Hace poco tuve una experiencia amorosa que nunca me había ocurrido. Han pasado por mi vida varios tipos de chicos, como el clásico patán, el mujeriego, el detallista y el romántico sin control; pero nunca me había cruzado con el hombre tipo "mago", es decir, aquel que entra en tu vida, hace unos trucos de magia increíbles que hacen que caigas rendida ante su show y en el acto final ¡pum!, desaparece.
Me explico: conocí a un chico que a simple vista parecía simpático, lindo, romántico, caballeroso, buena onda y además ¡detallista! Intercambiamos números, me escribió como un loco día y noche durante una semana, me invitó varias veces a salir y por fin un día acepté. No tengo ninguna queja de las primeras dos citas que tuvimos, no puedo hablar mal de nada porque todo fue muy romántico y además él fue el primero que dijo las frases: "me gustas mucho", "quiero tener una relación seria contigo", "me encantas y por eso te respeto", "no haremos nada que tu no quieras" y "no puedo creer lo rápido que me estoy clavando contigo". Pero de repente ¡adiós! De un día para otro ya no hubo mensajes, llamadas… nada. Hablando con otras amigas y también investigando en Internet, me di cuenta que no he sido la única que ha pasado por algo así y que últimamente las chicas de esta generación digital se han visto afectadas por el llamado "Ghosting", es decir aquellos hombres que deciden nunca volver a contestar tus mensajes de texto y tus llamadas. Se hacen los fantasmas y simplemente desaparecen de la red y de tu vida sin darte explicaciones. Entonces no sabes como vivir el periodo de "duelo" porque realmente no sabes qué ocurrió mal y tu autoestima se ve muy dañada.
Afortunadamente, después de varios tropezones con ese chico (¡oh si!, tengo que confesar que lo busqué mucho), aprendí a ver las cosas con filosofía y me di cuenta de que de esta experiencia se pueden aprender muchas cosas, como:
El amor, el gusto y cualquier clase de sentimiento debe de ser mutuo y jamás se debe de forzar nada ni a nadie a decir o sentir algo que no quiere; cada quien toma las decisiones que considera correctas para su felicidad y si eso no nos incluye se debe de respetar y saber decir adiós.
No debemos generar expectativas hasta no tener algo concreto; todo debe fluir natural y tal cual; ni nosotras debemos de poner etiquetas en donde no las hay (como "es mi novio" o mi "prospecto de"), ni ellos esperar que seamos algo que no somos (perfectas).
La confianza se gana con las acciones y no con las palabras, por ello, si realmente está interesado en ti lo demostrará e irá por ello. Los hombres no se andan con rodeos.
No odiar, mejor perdonar y perdonarte, porque al fin y al cabo, hay que dar gracias al universo por una experiencia más, además no todo fue malo.
No te obsesiones con alguien ni lo conviertas en tu mundo, por eso no esperes llamadas ni explicaciones de ningún tipo.
No permitas que te traten como una segunda opción. Hay ocasiones en que esa clase de chicos no hablan por semanas y luego ¡bang!, aparecen de nuevo como si nada. Si tú jamás lo has tratado como tu segunda opción no accedas a ser tratada como tal. Siempre te maceres ser la prioridad de alguien.
Y lo más importante: la mejor relación que vas a tener en tu vida es contigo misma así que debes aprender que nadie te complementa de ninguna forma.
Siempre vas a ser tú con tus virtudes y tus defectos y en este viaje en solitario es mejor desprenderse del equipaje que no necesitas.
Columna enviada por Roxy desde México.
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