido y que lo que hayas vivido este casi año te sirva para l o que queda de él. En serio! no lo pienses tanto!! Siempre digo que nada es casual, a lo mejor el no era para ti no más y por algo se fue así, sin avisar :) besitos
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