Han escuchado esa frase, “cosechas lo que siembras”? En mi experiencia eso no es tan cierto. Uno puede tener la mejor semilla, la mejor intención y proceder de una manera adecuada y correcta al sembrar pero eso no asegura que la cosecha sea buena o lo que uno espera.

Mientras cosechaba hoy algunas zanahorias, me di cuenta que todas eran distintas, algunas crecieron y otras no, y de verdad me llamo mucho la atención, y reflexioné un momento para entender por qué?, ¿les habrá llegado a algunas más Sol, más agua, etc? 

Fui consciente de que tampoco hice tanto esfuerzo en cuidar mis cultivos este último tiempo.... eso también influyó, pero bueno.

Mi reflexión, cada persona es como una semilla, todas somos aptas para ser una buena cosecha, algunas tendrán por genética, familia y condiciones climáticas mejores condiciones y oportunidades para crecer pero si no te cultivas a diario, sino te riegas todos los días, sino cuidas de tu salud física, mental y espiritual, sino eres consciente de que vivir se trata de cultivarte todo el tiempo, es posible que crezcas , claro que sí!! pero solo estarás sobreviviendo, no estarás viviendo.... y me pregunto ¿queremos sobrevivir o vivir con dicha? No se ustedes pero yo quiero lo segundo, mi humilde consejo para ustedes, porque no soy nadie más que una mujer que hablo con sus zanahorias hoy, es que comiencen esta semana con todo.

Amig@

- Se consciente la mayoría del tiempo

- Antes de actuar se responsable de lo que tú acto puede desencadenar

- No te enojes, el enojo solo vive en ti, no le hará más daño a otro que a ti mism@

- Come bien, no estás sobreviviendo, puedes decidir cómo quieres alimentarte

- Haz eso en lo que eres buen@, si no haces aquellos que no puedes hacer esta bien, pero si no haces aquello que si entonces serás una tragedia

- Responde a la vida como un niño, si cuando niñ@ eras más feliz que hoy, pregúntate por qué, ¿no debieses ser más feliz cada día? La edad te hace menos ágil pero no menos feliz.

- Medita, es un ejercicio maravilloso

Cultívate, crece y aprende.

Y recuerden, nunca es tarde para crecer, igual que aquellas zanahorias de mi huerta que ahora tienen más sol, más agua y espacio para hacerlo.