Por Ailén Rodriguez desde Uruguay
Con seguridad todos seleccionamos minuciosamente qué aspectos de nuestra vida mostramos en las redes sociales y, diferentes figuras públicas hacen lo mismo con las propias. Lo que se nos muestra las redes sociales incide de forma directa en nuestra percepción del mundo. Vivimos en un planeta lleno de selfies, imágenes que muestran el lado luminoso de la vida y esconden detalles no tan entretenidos o rentables.
Todo el mundo parece feliz, accede a bienes de consumo que los demás queremos tener, vemos a través de la pantalla como el planeta entero muestra su felicidad casi como si fuese un bien material posible de adquirir. Entonces, ¿cuánto de esto es cierto?
Fotografías retocadas, sonrisas relucientes, entornos de ensueño o situaciones que nos provocan sana envidia, entre otras, son las cosas que podemos ver hoy en día en diversas cuentas de famosos o personas públicas. El canon de felicidad parece haber mutado. Hemos pasado de medir la felicidad en cantidad de risa, a medirla en cantidad de me gusta o seguidores de Twitter. Y les diré que ni el Papa ha quedado fuera de la fiebre selfie.
Las que tenemos un poco mas de veinticinco recordamos como era juntarnos con amigas en una casa cuando éramos niñas, a reírnos, grabar cassettes de música que pasaba la radio o mirar revistas. Hoy asistimos a un mundo que, a través de la pantalla, da la posibilidad de acceder desde la comodidad del hogar a absolutamente toda la oferta de entretenimiento, sin necesidad de que los jóvenes o niños se vean la cara.
Esto empuja a los más jóvenes a cumplir con ciertas pautas sociales, para pertenecer o incluso para acceder a ese canon de felicidad otorgado por la frecuencia de visitas a su Website. Posteos minuto a minuto, fotos buscando el ángulo perfecto, angustias por no ser, tener, lograr, lo que los medios ofrecen, son algunas de las causas y consecuencias que los jóvenes y algunos adultos incluso viven hoy en día.
Vemos una cantidad enorme de imágenes y situaciones que nos hacen dudar de cuan felices o cuan infelices somos. ¿Acaso cuestionarse la vida real por la vida segmentada que vemos en los medios es válido?
Saber que lo vemos de una persona a través de imágenes es solo una porción de la realidad, es un aspecto fundamental para no caer en simplismos. Transmitir estas premisas a nuestros jóvenes y niños, hará de ellos seres más espontáneos y felices, menos pendientes de lo que pueda pasar del otro lado de la pantalla, y más atentos a vivir su realidad con los pies sobre la tierra.
En su momento, he pensado igual que tu respecto a estos temas. Muchas veces disfrazamos nuestra realidad sobre la vida que tenemos, especialmente cuando queremos compartir nuestros estados en Facebook, Twitter, Instagram, lo que sea. Pero creo que tambien se debe a que siempre andamos buscando aprobación de las demás personas y no somos capaces de enfrentarnos a lo que somos y lo que vivimos en muchas ocasiones, porque estamos buscando esa cosa perfecta en nuestra vida.
ResponderEliminarQue buena entrada... deja para la reflexión. :)
Saludos
http://pameliry.blogspot.com
Pienso igual, uno no postea toda su vida, aunque hay casos así, gente que cuenta hasta cuando va al baño, incluso al revés, cuenta solo lo malo de su vida en RRSS. Pero lo habitual es que solo compartamos lo más bello de nosotros, se da en la vida real, uno no anda abierto por la vida con todo el mundo, no le cuenta sus problemas o le muestra sus defectos. Con las imágenes pasa lo mismo, solemos solo mostrar lo más bello y feliz que somos, de cualquier forma no es malo, ya que es rico poder ver o compartir con el resto lo bueno y feliz de uno, pero claramente no todos son igual de felices así que puede entrar ese cuestionamiento, de lo que si hay certeza, es que nadie es perfecto y feliz todo el tiempo, todos tenemos problemas con los que tenemos que lidiar y lloramos de vez en cuanto, y si no tienes claro eso al ver las fotos del resto entonces estas mal y te puedes hacer un gran daño si no estas en la misma sintonia de felicidad con el resto que sube imágenes como tal.
ResponderEliminarQue buen post Ailen, la verdad que asusta la forma en que se presiona a los niños y jóvenes con todo el tema de la popularidad y las redes sociales. Se que me faltan unos años todavía para vivir lo con mi nene pero tengo otras amigas con hijos más grandes y es bastante complejo.
ResponderEliminarBesos!