Si queréis comer un plato muy, muy rico que además sea muy, muy sano, esta receta de buñuelos es la respuesta, ¡son adictivos! El amaranto está considerado el mejor alimento de origen vegetal y, si además le añadimos las propiedades del maíz y las de la avena, logramos un plato con excelentes valores nutricionales. En cuanto al sabor, los chiles frescos y una suculenta salsa de yogur, ponen la guinda de esta receta.
Ingredientes para cuatro personas
- 1/2 taza amaranto,
- 1 de taza de caldo de verduras,
- 1 lata maíz,
- 1 chile rojo,
- 1 chile verde,
- 1 huevo,
- 60 ml de nata vegetal,
- 1 cucharadita levadura instantánea,
- 75 g de harina (maíz, trigo, garbanzos, la que tengáis a mano),
- copos de avena (la cantidad necesaria),
- sal y pimienta,
- aceite de oliva virgen.
Salsa
- 4 physalis,
- 1/2 diente de ajo,
- 1 manojo de hojas de albahaca,
- 2 cucharadas colmadas de yogur griego light,
- ralladura de limón,
- sal.
Preparación
Buñuelos- Cocer el amaranto en el caldo de verduras con un poquito de sal hasta que esté tierno y dejarlo escurriendo. Escurrir también el maíz y picar los chiles retirando las semillas. Reservar estos ingredientes.
- Tamizar la harina y la levadura en un bol, echar un pellizco de sal y otro de pimienta, añadir el huevo y la nata mezclando con unas varillas hasta que desaparezcan los grumos, debe quedar como una bechamel ligera.
- Incorporar a la mezcla el amaranto, el maíz y los chiles, remover bien. Añadir los copos de avena necesarios hasta lograr una textura más consistente, similar a la de la masa para las croquetas.
- En una sartén caliente con un poquito de aceite de oliva, hacer los buñuelos como si fueran tortitas, se van echando cucharadas de masa, se dejan dorar y se les da la vuelta. No es necesario usar mucho aceite. Cuando los buñuelos estén dorados por ambos lados, los dejamos sobre papel absorbente hasta el momento de servirlos.
Salsa (dos opciones)
- Pelar los physalis y machacarlos en el mortero junto al ajo, la albahaca y un pellizco de sal hasta formar una pasta. Añadir el yogur, mezclar bien y echar un poco de ralladura de limón por encima.
- Para una versión más sencilla e igual de deliciosa, añadir el ajo machacado al yogur, una pizca de sal y una cucharadita de jugo de limón, mezclar bien y servir.
Lo mejor de estos buñuelos es que los podréis disfrutar tanto en frío como en caliente. Son un almuerzo perfecto para llevar a la oficina, aportan energía y a vez cuidan la línea. También son una opción ideal para servir como entrante cuando tenemos invitados, solo hay que hacer porciones más pequeñitas y listo, volarán en un instante.
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