No es novedad para ninguna mujer que la lactancia materna es
el mejor alimento que puede recibir un bebé, y ojalá este sea exclusivo los primeros
meses de vida.
La lactancia materna es la forma perfecta de dar a los niños
pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo
saludable. Se supone que todas las mujeres pueden amamantar, pero para esto es
importante que tengan buena información al respecto y, lo más importante, que se
sientan cómodas y a gusto. Es indispensable tener en cuenta que la lactancia
materna es decisión exclusiva de cada madre, y el hecho de decidir no amamantar, por la razón que sea, no la hace mala madre para nada.
Según la OMS, la lactancia materna debe ser exclusiva durante
seis meses, incluyendo a veces los alimentos seguros para cada edad. También recomienda el
mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más. Pero insisto, esto es una opción personal de cada madre y
sea cual sea su decisión al respecto debe ser respetada.
Como les he comentado en algunos artículos anteriores, soy
madre primeriza en Estados Unidos, y he ido a muchas charlas para poder prepararme
para la llegada de mi primera hija. En la charla de lactancia materna, me sorprendió
como se derribaban muchos mitos sobre cómo lograr una buena lactancia materna. Hay
muchas teorías que están totalmente descartadas hoy en día. A continuación, les
cuento respecto de los nuevos consejos para lograr una lactancia materna
exitosa.
No hay que preparase
el pezón
Es uno de los mitos que se derrumbó para mí en estas
charlas. Si antes se acostumbraba o decía que había que preparar al pezón para dar leche, esta es una teoría totalmente obsoleta. Al pezón no hay que hacerle
nada de nada antes de la llegada del recién nacido. No rasparlo para que se
haga más grueso, ni tratar de moldearlo. Según expertos, esto no tiene ninguna función
útil más que muchas veces dañar el pezón. Lo único recomendable es hidratar los
senos con aceites o cremas humectantes.
Agarrarse la pechuga
como si fuera un Big Mac
¡Y no como pinza! A muchas
de nuestras madres y a nosotras mismas nos han explicado que una manera de ayudar
al bebé a amamantar es agarrarse el pezón entre el dedo índice y el medio, formando una pinza con la mano. Se ha comprobado que esta pinza no solo
es poco efectiva, sino que peor aún, retrae el pezón haciendo más difícil el
lactar, ya que al contrario de lo que se piensa, esto retrae el pezón y además hace más
fácil la aparición de heridas y dolor.
La manera correcta de ayudar a tu pezón y bebé es agarrándose
el pezón como si fuera una gran hamburguesa, como agarras por ejemplo un Big Mac. La
idea es poner todos los dedos menos el pulgar bajo el pezón, y el pulgar sobre éste. Les dejo una foto de ejemplo para que quede más claro.
Puedes comer todo lo
que quieras
Todo. Sushi, comida cruda, porotos, repollo y tomar bebidas.
La única restricción acá es el alcohol, que sí se traspasa a través de la leche.
Si tomas, por ejemplo, una copa de vino, esta dura 4 horas en el tracto de la
leche, por lo que si vas a tomar lo mejor es primero amamantar, y luego sacarte
leche para darle desde una manadera en las próximas cuatro horas.
Lo que sí sirve
Para incrementar la ingesta de leche o facilitarla, los
masajes circulares alrededor del pecho son efectivos, así también el alimentar
seguido a tu bebé. El que tu hijo amamante es una de las mejores maneras de
incrementar la producción de leche.
No debería doler
Creo que jamás he escuchado a una mamá que no le duela dar
pecho en un principio, pero según los especialistas en lactancia del hospital
St. David´s de Austin, Texas, el dolor es señal que no se está amamantando de la
manera correcta. En esto no tiene nada que ver el tema de limpiarse el pezón entre
papas, ya que según estos especialistas esto no es necesario. El principal culpable
del dolor al amamantar es que el recién nacido no agarra el pezón por completo. Si lo está haciendo de manera correcta, la boca del menor debe cubrir totalmente
al pezón, haciéndolo desparecer con su boca. Para ello, la boca del menor debe
estar abierta completamente de manera exagerada (como en la foto). Otro punto importante es que,
al retirar al bebé de la pechuga, lo hagas con la ayuda de tu dedo para
que tu bebé no haga un perfecto chupón en tu pezón. Suavemente, introduce tu dedo en la boca del lactante, por las comisuras de los labios y retíralo
de tu pecho.
Las tres posiciones recomendables
para amamantar de manera más efectiva
Hay algunas posiciones que son recomendadas por los
especialistas para dar pecho. Están pensadas
para que tu espalda no te duela, no te canses, y para ayudar al lactante a alimentarse
mejor y más efectivamente.
Con cojín para
lactancia:
La idea de está de posición es que la guatita del menor
quede paralela a tu pecho. Tus codos deben estar elevados y tu espalda recta y cómoda.
Evita inclinarte para dar pecho, esto no te favorece ni a ti a tu bebé. Para
esto, el cojín debe quedar justo debajo de tus brazos, o sea en altura (ejemplo
en la foto).
Como pelota de rugby:
Una de las posiciones más cómodas. Se trata de que con la
ayuda del cojín de lactancia el menor quede a la altura de tu pecho, pero esta
vez será tomada como si fuera una pelota de rugby, desde al lado. Esta posición
es ideal para sentarse más cómoda y es muy fácil cambiar de esta posición a la
anterior en caso de ser necesario (ejemplo en la foto).
Mamá y bebé acostados:
Una posición ideal para amamantar durante la noche o cuando estás
muy cansada, ya que puedes estar acostada junto a tu bebé. La idea es estar
paralela a tu bebé, con su guatita paralela y casi pegada a ti,
sobre la cama. Busca una posición cómoda para posar tu cabeza y así no te
canses en esta posición (ejemplo en la foto).
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