Sé que puede sonar contradictorio que una persona que escribe en un blog no use redes sociales, pero en mi caso dejé de hacerlo hace muchos años y viví mucho más feliz después de tomar esa decisión.
Me hice Facebook hace más de 10 años atrás; recuerdo muy bien que eramos 3 contactos: yo, un amigo que vivía en EE.UU. -que me pidió que me hiciera uno porque quería probar como funcionaba- y otro amigo, al que también le pedimos que se uniera para que no fuéramos solo los dos. En esa época no era como ahora, había poca gente que lo conocía y no relacionaba a tus amigos con sus amigos ni tenía publicidad; me parecía entretenido, compartíamos fotos y comentábamos nuestras vidas y, como era algo solo entre 3, tenía la "intimidad" suficiente para no hacerme colapsar con la sobre exposición.
Con el tiempo empezó a hacerse más conocido y empecé a tener más contactos, mis amigas más cercanas y algún amigo de mi amiga. Aún era manejable la privacidad, hasta que empecé a ver fotos de carretes y actividades sin filtros (subían TODO), comentarios de cosas que no tenía por qué enterarse todo el mundo y cuando empezaron a agregarme todas esas compañera de colegio y de universidad que nunca más volví a ver en mi vida y esos ex que no me importaba nada volver a verlos. ¿por qué creerían que los iba a aceptar si nunca más tuve contacto con ellos?, ¿no se les ocurría que si nunca más supe de ellos era porque no me interesaba? Lo peor de todo, gente me mandaba mensajes reclamando por qué no los había aceptado o en fiestas me decían a modo de reto "te agregué a Facebook y aún no me aceptas", como si estuviera haciendo algo mal. Lo último que me pasó y que fue mi gota final para dejarlo, fue una polola de un ex que me agregó y empezó a escribirme cosas, en su Facebook personal (fue imposible no activar mi lado sicópata) ponía mil fotos de amor con mensajes escritos directamente a mí. Aún recuerdo cuando una de mis mejores amigas me llamó para decirme que entrara al muro de ella y viera una conversación que había de mí, el dolor de estomago al leer me duró días.
Cuando desaparecí de Facebook, debo confesar que tuve una sensación de vacío; dejé de enterarme de muchas cosas, dejaron de hacerme muchas invitaciones y varias personas me recriminaron olvidar mi cumpleaños porque Facebook no se los recordó. No supe cuando nació el bebé de un amigo, no vi la foto que todos comentaron en el carrete y no supe quién era la nueva polola del nuevo ex; era como si toda la vida pasara por Facebook y me quedé afuera.
Hasta el día de hoy sigo sin usarlo y aún cuando todavía me dicen "pucha, no puedes verlo porque no tienes Facebook" ya me acostumbré a vivir sin él y lo mismo para todo lo demás. Twitter lo uso sólo a modo de información, no tengo ningún seguidor y sigo sólo a cuentas relacionadas con mi trabajo, así estoy al día de lo que sucede en mi área, pero no sigo a nadie personal; no tengo Pinterest, ni Lindkelin, ni blog personal, y whatsapp lo uso sólo para mi vida privada, si me habla alguien del trabajo tengo un texto casi a modo de "envío automático" que dice "por favor cualquier tema laboral a mi correo institucional" y si insisten, bloqueo. Hubo un tiempo que me escribía gente relacionada a mi trabajo que yo ni siquiera conocía a horas insólitas y me exigían cosas... no estoy para eso.
Creo que cuando las redes sociales se vuelven algo incómodo, es momento de dejarlas de lado y aún cuando quedo excluida de muchas cosas, me gusta mucho más estar así.
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