El año que termine la universidad además de un titulo salí con 10 kilos más que los que tenía cuando había ingresado. La "vida universitaria", el cambio de hábitos, el dejar de lado el ejercicio y un montón de cosas más hizo que sin darme cuenta subiera esa cantidad de kilos, con los que hasta el día de hoy debo lidiar.
Recuerdo que en esa época quise buscar ayuda profesional porque de verdad me afectaba el tema, pero cuando llegué a la consulta de la nutricionista supe que ella no me ayudaría de la forma en que yo necesitaba, ya que físicamente se veía aún más "rellenita" que yo. Le comenté mi situación, me tomó el IMC -fórmula que yo y muchos consideramos retrograda y que hasta le día de hoy varios la utilizan- y me dijo que estaba bien por lo que tuve que empezar a utilizar mis conocimientos universitarios para bajar de peso.
Esos 10 kilos de más no me hacían ver gorda a la vista del mundo normal; lo más probable es que caminando por la calle nadie se diera vuelta a decir "que gorda esa niña", pero para el mundo en el que yo me movía sí lo estaba, no podía empezar a hacer clases viéndome más rellenita que mis propias alumnas, además que por el sobre peso tampoco podía hacer ciertos ejercicios que en mi peso normal hacía sin dificultad, por lo que yo no me sentía cómoda con ese peso; por lo mismo, me gustaría también hacerle ver a esa gente que a uno le dice "que eres exagerada, si no estas gorda" que siempre hay que entender el contexto y no es que uno ande de atadosa por la vida.
En un post anterior, Respuestas a las misma preguntas de siempre, mostré que es muy distinto pesar 60 kilos con un porcentaje de grasa corporal de 13% y con uno de 30% y también es muy distinto tener un físico acorde a la actividad que se realiza y tener un cuerpo sano y saludable. Hay bailarinas de ballet flaquísimas con porcentajes de grasa muy alto, como levantadoras de pesas que se ven "gigantes" para muchos pero su porcentaje de grasa es de 10%. Entonces, ¿quién es gorda realmente?, ¿quién tiene la autoridad para decir que alguien está gorda y quien no?
Insisto en que no es lo mismo estar gorda a la vista del ojo humano que estar con sobrepeso o con un físico poco saludable. SIEMPRE lo saludable es el porcentajes de grasa corporal bajo y no lo que diga la balanza o el cómo se vea uno frente al espejo, porque es muuuuy distinto verse y/o estarlo. La clave es estar bien dentro de los rangos médicamente aceptables, el resto depende únicamente de cuanto uno se quiera o de la actividad o el mundo en el que se está inserto; hay niñas muy flacas que se ven regias, como hay otras que se ven como que tienen hambre todo el tiempo, lo mismo pasa con las más rellenitas, hay algunas que uno dice "que guapa que se ve ella", en cambio hay otras que se visten mal y no se sacan partido por su complejo de tener unos kilos de más.
Es obvio que los cánones de belleza de las TV y la publicidad nos hacen creer, a las que pesamos 60 kilos y tenemos talla 42, que estamos gordas, pero insisto, aunque a veces el mundo nos quiera hacer ver lo contrario, está solo en nosotras no someternos a esa presión. En mi caso, siempre he vivido al límite, siempre "necesito" bajar de peso un par de kilos y me tengo prohibido llegar a la talla 44, pero otras veces me pregunto: ¿es necesario autopresionarme así?
Creo que en mi caso ya es parte de mí el soñar con mi peso ideal, pero varios años después de haber salido de la universidad he bajado bastante la vara de lo que me auto exigía; ya no quiero pesar lo que en esa época, sino mantenerme dentro de un rango; ya no tengo guardado "ese" pantalón en el que quiero volver a entrar, no ando muriendo de hambre ni matándome haciendo ejercicio sólo con ese objetivo y, aunque pueda sonar pesimista mi pensamiento actual, simplemente espero no cambiar de talla. Eso sí, cuando ya me empiezo a estresar por esos kilitos de más, dejo de lado mis mañas y le pongo un poco más de disciplina a la actividad física.
A veces el tema del peso se vuelve una lucha eterna, pero ya pasados los 30, para mí, es algo simplemente con lo que he vivido y he aprendido a convivir. Si me quiero comer una hamburguesa gigante o un helado, lo hago sin culpas y si me cuido (que algunos creen en exceso) es porque ese es mi estilo de vida y soy así, simplemente. Lo que opine el resto no me estresa, cuando digo frente a mis compañeras de trabajo gorditas que estoy gorda y me miran con cara de "nos estas haciendo burla", yo me entiendo y con eso me basta, ya ni siquiera me desgasto en explicar mis motivos porque, como dije en un principio, ¿quién es autoridad para decirle a alguien que está gorda?, o peor, ¿desde cuándo el decir "estás rellenita" es lo peor que se le podría decir a alguien? Hay que revelarse a lo estético y, mientras se esté saludable, el cómo uno se vea tiene que gustarle sólo a una. Lo que digan los demás, está demás.
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