Carol Aird es la mujer más glamorosa y sofisticada que podrías imaginar; una oda a la moda de los ’50 y una femme fatale trágica. Cate Blanchett interpreta a esta mujer con sutil elegancia, entregándole un aire de misterio que la mantiene en permanente distancia de la audiencia y de Therese Belivet (Rooney Mara), su joven amante. El filme de Todd Haynes, candidato seguro a los Oscar, retrata la intensa relación entre una mujer madura atrapada en un matrimonio sin amor y una joven que aún lucha por encontrarse a sí misma. El contexto es Nueva York en 1950; Carol está en medio de un conflictivo divorcio que amenaza con quitarle la custodia de su hija, Rindy, cuando Therese aparece en su vida, así como por destino.
“Justo cuando piensas que no se puede poner peor, se te acaban los cigarrillos”.
Carol es un filme conmovedor y para nada cursi. Su foco está en los personajes y tanto Blanchett como Mara entregan actuaciones extraordinarias. Si bien la estética idealiza el glamour de Hollywood, la narrativa es honesta y simple. A lo largo de la película, Carol abandona sus barreras y muestra vulnerabilidad mientras inspira en Therese el deseo de empoderarse de sí misma y tomar control de su vida. Los hombres en este filme juegan un rol secundario pero crucial. El esposo de Carol, Harge Aird (Kyle Chandler), se involucra en una mezquina batalla legal con su mujer que revela un orgullo magullado, porque ¿cómo es posible que una mujer tan bella como Carol – el ideal del deseo masculino – pueda enamorarse de otra mujer?
Carol es especial porque no se concentra en retratar un estereotipo específico de una relación lésbica y porque no busca excusar su elección de estética. Esta es la historia de Carol Aird y Therese Belivet, tómala o déjala. Así como en Far from Heaven y en la serie Mildred Pierce, Haynes comienza con una narrativa simple y la entrega por completo a sus personajes. No es coincidencia, por tanto, que su elección de actrices se limite siempre a las más aclamadas y talentosas figuras que existen en Hollywood. Carol es de esos filmes que te dejan mudo. Definitivamente, una de las mejores películas del 2015.
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Me llama mucho la atención, quizás la iré a ver.
ResponderEliminarUn saludo.