Southpaw o Revancha, es la nueva película de Jake Gyllenhaal, dirigida por Antoine Fuqua (Training Day) y con un elenco de pesos pesados y 50 Cent.
La historia central se basa en Billy Hope, el personaje de Gyllenhaal, un boxeador en la cima de su carrera que cae en desgracia y luego de tocar fondo vuelve a la cima al recordar sus raíces. ¿Les suena conocido? Si es así, es porque esta historia ya la hemos visto miles de veces en el cine disfrazada de otras disciplinas, ya sea un deportista, músico, actor, etc.
Con esto no digo que la película sea mala o aburrida, al contrario, entretiene y está bien hecha. Es sólo que tiene una historia principal que ya todos sabemos para donde va.
Originalmente, esta película iba a ser protagonizada por Eminem, como una forma de usar la historia del boxeador como analogía de lo que ha sido su vida. Pero en 2014 se retiró del proyecto para concentrarse en su música, pero aun así participó activamente en el soundtrack de la película.
Los personajes están bien caracterizados, sobretodo el de Rachel MacAdams, quien interpreta a la mujer del protagonista Billy Hope, ambos criados en orfanatos del estado. La representación del personaje nos recuerda a la típica mujer de deportista, sin alejarse mucho de las mismas señoras de los futbolistas chilenos, con sus vestidos ajustados y grandes joyas. Bien logrado para ella y también para el personaje de Gyllenhaal que interpreta su papel con una forma de hablar que aún no me calza mucho y que hace que me cueste un poco identificarme con él.
50 Cent interpreta al manejador del protagonista, y su papel, aunque no está mal actuado, tampoco es memorable.
Forest Whitaker, un actorazo, es un personaje clave en este tipo de películas, es el entrenador humilde de los barrios bajos, que con sus reglas estrictas y moral intachable le darán al protagonista las claves para volver a la cima y sobrellevar los problemas que lo llevaron a caer en un principio.
No sé si tenga mucho más que decir de esta película, como ya recalqué antes, es una historia ya contada muchas veces, pero no quiere decir que no valga la pena verla. La recomiendo como una película entretenida, no memorable, ideal para un domingo en la tarde.
La intensidad de "Southpaw" refleja la pasión y dedicación del boxeo. En nuestra empresa, buscamos esa entrega, trabajando con esfuerzo y compromiso para alcanzar cada meta con determinación.
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