Una mañana cualquiera el 2% de la población del
mundo se desvanece y los que quedan —del
inglés leftovers— se encuentran
paralizados, sin respuesta alguna. Las especulaciones en torno a la causa de
esta masiva desaparición adquieren tonos religiosos —el rapto o arrebatamiento
de la iglesia— y a veces científicos, pero lo cierto es que nadie tiene una
explicación. Esta serie de HBO, estrenada en 2014 y actualmente
en su segunda temporada, ha conseguido devolver a la televisión la clase de
misterio que no veíamos desde LOST (2004) —y que con suerte entregará un final
mucho más satisfactorio.
Kevin Garvey (Justin Theroux) es un policía en Mapleton,
Nueva York, cuya vida cambia por completo cuando su esposa, Laurie Garvey (Amy
Brenneman), decide unirse a The Guilty Remnant, un culto religioso dedicado a
recordar la vida de los desaparecidos
por medio de un voto de silencio y el uso permanente de ropa blanca. Las
motivaciones del culto parecen ser “evitar que la gente olvide lo sucedido el
14 de octubre”, sin embargo, nadie jamás explica por qué para recordar a las
víctimas es necesario vestirse como comercial de OMO y fumar en silencio frente
a aquellos que prefieren olvidar y seguir con sus vidas.
The Leftovers es confusa porque mezcla lo
divino con lo científico y lo psicológico con lo físico. La segunda temporada
ya está por terminar y aún no sabemos nada respecto a las causas de la
desaparición ni sobre las verdaderas motivaciones de los personajes. La sanidad
mental de algunos de ellos se pone en cuestión a fines de la primera temporada —y
curiosamente los que parecían más locos ahora comienzan a tener sentido.
Personas se esfuman todos los días en la vida real, sin embargo, en The
Leftovers cada desaparición es potencialmente un nuevo 14 de octubre, y esa tensión se ha mantenido en cada capítulo
desde el piloto hace más de un año.
Este tipo de series usualmente decepcionan en
su última temporada, cuando la audiencia espera una respuesta a todas sus
preguntas y los guionistas no consiguen entregar un final satisfactorio —como
ocurrió con LOST— pero, si bien es probable que esto se repita con The
Leftovers, por el momento puedo decir que esta es una de las mejores series en
su categoría. Si ya la viste y necesitas algo con que rellenar tu semana en
espera del próximo capítulo, una serie de estilo similar es la original de
Netflix —y el regreso con honores de los Wachowski— Sense8, también muy recomendable
aunque un poco más emotiva (por no decir cursi).
Aquí les dejo el trailer de la primera temporada:
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