Toda mi vida estuvo ligada en cierta parte a la danza, ya que el deporte que practiqué cuando niña estaba relacionado con eso, pero empecé a tomar clases más profesionalmente -paradójicamente- cuando dejé el deporte de alto rendimiento y me volví una "adulta" hecha y derecha.
Cuando terminé la universidad y dejé de practicar deporte de manera permanente, me di cuenta que faltaba algo en mi vida, que las horas que usaba entrenando mi deporte ahora no las estaba usando en nada y, lo peor, es que estaba empezando a subir de peso porque mi cuerpo estaba acostumbrado a una intensidad alta de ejercicio que ahora no estaba realizando. Me inscribí en un típico gimnasio de cadena pero no duré mucho, me aburría estar en la sala de pesas y las clases grupales las encontraba fomes o de un nivel de dificultad muy bajo, además, por ser profesora del área tengo la vara un poco alta al momento de tomar clases con alguien, por lo que me pasaba gran parte de la clase mirándola como profesora y no como alumna.
Me salí del gimnasio y me inscribí en una escuela para ser instructor de baile y después de eso comencé a tomar clases para perfeccionarme aún más. Buscando información llegué a la escuela de un famoso bailarín chileno y lo encontré tan "seco" que me quedé tomando clases con el por muchos años, hasta que después me empezaron a topar los horarios con mi trabajo y se me hizo imposible seguir yendo.
Me dediqué por muchos años a hacer clases de baile entretenido y en paralelo seguía asistiendo a clases con distintos profesores, por lo que estaba desde ambos lados. Creo que ese fue mi mejor momento físico tanto como "bailarina" (lo digo humildemente porque estoy lejos de ser una bailarina profesional) y como profesora.
Hace algunos años dejé de hacer clases e ingresé a un trabajo administrativo; subí más de 10 kilos de peso por el cambio de vida y dejé por un tiempo de tomar clases porque el cambio de horario, pero no aguanté mucho tiempo y volví a buscar en internet hasta que encontré.
Ahora tomo clases de danza sólo de manera recreativa y como una manera de hacer ejercicio, y aunque sé que ya no volveré a ser como antes, físicamente, cuando entro a la sala de clases me juro Jennifer López (así de mina y de seca para bailar). Espero no dejar esto nunca y me encantaría ser como esas viejitas de los virales de youtube que tienen 80 años y están bailando por ahí felices de la vida. Si me preguntan, no cambio mis días y horas de danza por nada porque para bailar no es necesario un gran físico ni tener años de ballet en el cuerpo, como todo en la vida, se empieza sólo con las ganas.
Uy te entiendo tanto, yo adoro bailar y aunque en algún momento largo de mi vida quise dedicarme a eso (sobretodo danza árabe) sin éxito, sigo pensando en que los momentos en que he sido más feliz y más yo es cuando bailo.
ResponderEliminarahora retome en casa Zumba para mantenerme en el embarazo mejorcito y lo adoro, así que como desafio personal quiero certificarme en esto...aunque no se si lo vaya a ejercer.
seca Clau! si haces clases alguna vez avisa!!!
Que genial la actitud, yo también estoy en un trabajo administrativo y estoy muy floja para todo, aunque ya llevo 3 clases de Kung Fu todos los sábados, motivada por mi novio, quién también estuvo por un buen tiempo en una escuela de danza, y sin duda ese fue uno de sus mejores momentos... al menos así lo indica èl, yo por mi parte cuando tenga más tiempo, entre mi carrera, trabajo y clases de Kung Fu, amaría asistir a Danza árabe o Belly dance jajjaja. Saludos :)
ResponderEliminarSi te apasiona la danza, apúntate a clases en una escuela especializada. A la hora de elegir escuela es muy importante que las instalaciones estén bien cuidadas. Ha de haber bastante espacio disponible para desempeñar la actividad, los vestuarios deben de estar bien equipados con taquillas para guardar nuestras pertenencias y bancos con percheros donde poder colgar la ropa y cambiarnos de ropa.
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