Tuve una revelación. Uno de esos “¡Ahá! ¡Ahora entiendo todoooooo!”
Les explico. Resulta que mi familia es grande, achoclonada y hasta hace muy poco vivíamos todos juntos en una suerte de “Villa Napoli”. Si usted es muy joven para recordar el concepto “Villa Napoli”, imagínese un terreno con muchas casas vecinas, todas ellas pertenecientes a familiares. Es una encantadora imagen mental excepto que es también una especie de infierno chico, en donde todo el mundo te conoce, sabes qué haces, quién eres y con quién andas. ¿Me captan?
Bueno. En esta vida familiar, que tuve desde los 7 a los 26 años, supe siempre que en mi familia: LAS MUJERES MANDABAN. Sí, en serio. Nací y me crié en un matriarcado. Dominado por mi abuela y mi madre. De hecho a mi abuela, los hombres de la casa le dicen cariñosamente “La madre superiora”.
Durante toda esta realidad matriarcal, por muchos años sentí una especie de lástima por mi adorado abuelo y mi amado padrastro. Dos hombres caballerosos, amorosos y absoluta, total e incondicionalmente enamorados de mi abuela y mi mamá respectivamente. Esta lástima se debía simple y sencillamente a que mi abuela y mi madre son unas CABRONAS. ¡CABRONAS!
A ver pero cabronas cómo se preguntarán. Bueno… cabronas como: exigentes, orgullosas, empoderadas, también bastante mandonas y mañosas… pero al mismo tiempo: ultra femeninas, en todos los sentidos de la palabra. Siempre me llamaba la atención que estos dos hombres se desvivían por darles en el gusto a sus mujeres. ¡Pero siempre! Nunca decían que no. Perdón… nunca DICEN que no.
Y ahora que leí “Porqué los hombres aman a la cabronas” ¡lo entendí TODO! Increíble pero cierto. Chicas: ¡es verdad! Los hombres SI aman a las cabronas. Entonces, desclasifiquemos a la cabrona:
Según la autora Sherry Argov, este libro te enseña a cómo ser una mujer independiente, que no necesite de ni un hombre para sentirse valorada, perfecta, atractiva y segura de sí misma. Es decir, es un libro que te dice que no debes poner la opinión de ti misma en el grado de adoración que sienta un hombre hacia ti.
El libro comienza haciéndonos saber que la cabrona jamás será el tipo de mujer que nos enseñan o enseñaban a ser, es decir, aquella que le cocina exquisito, le lava la ropita, le hace aseo, le masajea los pies, le hace el amor cuando él quiere y como él quiere, es decir… esa imagen de mujer de ensueños tipo geisha, es exactamente lo contrario a lo que una cabrona es. ¡Oh! ¿Cambio de paradigma? Así es. Y lo más importante es que en realidad, este tipo de mujeres tan serviciales y amorosas son, al final, ¡ABURRIDAS!
La autora, que escribió este libro basándose en cientos de entrevistas a hombres y mujeres de todo tipo y edad, nos señala que el hombre es, ante todo, un ser competitivo. Un cazador. Un luchador. ¡Un bruto! Por lo tanto, necesita ser desafiado. Necesita sentir que está cazando. Que está ganándose un premio. Que está persiguiendo a la mejor y más complicada presa del bosque (esa eres tú por cierto).
Si la presa es complicada y requiere que el hombre utilice todas sus habilidades físicas y mentales, lo más probable es que se enamore de pies a cabeza. Esto implica dos conceptos importantes: uno, que no debes darle todo a la primera; dos, que debes mantenerte cabrona. Es por eso que la autora explica que la cabrona no es un personaje creado, ficticio para engatusar a un chico guapo. No. La cabrona es una decisión de vida. Si te sientes identificada con el concepto de ser una diosa, dueña de ti misma, entonces quizás ya eres una cabrona sin saberlo.
Según Sherry Argov, la cabrona es: independiente económicamente. Dueña de sus emociones y procesos hormonales. Tonta como un zorro. No se queja todo el día sino que hace que el hombre quiera darle en el gusto en todo. Es dueña de su sexualidad y sensualidad y se preocupa de eso. Tiene sentido del humor, es cariñosa, amable y sabe cómo recompensar los lindos gestos para que éstos se transformen en hábitos. Siempre mantiene su vida propia: no pierde sus rutinas, sus amigas o sus hobbies por un hombre. Es misteriosa, inteligente, una gran conversadora y también una compañera. No se rebaja con ponerse celosa de otras mujeres ya que ella es un PREMIO. La cabrona actúa como un premio y por lo tanto ¡él cree que lo sí es!
Todo esto por supuesto siempre debe ser tomado con humor. ¡Especialmente por nuestros lectores masculinos! Ya que sabemos que lo más importante es ser sincera con una misma, con nuestros valores y la importancia que realmente tenemos y que en estos tiempos estamos recuperando.
Lo que más me gustó de este libro es que reafirmó algo que he estado pensando por mucho tiempo: la mujer NO DEBE masculinizarse para ser tomada en serio. ¡NO SEÑOR! ¡Recuperemos nuestra feminidad y defendámosla! Seamos más femeninas, más yeguas, más putas (me refiero a la intimidad), más hermosas, más histéricas si es necesario. Si nos gusta el rosado: ¡Qué tiene! Si nos gustan los conejitos: ¡Qué tiene! Si nos gustan las botas: ¡Qué tiene!
¡Empodérate mujer! Hazte dueña de tu feminidad. Hazte respetar porque tú misma te respetas… y te lloverán a MARES.
ainssssss,que no se donde escribir,me gusta : )
ResponderEliminarwaaaa, que buen post. Creo que ya soy una cabrona pero quiero ser una CABRONA con mayúsculas. Pienso que esta autora tiene razón, cuando entre a la librería hace algunos meses vi este libro y me llamo mucho la atención pero no paso de eso. Muy interesante y simpatizo mucho con todo,
ResponderEliminarGracias Marwa
Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!!! ahí la custión poh!!! es por eso que me llueven los hombres wuajajajajajjajaa (SPORT WEAR!)
ResponderEliminarNo es por ser CABRONA, pero pucha que soy asi, y amo serlo. Si me gustan los zapatos, el maquillaje, la ropa linda, soy histerica, llorona, tengo vida, me estreso por nada, me duele todo, me gusta todo, me carga todo, soy yo! tal cual... cabronamente cabrona! Buscaré el libro!
Mencionen que cabrona conocida es feliz? eso nomas...
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ResponderEliminarMMMMmmm lo siento pero no concuerdo con la autora de este libro. Sé que Marwa plantea que es un libro para no tomarse en serio, peor resulta que es éxito de ventas, ha salido este tipo de consejos en montones de revistas...como para preocuparse un poco de que no se este tomando nada de light el tema.
ResponderEliminarEs super positivo no desvivirse por un hombre, ese es otro extremo que tampoco es sano. Como mujeres debemos tener mundo propio y exigir lo justo ( igualdad de sexos) pero de ahí a plantear que ser bitch/cabrona/bruja es positivo......
Nada extremo termina bien, se necesita balance en las relaciones para que sean sanas.
Tbn es cierto eso de que a los hombres les gusta la cacería, pero eso se logra con no estar siempre tan disponible, no con tratar mal a quien amas y hacerlo sentir inferior...
las mujeres de por si tenemos muchos aspectos que son mas positivos que los hombres, no tenemos para que hacernos respetar afeandonos por dentro ( la histeria jamás a sido positiva, punto).
Que ser bitch a veces sirve para dar a entenderse, es verdad. Otra cosa es ser carbrona como actitud de vida, no. De ahi va a nacer la moda de cómo ser más dócil, donde se venderan millones de libros de autoayuda para mujeres que terminaron solas por ser cabronas.
Igual excelente post, genera diálogo y distintos puntos de vista. Me da escalofríos si que exista gente que lucre de convencer a mujeres de volverse insoportables ( tal vez atractivas por un tiempo, pero inaguantables a largo plazo)
Lo único que el libro da a entender es que la mujer debe valorarse y no andar de arrastrada por un hombre cuando este no la llama....que es lo que hacen la mayoría arrastrarse y desesperarse si este no las llama en tres días por Dios! Cuando una mujer tiene vida propia no le interesa si este se desaparece por una semana. Así que a tratar de ser menos arrastradas
EliminarSencillamente enseña a la mujer a no arrastrarse por un hombre... Es tan difícil entender la parte de que la mujer debe valorarse?
EliminarTerminé de leer y quise hacer un cartel para salir a la calle a "empoderarme", jajajajja.
ResponderEliminarMuy bien escrito, muy entretenido tema.
No sé si soy cabrona, pero algunas de esas cualidades me acompañan desde pequeña. También nací en un matriarcado, pero sin hombres... eso si que es POWER! uno llega a pensar, muy en serio y de corazón, que no son necesarios y que no sirven para nada. Con los años se quita, pero queda esa sensación de "¿y quién te echó fichas?", jajajaja.
jajjajaajja y a vo quien te hecho ficha colapso de la risa
ResponderEliminarLo que pasa Mandy, es que el péndulo está cambiando. De muchos años de energía masculina reinante, ahora está volviéndose a la femenina, como fue hace miles de años atrás (hay literatura científica que abala esto, no lo estoy inventando). Y como todo tipo de transición, conlleva en menor y mayor grado, una revolución.
ResponderEliminarEsa "agresividad" con la que se escriben estos libros son parte del tema. Parte del crecimiento, parte de los extremos. Es parte del aprendizaje de mujeres y también de hombres, de volver una vez más al equilibrio de géneros.
=)
Besos.
jujuju amigas del blog vecino :P les cuento que hace un tiempo me salio la cabrona. sin querer la verdad, solo tuve una revelación tb, pero de otro tipo. y resulta, que me ha resultado de pelos!
ResponderEliminarla verdad es que una se convierte en una miel para esos abejorros!!!
gran post Marwa!!!!
Saludos queridas amigas!
Ajonjolí
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Exclente resumen dellibro Marwa!!! Y estoy aprendiendo muuuuuchos de esos consejos, así que tu sintesis me bien como un buen recordatorio!!!
ResponderEliminarCariños,
Carolina
lo compraré de todas maneras xD
ResponderEliminarLa mujer debe valorarse, hacerse respetar es lamentable como hay mujeres que van por el mundo arrastrandose por un hombre que les demuestra no amarlas, se desesperan si no las llaman en tres días, hace que un hombre sea el centro de su vida.... Por eso hay tantos pusilánimes que las tratan como basura porque no se saben valorar,hacerse respetar...
ResponderEliminarMe encanta tu blog! y excelente reseña
ResponderEliminarReplica swiss watches
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