Cuando escuchamos la frase “nueva ola” inmediatamente se nos vienen a la cabeza esas canciones que hablan del “boliche” y de los “pibes”. Mas no todos tenemos claro que el término “nueva ola” es precisamente eso, una oleada de nuevos estilos y principalmente artistas representantes de estos estilos.
Para todos los que alcanzamos los 18 años alrededor del año 2000 -para mí, edad en la que se alcanza la madurez musical y en la que quedará marcado que estilos seguirán tendencia en tus gustos a lo largo de los años-, tenemos la suerte de haber conocido el principio de una revolución de la música chilena, nuevos artistas, nuevos estilos, música joven y fresca que llegó a inundar en sus inicios las tocatas universitarias y luego, más adelante, bares y escenarios de la escena independiente.
Los precursores de esta nueva camada fueron los ahora renombrados Gepe y Javiera Mena. Gepe con su pop mezclado con sonidos altiplanicos, claras influencias de los folcloristas chilenos Violeta Parra y Margot Loyola. Y Javiera Mena con un pop más puro y sintetizado, influenciado a su vez por la música AM con la que todos crecimos en los 80′ y 90′. Ambos autodidactas musicales, talentos innatos que desde muy jóvenes se lanzaron a escribir y componer sin importar cómo sonara o los instrumentos usados para ello. Gepe y su guitarra con una cuerda menos y Javiera Mena con una calculadora Casio y flauta dulce.
Chile nunca ha sido un país fácil al lanzar carreras musicales, pocos sellos discográficos, desventaja ante los artistas argentinos que durante años venían rompiéndola en el mercado latinoamericano y poco quórum por parte del público, idiotizado en ese entonces por la reciente llegada del reggaeton. Un rol importante jugo el sello independiente Quema Su Cabeza, quienes pusieron fe en estos y otros grandes artistas independientes chilenos.
Así fue como estos dos artistas pasaron de tocar en pequeñas funciones universitarias a hacer giras por Europa, México y Estados Unidos. Y siendo así el génesis de nuevos artistas independientes, estando todos relacionados entre sí de una forma u otra: Denver, Fernando Milagros, Fakuta, Ases Falsos, Protistas, Astro, Teleradio Donoso, Alex Anwandter, Pedro Piedra y así suman y siguen.
Así se desglosa el organigrama de estos grupos chilenos, partiendo todos desde Gepe y Javiera Mena:
Gepe luego de tocar en varias bandas aterriza de baterista de Javiera Mena, donde se empieza a hacer conocida su voz en el single “Sol de Invierno”. Ella a su vez colabora con “Lienza” en el segundo larga duración de Gepe “Audiovisión” y con “Un día Ayer” en varias presentaciones en vivo, la más importante el Festival de Viña de 2014. Teleradio Donoso comienza como banda de rock, luego de su disolución el vocalista, Alex Anwandter, se lanza como solista, para luego crear el proyecto “Alex y Daniel” junto a Gepe. Fakuta hace sus inicios con colaboraciones con Gepe. Felicia Morales se inicia como chelista y tecladista de la banda de Gepe, para luego emigrar a colaboraciones con Fakuta. Javiera Mena hace múltiples giras y colaboraciones junto a Fother Mockers, quienes luego se transformarían en Ases Falsos, cuyo vocalista Cristobal Briceño cantaría el single “Concentración de Campos” del tercer disco de Denver. Pedro Piedra se inicia como guitarrista de Gepe, para luego realizar su propio proyecto solista y a la vez participar del programa 31 minutos cantando la icónica “Diente Blanco no te vayas”. Astro y Gepe han colaborado en sus escenarios, en el lanzamiento del segundo disco de Astro con “Maestro Distorsión” y en el festival Primavera Fauna del 2011 con “Por la Ventana”.
¿Les quedó dando vueltas la cabeza? Esto es sólo una parte del semillero que significan estos dos artistas chilenos. Dejo en sus manos averiguar el resto.
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