¿Me creerían si leen este título? Quizás yo misma, hace un año, no lo creería. O quizás pensaría "pobre demente, se volvió loca, no durará...", pero a veces los sueños se hacen realidad y la vida nos sorprende para taparnos la boca y darnos lecciones… de amor.
Todo comenzó hace un año aproximadamente. Con 31 años, harto trabajo emocional y cansada de imbéciles rondándome como tábanos (un insecto muy insistente y desagradable), decidí entrar al patético (como pensaba en ese entonces) mundillo de citas cibernéticas. Ya mi círculo era cada vez más pequeño, como para conocer nuevas personas. Casi todas mis amigas ya casadas, algunas con hijos, se hace más difícil salir, especialmente hoy, que ya no es como en mi adolescencia, cuando era agradable, entretenido y relativamente seguro ir a una discotheque o bar. Pero los tiempos cambiaron y la verdad es que ya se le hace difícil a una mujer de 31 años conocer hombres de una manera relajada y amena. Después de la insistencia de una amiga de mi madre, de 52 años, que pololea feliz con un hombre de su misma edad que conoció a través de Tinder, me dije: voy a probar, nada pierdo. Pero tuve que hacer un trabajo mental antes. Consideraba patética esta forma de conocer gente. Tenía la imagen noventera del obeso mórbido freak detrás de su computador con una foto falsa de su perfil manteniendo una relación idílica a través de su pantalla con una mujer que nunca conocería. Me negaba a rebajarme a eso. Incluso en otros países usan Tinder para conocer personas para tener relaciones sexuales y listo.
Me tragué mi orgullo y me inscribí en Tinder, aplicación del celular donde subes tu foto de perfil, puedes incluir una descripción de ti y lo que te gusta hacer y estás lista para que se despliegue un interminable álbum de fotos de diversos hombres, si es lo que te interesa. Si alguien te gustó, pones like, y esperas si él vio tu foto y te puso like también. Sólo ahí se hace un match y se abre un chat para conversar. Lo bueno de esta aplicación, es que si le diste like a alguien, ese alguien no sabe que tu le diste like hasta que él puso like también. Es una buena forma, ya que te evitas una lluvia de chats y acosos.
Tuve bastantes citas en muy poco tiempo. Fueron 12 antes de conocer al amor de mi vida. Pero igual son recuerdos que me dan risa hasta hoy. Partí conversando con un chico, y me preguntó “cómo me gustaban los huevitos revueltos en la mañana”, me maté de la risa, intenté conversar con un par más y borré Tinder. Luego volví a la aplicación, y ahí comencé a salir con citas, pero la verdad es que a veces era un poco tedioso ya que llegas a tener 60 chats al mismo tiempo y agota, además que olvidaba las vidas de todos, mezclaba en mi cabeza la información, le preguntaba cómo está su gatito enfermo al chico que me contó su aversión a los felinos, ya tenía demasiada información en mi cabeza. A veces tenía 3 citas en un día, un sábado me juntaba a tomar desayuno en un café, almorzaba con otro y salía en la noche con otro. Al principio lo encontraba divertido y me reía sola, pero después me vino como una sobredosis de chicos Tinder y me sentí hastiada. Incluso comencé a cancelar citas. Algunas anécdotas como un freak que puso una foto falsa en su perfil. Al momento de conocernos en un restaurant, yo no lo encontraba, lo llamé al celular y me decía: "Aquí, en la mesa del fondo”, yo buscaba y no lo encontraba. Hasta que me di cuenta que un tipo chico, regordete, más viejo que el de la foto, pelado mal repartido, ya que parecía que tenía tiña más que calvicie, y mal vestido me hacía señas con las manos. Me acerqué a él sorprendida, luego le dije que él no era el de la foto, y me dijo que no me enojara tanto, que era una foto de él hace 5 años. JAJA en su cara. ¡Me dio mucha rabia! ¡Me sentí estafada absolutamente! ¡Qué se cree este tiñoso de hacerme perder el tiempo así! ¡Mentiroso! Así que lo subí y bajé en nombre de todas las mujeres en Tinder y enfurecida me fui. Otro tuvo el descaro de invitarme a un restaurant conocido por ser uno de los más caros de Santiago, y al momento de llegar la cuenta me dijo: dividamos la cuenta. O sea… Oh my God! Cómo te explico que lo dejé dividido por un rato ahí mismo. Si no tienes dinero, está bien, por último acuerda conocernos en un café. Un tip para las novatas en Tinder: No tengas miedo de parecer pesada o mala persona, o herir los sentimientos del otro si a los 15 minutos de la cita te aburres como ostra, lo encuentras raro, no te gusta pero no quieres ser mal educada e irte. Sigue tus instintos y ándate. Me pasó un par de veces y después me arrepentía de haber cedido tanto conmigo misma, de haber aguantado. Empieza a ver esto un poco más eficiente, si no te gusta… Next. Porque llegas a tu casa agotada y con la sensación de haber perdido el tiempo con alguien que te desagrada. Y si lo miras por otro lado, no le haces perder el tiempo ni lo ilusionas a él, tampoco. No te preocupes si te encantó conversar con él por chat y te hiciste una idea de él y cuando se conocen en persona se te cae esa linda imagen en pedazos antes, incluso, de que él hable. Pasa. Si al final, somos energía. ¡Otros tipos raros me contaban cada historia! Traumados, mamones (palabra chilena que usamos para describir a un pobre tipo adulto incapaz de separarse en todo sentido de su madre), drogadictos, cretinos, descerebrados, narcisos, egocéntricos, frescos, descarados… y algunos tipos buenos, pero que no hubo química (sin desanimarse candidatas a Tinder).
Hasta que un día, cansada y hastiada cancelé dos citas, pero me habló por el chat de Tinder un chico con el cual no había hablado hasta ese momento, vi su foto y me gustó al tiro, guapísimo, además en su foto él salía en un centro de ski, algo que también me gustó. Sentí algo especial con él, de inmediato me volvió la energía al cuerpo y quise salir con él. Al tercer día de hablar por el chat, nos conocimos en un café. Era ya casi de noche, entré al café y ahí estaba él, en todo su esplendor e igualito al de la foto. Me senté y nuestra conversación fue demasiado entretenida. ¡Teníamos tantas cosas en común! ¡Me sentía tan cómoda! Era muy caballero. Fue como conversar con alguien que conoces de toda la vida. Hablamos de cosas profundas, sin censura, él me dijo ahí mismo: “Yo no busco una mujer para entretenerme, yo quiero casarme, y para toda la vida”. De una manera muy tranquila y natural, para nada sonaba a desesperado. Y eso me encantó, porque es muy raro conocer un hombre lo suficientemente maduro y seguro de sí mismo como para reconocer ese sentimiento y contárselo a una desconocida. Me dije: “Este hombre tiene huevos, aquí me quedo porque yo busco lo mismo”. Sentí que éramos como espejos, que ahora todo lo que sufrí en el pasado tenía sentido, ya que si no, no hubiese estado preparada para estar con él. Pasaron 2 semanas hasta que me pidió pololeo, y pasaron 6 meses hasta que me pidió matrimonio de la forma más atípica, ingeniosa y linda que siempre soñé cuando era niña. ¿Quieres saber cómo fue? Te lo cuento en mi siguiente post. ¡Chan!
sorry pero, que machista que hayas sido mala onda con alguien solo porque te pidió pagar a medias, a mi me parece casi obvio eso si en el fondo, el interés es de los dos o no??, los dos estan metidos en tinder por lo mismo, por ultimo, nunca pagaste algo o compartiste un gasto en ese montón de citas que tuviste??
ResponderEliminarPerdón que me meta, pero si alguien te invita a un restaurante X que además es conocido como caro se da por sentado que el paga, porque el invita y el dice donde....
Eliminarahora, si te dice, que tal que nos tomemos un café? o te parece juntarnos acá?....es distinto.....
muchos se agrandan y después muestran la hilacha....
yo necesito saber todo de esta petición de mano!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! encuentro que es super freak, porque yo he escuchado de tanto pastel en esta aplicación jajajajaj.....juegate un loto!!!
ResponderEliminarJajajaja La Pelu Mascotas, es verdad!!! Mucho pastel!!!! La clave es la paciencia jajaja.
EliminarKarlaa necesitamos la segunda parte porfiiiii!!!!!!
ResponderEliminarViene viene Menanena! ;)
EliminarYo estoy conociendo gente extranjera de esa forma que me parece patética, como vos lo pensaste alguna vez. Ojalá me ocurra lo mismo y conozca al amor de mi vida por un sitio de citas jajaja! Saludoss
ResponderEliminarMariel Borro, lei por ahi que para que resulte lo que uno busca, hay que desearlo desde tu abundancia interior, no desde la necesidad. Me costo entenderlo pero cuando lo logre.... No me preguntes porque y como, conoci a mi marido. Cariños.
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