Hace algún tiempo publiqué un extracto de una carta que le había entregado a un gran amor (Carta de papel de amor y despedida) y algunas me preguntaron qué había pasado con la otra parte. Les contaré qué pasó con eso y qué fue de él en estos meses que han pasado desde esa vez.
Le entregué la carta en Febrero; después de varias visitas sin sentido de su parte, donde se aparecía por mi casa diciéndome que era sólo porque "andaba por aquí cerca" o porque "justo iba pasando por aquí", un día de esos le dije que yo no podía seguir recibiéndolo en mi casa a cualquier hora en base a excusas y que si quería venir a verme tenía que ser porque "tenía ganas de verme" o porque "me extrañaba", además de que lo mínimo era que me llamara por teléfono antes para avisarme.
Saqué el papel de mi bolsillo y le pedí que lo leyera cuando se fuera y que si estaba de acuerdo con lo que allí decía volviera o sino que no se molestara en pasar cuando anduviera "justo" cerca de mi casa.
La carta en gran parte es lo que publiqué hace un tiempo y es lo único que tengo de ella; después de unos días de haberla escrito la borré porque la leía a cada rato y era una acto bastante masoquista de mi parte; respecto a él, volvió una vez más después de cerca de un mes, me dijo que había encontrado muy linda la carta pero que mi relación con él no sería más de lo que era, que me tenía mucho cariño, que le gustaba ir a verme y que lo entendiera. Le dije que mi palabra ya estaba dicha y que la opción de elegir la tuvo en sus manos, que si no me eligió ya no tenía nada más que hacer en mi casa. Ese día ni siquiera entró, conversamos en la puerta, y le pedí que se fuera, fue la última vez que lo vi.
Han pasado casi 6 meses de eso y la verdad es que no fue como esperé. Sí, claro que mi lado princesa Disney esperó el final de película, pero mi lado racional siempre me dijo que esa carta era una despedida y que si no se había decidido en años no lo haría ahora por una carta de amor. Cuando digo que no fue lo que esperé, no me refiero al final con rosas y canciones de amor sino a mi reacción interna; creí que sufriría, que lo esperaría cual Penélope y que no podría vivir sin él, pero no. Hice el viaje de mi vida, dormí tranquila en las noches sabiendo que no aparecería, empecé a salir con alguien y no me dolía el estomago cada vez que veía un número desconocido en mi celular.
Lo extrañé mucho al principio, no lo puedo negar, pero ahora, con el tiempo, ya no lo extraño a él sino al hecho de no extrañarlo. A veces, con una amiga que tenemos en común, lo mencionamos diciendo "qué será de...", ninguna de las dos lo ve desde hace mucho y coincidimos en que lo triste de recordarlo es sentir el desapego que tuvo él con su pasado y como simplemente desapareció de nuestras vidas.
Siempre será uno de mis grandes amores y ahora sólo espero que el día que la casualidad nos junte por ahí, nos podamos saludar con cariño. Creo que es lo mínimo después de tanto tiempo, ahora habrá que ver si el pensará lo mismo cuando nos veamos de frente de nuevo.
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